Deje cientos de LP's detras mio, y con ellos mi ya destartalada tornamesa, metralleta de mil fiestas, encuentros y desencuentros, un stereo, un ecualizador, un par de bocinas parlantes: instrumentos para controlar una obsesion juvenil con la buena musica, los deje casi como cuando dejamos una mascota, medio llorando, de regalo a un querido amigo que pago casi sin ver, pues ya me iba. Ahora que lo pienso me parece raro, pero traje todos mis CD's conmigo, y ningun vinil, soñando talvez con la nueva musica que vendria despues. Ya tenia practicamente olvidados casi todos los discos que habitaban mi coleccion, en particular aquellos que no deseaba tener. Segun recuerdo, la competencia era fuerte en esos dias, cuando era de rigor "oir" los nuevos sonidos creados por las bandas mas underground, preferiblemente aquellas que nuestros amigos jamas escucharian primero que uno. Ademas de esta tendencia, los distintos generos roqueros del pasado exigian su pedacito de atencion, los Crosby Still & Nash peleandose con Boston y Kansas por desbancar al Close to the Edge o al 2112 de Rush, combatiendo con los Pretenders luchando contra Sting y Bob Marley en el climax britanico despues de vencer en Las Malvinas. Mucho de aquello que oiamos era mas bien azerrin, pero de vez en cuando se descubrian maderas finas, algunas doradas con oro genuino. Claro, habian ciertas normas que mantener respecto a los discos que uno declaraba publicamente poseer. Por ejemplo, era una cuestion de principios el pertenecer a ciertas tribus, los hippies del Rock mas bien progresivo en mi caso, opuestos a los Punks, en desacuerdo con los fresas del segundo Phil Collins, decepcionados por los poperos que vendrian despues, y un tanto curiosos por ver cuando las variantes del New Age de Fresh Aire, el Jazz psicodelico a lo Spiro Gyra, el minimalismo a lo Phillip Glass y el atmosferico Brian Eno, superarian su inocencia utopica y romantica. Le entraba al Rock, al duro y al progresivo, aunque no tanto al Metal, nunca tuve afinidad con el Rock Metalico, la violencia tecnomilitarizada del gore o la de los serial killers, aun con su metafora destructiva, no representaban ni de cerca la compleja y cambiante realidad que se gestaba antes de la caida del muro de Berlin. Esos eran los dias.
Que curioso es que ahora los jovencitos de la generacion X esten viviendo la regeneracion de las neuronas musicales perdidas hace ya mucho, resdescubriendo el panorama historico de sus abuelos y padres, afanados en reproducir para ellos mismos el mismo contingente de rockeros hace largo rato olvidados, al menos los mas aceptables y encumbrados de ese grupo. Debo aclarar que es un poco extraño ver a estos chicos y chicas vistiendo las mismas T-shirts, pegando los mismos posters, y oyendo los mismos bajos y arpegios de guitarra, imaginarlos en los mismos cuartos saturados de cuates, de humo, de alcohol, y demas vias de escape. Zep. Zep-zep-zep-zep-ZEP. Led Zeppelin: son esas las dos silabas que saben ahora pronunciar. En su minimo panteon, tienen ya a Hendrix, Floyd, Rush, AC-DC, Yes, algunos hasta King Crimson - todos ellos fueron mios y privilegiados alguna vez. Otros mas avezados andan reformando bajo metodos de rigurosa academia sus renovados gustos musicales, ripeando el Aqualung alguna noche de pizzas e inutiles tareas escolares de Historia y Geografia, para despues deconstruirlos track por track a todo volumen mientras bloguean las depresiones del dia en el hoyo negro de las memorias perennemente digitalizadas.
Perdi el interes en las bandas de Rock años atras. Tuve, y aun tengo, esta enfermedad, esta suave obsesion, que no se satisface con la tipica musica roquera que se oye por estos dias en MTV o en la estacion de radio. Practicamente ninguno de estos grupos me suena original ya mas, en su mayor parte los siento muy simplistas, acomodaticios, cobardes, la reduccion formulaica del pop hacia cualquier absurdo de la mercadotecnia del marketshare. Los acordes golpeteados, el ocasional riff, la bataca y tambores eruptando ritmos intercalados con subitos cambios armonicos, el cantante pretensioso - simplemente todo eso ya no funciona como antes.
En sintesis, la mayoria de las bandas de hoy, cuando las pasan en MTV o en la radio, me frustan, me dejan frio, cagado pues, que seria mejor escuchar baladas chinas de la ruta de la seda. Necesito mayor profundidad, o amplitud, o cualquier otra dimension que quieras escoger: necesito que todos los cuarentayocho o noventayseis pistas sean usadas de esa cinta de estudio, que resuenen ecos diferentes, provenientes de otro planeta, algo mas que un acorde trasnochado, repeticion instantanea que se oyo en un hit que ya habita la enciclopedia del sotano de abajo .
Esos tonos simples tienen su lugar, claro - siempre me gustaron los Stones o The Clash o Sabbath - pero eso era mas bien raro. Casi todo el Punk me dejaba frio y el Metal me dejaba rejurgitando espasmos encefalicos. Ademas, en aquellos dias germinales, los Punks por lo menos tenian algo que decir, escupian y rompian, destruccion rebelde con sentido libertario, mucho peor para la autoestima medioclasera que los Hippies y los Hell Angels combinados con unos de herrumbe. Pero luego, que fue lo que les paso? empezaron a usar maquillaje, a pintarse las uñas, delikatessen que eventualmente los llevo a la fosa septica. Como fue que pasaron de la respuesta instintiva y primigenia a la adaptacion mediatica. Eso nunca lo sabremos. O si? Que no acaso mi pequenia hija oye a los American Idiots junto a Hilary Duff, a los White Stripes y a Coldplay en su iPod en modo de Shuffle? Acaso no todo suena como se mastica un chicle de sabor, un carrusel multicolor que gira sobre el mismo eje, la persecucion del volumen en ventas, trepar al Billboard?
Compre “Frances The Mute” de The Mars Volta porque aquella primera ocasion que oi "The Widow" en la radio, me sono como a Jimmy Page tocando ensimismado un acustico distorsionado para Robert Plant. El tono del cantante, la guitarra estilizada en el fondo – totalmente Zeppelinesco. La segunda ocasion note las trompetas y la guitarra rompiendose en garabatos y en distorsiones Pink Floydeanas. Y me salto la curiosidad.
Ahora ya lo se. Este album es simplemente extraordinario. Pienso, y espero – que esta banda es aun joven para experimentar y encontrar su verdadera identidad. Y asi como esos primeros albumes tempraneros de Pink Floyd condujeron a la magistralidad de Dark Side of the Moon, Wish You Were Here, y de Animals, este The Mars Volta que va emergiendo, va dando forma a algo nuevo, a algo maravilloso. Al menos eso es lo que pienso. Las rolas, la musica es brillante: magnificamente estilizada por –es mi deseo- esas noventayseis pistas grabadas en la produccion ensambladas artesanalmente bajo un concepto, una historia de recuperacion y regeneracion despues del cataclismo, una proposicion progresista del infinito universo que se ofrece en pleno para nuestro disfrute.
Que maravillosa sensacion. Despues de todos estos anios, finalmente una banda llega a la cuspide de la grandeza, es solo ahora que puedo volverme loco otra vez.
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