Hoy se da la ocasión de sacar a colación el nombre de PULSÓNICA, que es el nombre de uno de los más electrizantes ensambles de música jazz-progresiva que han emergido dentro de la vanguardia argentina. Su propuesta musical se arma en base a una ágil confluencia de los estándares del el jazz de vanguardia, las variantes pesada y psicodélica del rock, y la fusión de preminencia afro-tropical, todo ello dentro de un encuadre progresivo muy energético, y sobre todo, bastante rico en matices, vibraciones y coloridos. Asentado en Buenos Aires, PULSONICA fue fundado en 2006 por el veterano y creativo baterista/percusionista Jorge González: su currículum incluye membresías pasadas en el ENSAMBLE DE PERCUSIÓN ORQUESTA AMARILLA, así como en las bandas de soporte de CELESTE CARBALLO y MORIS. Teniendo en cuenta cuán importante es el ritmo como entidad sonora dentro del esquema musical de PULSÓNICA, no es de extrañar que haga falta la presencia de una percusionista de carácter como Carolina Cohen en el núcleo vital de la banda, y de hecho, sus aportes ayudan crucialmente al realce de las complejas cadencias y pautas rítmicas que entran a tallar en las composiciones de la banda. Pero no vale subestimar el rol del único no-percusionista del trío, el guitarrista Marcelo Tubio – su energía y versatilidad lo convierten en el pilar para llenar poderosa y convincentemente la arquitectura musical del grupo. El debut fonográfico de la banda tuvo lugar en 2008 con la edición de “Movimiento Perpetuo”, y tres años más tarde, se publicó el segundo disco “Tribaloide”. Ambos discos fueron grabados cuando la banda aún mantenía oficialmente el formato de trío, pero desde hace unso cuantos meses que el grupo opera como cuarteto con la inclusión del bajista Julián Cusmano en un rol permanente dentro de PULSÓNICA.
Comencemos con un repaso
del disco debut “Movimiento Perpetuo”, el cual fue grabado en Estudios Tónica, en
Buenos Aires, entre julio y noviembre de 2007. Durando poco más de media hora,
el álbum nos pone en claro cuál es la visión musical que PULSÓNICA proyecta
desde su esencia particular: el breve prólogo ‘Abs Track’ nos saluda con
tormentas de tambores tribales que atraviesan etéreas capas cósmicas antes de
que ‘Pulsar’ y ‘Amazonía’ nos encandilen con sus sucesivas muestras de vigor e
incandescencia a través de una versatilidad infinitamente hábil que les permite
manejar la ilación de atmósferas cambiantes dentro de los confines de
composiciones que no suelen ser muy extensas. Para el primero de estos temas,
Pablo Iglesias colabora con vientos étnicos (también lo hará después en
‘Tibwa’), mientras que para el segundo hay otro invitado, Ariel de Viale, al
timbal. ‘Diablo Blanco’ se encarga de establecer un poderosos ejercicio de
jazz-rock donde el factor rockero cobra una relevancia particular (¡cómo se
luce Tubio aquí!), llegando después ‘Rumboide’ para seguir reforzando el filo
rockero mientras se equilibra un poco más el factor fusionesco, y, acto
seguido, ‘La Pieza Faltante’, para ostentar el triunfo de lo fusionesco aunque
sin renunciar al vigor rockero en algún pasaje estratégicamente ubicado. El
tema homónimo irrumpe para llenar de fiereza el ambiente y de fuego el aire: un
ejercicio de psicodelia progresiva con altas dosis de dureza merced al modo en
que los riffs y fraseos de la guitarra ostentan su flameante contundencia sobre
la siempre sólida arquitectura rítmica de González-Cohen. Los últimos 8 minutos
y pico del álbum están ocupados sucesivamente por ‘Animal Sónico’ y ‘Tibwa’: el
primero de estos temas refleja ecos del tremendo vitalismo de ‘Movimiento
Perpetuo’ pero con un swing fusionesco más explícitamente dinámico, portando un
gancho que hace al oyente desear que el tema fuese un poco más extenso; por su
parte, el segundo vira radicalmente hacia sonoridades cándidamente serenas
donde el optimismo muestra sus colores más cálidos a través de un ejercicio de
exploraciones selváticas muy refrescantes. “Movimiento Perpetuo” es un
excelente debut para PULSÓNICA: además, tiene el atractivo de incluir un
archivo de vídeo donde se ve a la banda trabajando en el estudio de grabación,
incluso tocando algún tema que habrá de entrar en el segundo álbum.
Y ya que mencionamos a ese
segundo álbum, pasamos ahora a repasar el repertorio de “Tribaloide”, disco
donde el trío contó con las colaboraciones ocasionales de Patricio Resico (al bajo),
Fabián Tejada (al didgeridoo y al steel drum en 4) y Sergio Gutiérrez (al piano).
Abre el álbum ‘Metrópolis 1926’, pieza que exhibe su extroversión a flor de
piel a través de su ilación de rudos pasajes agresivos y otros más sofisticados
de claro tenor fusionesco. 3 ½ de pura iluminación rítmico-melódica donde el
grupo sigue explorando la temática del clásico cinematográfico de Fritz Lang
“Metropolis”, el cual inspiró también la pieza homónima del disco debut. Luego
de este primer golpe de impacto sigue la pieza homónima, la cual gira hacia
ambientaciones un poco más misteriosas, aunque la sólida presencia de la
guitarra en los riffs y fraseos permite que la pieza exhiba su electrizante
potencia inherente al empuje creado por el inteligentemente recargado ensamble
rítmico. Con la dupla de ‘Maratón’ y ‘Caminando Descalzo’, el trío afianza
sólidamente su posicionamiento musical ante nuestros oídos atentos: el primero
de estos temas pone énfasis en la dimensión filudamente rockera de la banda (llegando
a entrar en las esquinas del estándar del jazz-rock pesado moderno y rozando
los linderos del prog-metal), mientras que el segundo se desliza suavemente
sobre cálidas arenas de fusión latina, permitiendo que la percusión sobresalga
en un rol protagónico en el realce del swing, pero sin hacer su presencia
abrumadora. El quinto tema es el más ambicioso del repertorio: se titula
‘Pangea’ y dura 9 ¾ minutos en una ilación de tres partes. Los primeros tres
minutos se focalizan en atmósferas minimalistas que se extienden cuales sábanas
sonoras oníricas, creando así un trasfondo ideal para el vibrante solo de
guitarra que se impone mágicamente; luego, tras una elegante serie de arpegios
de guitarra, se arma un motivo sutil donde la marcada cadencia rítmica de la
supla González-Cohen manifiesta la dinámica electrizante del cosmos. Para los
últimos dos minutos y pico, el ensamble desarrolla un ejercicio de implosión
sónica tan contundente como mágica, exultante de vibraciones climáticas. Una
vez que el grupo ha explorado las potencialidades más épicas de su propuesta
musical en ‘Pangea’, ‘Supernova’ retoma su faceta más aguerrida a partir de una
retoma de la bizarra electricidad de ‘Maratón’; a modo de epílogo, ‘Lapsus’
brinda una breve exhibición de llamaradas percusivas donde cada golpe suena a
una evocación a las energías más vitales de la Madre Tierra. ‘Sabor A Mil’
recurre a ritmos tropicales para elaborar su armazón en base a una
arquitectónica sonora tan vibrante como elegante, al modo de un ítem de
orfebrería vivazmente coloreado: ya a estas alturas del partido estamos más que
familiarizados con la esencia de PULSÓNICA, centrada en darle una fuerza
apabullante en beneficio de la remodelación de varias posibilidades ofrecidas
por la tradición fusionesca. ‘Alien Pop’ se enfila por los senderos del
space-rock en clave progresiva: la banda ostenta una agilidad muy juguetona a
fin de que el innegable gancho del cual goza la pieza en cuestión despliegue
abiertamente su propio magnetismo sin perderse en enredos innecesarios. La
frescura de esta pieza encuentra su adecuada contraparte en la ruda tensión de
‘Tibwa Eléctrica’, el epílogo del álbum que comienza como una orgía percusiva y
termina como un ejercicio de neurosis cuasi-Crimsoniana sembrado sobre un pasto
de raíces SANTANA-con-OSIBISA. ¡Una estupenda remodelación del tema que otrora había cerrado el primer álbum!
Como balance general, tenemos en “Movimiento Perpetuo” y “Tribaloide” sendos testimonios de cómo se hace música jazz-progresiva intensa y vigorosa con ingenio y distinción a raudales. PULSÓNICA es un referente de la avanzada fusionesca que se coloca en un sitial muy alto dentro de la vanguardia argentina de los últimos años. Vale la pena investigar en su trayectoria... ¡y también esperar que sigan generando más discos en el futuro!
Muestras de PULSÓNICA.-
Movimiento Perpetuo: http://www.youtube.com/watch?v=3Dt-en2fqQ8
Diablo Blanco: http://www.youtube.com/watch?v=vhGzoSHMR2Q
Tribaloide: http://soundcloud.com/jotacloud/pulsonica-tribaloide
Maratón: http://soundcloud.com/jotacloud/pulsonica-marat-n
(Dedico esta reseña a Felipe y toda la gente del programa Gigantes Bajo El Sol por permitirme conocer a esta banda - ¡es todo un placer!)
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