HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA
CÉSAR INCA.
Hoy se da el turno de presentar “Blazing
Revelations”, el nuevo trabajo fonográfico del músico y compositor británico
DOMINIC SANDERSON, el mismo que fue publicado el último día del pasado mes de
febrero. Estando SANDERSON a cargo de las guitarras eléctrica y acústica, el
mellotrón y el canto, sus compañeros constantes de viaje son Tristan Apperley
(bajo y violín), Jacob Hackett (batería y percusión), Embiye Adalı (órgano
Hammond, mellotrón, clavinet, pianos clásico y Fender Rhodes) y Andy Frizell
(saxofones tenor, alto y barítono, y flauta). Ocasionalmente, también apoyan el
percusionista Joshua Joyner y el pianista Massimo Pieretti. El propio Joyner se
encargó de la ingeniería de sonido en las sesiones de grabación del material
contenido en “Blazing Revelations”, así como del proceso de mezcla;
ulteriormente, Jon Astley realizó las labores de masterización en los Close To
The Edge Studios. Matthew Sanderson es el autor de la peculiarmente fascinante
portada del álbum. La publicación de este disco se hizo tanto en CD como en vinilo verde el pasado 28 de febrero. Ya a inicios del año 2023, SANDERSON ya nos había sorprendido gratamente con “Impermanence”, el cual siguió a una serie de sencillos y EP que él había estado publicando a ritmo sostenido desde el 2020. Podemos, pues, apreciar a “Blazing Revelations” como el disco que signa la consagración del buen DOMINIC como una figura clave en la escena progresiva británica de estos años, pero mejor revisemos de una buena vez los detalles de su contenido.
Los 12 primeros minutos del repertorio están ocupados por ‘From The Weeping Cradle’, un tema que desde sus primeras instancias deja plena constancia de su vitalismo sistemático y consistente. Los grooves y cadencias que definen a los cuatro minutos y medio iniciales se articulan en torno al discurso jazz-rockero con obvios sedimentos progresivos expandidos en la manera tan estilizada con que interactúan los instrumentos, así como en algunas variantes rítmicas dispuestas para dar cabida a tempos inusuales. Los colores plasmados en las florituras de la flauta ayudan bastante a preservar la aureola sofisticada dentro del vigor reinante. Ya en un segundo momento, la ingeniería sónica vira hacia una solemnidad envolvente que no carece de su adecuada dosis de musculatura, aunque ésta se mantiene en un nivel más o menos contenido. El aura retro de este pasaje se sitúa en un área intermedia entre QUATERMASS y GNIDROLOG, más algunos índices de EGG y los KING CRIMSON de 1970-71. Así las cosas, el escenario está preparado para que más tarde emerja una explosión de vehemente neurosis que se instala sobre unos cimientos razonablemente complejos: ya hay aires de familia con WOBBLER y MOTORPSYCHO en camino hacia una conclusión rotunda. Tras esta odisea llega otra un poco menos extensa que se llama ‘Faithless Folly’, canción cuya sección prologar consiste en unos lentos y tenues fraseos de guitarra, tras los cuales se arma un preámbulo misterioso en 5/4, abriéndose así camino a un cuerpo central dinámico y denso que nos remite al legado de VAN DER GRAAF GENERATOR (e indirectamente nos recuerda a los inolvidables AREKNAMÉS). Ésta está armado sobre unas variaciones de ambiente pulcramente hiladas para exhibir declaraciones de inquietud y rabia bajo un ropaje meticulosamente refinado. Alguna sección fusionesca entra a tallar para aportar algo de fulgor al mecanismo instrumental en curso. Unas menciones especiales van para los sucesivos solos de órgano y saxofón que surgen a mitad de camino, los cuales refuerzan el aura distinguida inherente al pathos predominante. El epílogo refleja una poderosa implosión antes de que unas sobrias figuras de guitarra acústica señalen efímeramente el círculo musical iniciado por aquellos fraseos de guitarra inaugurales.
Muestras de “Blazing Revelations”.-
From The Weeping Cradle: https://dominicsanderson.bandcamp.com/track/from-the-weeping-cradle
Lullaby For A Broken Dream: https://dominicsanderson.bandcamp.com/track/lullaby-for-a-broken-dream
Los 12 primeros minutos del repertorio están ocupados por ‘From The Weeping Cradle’, un tema que desde sus primeras instancias deja plena constancia de su vitalismo sistemático y consistente. Los grooves y cadencias que definen a los cuatro minutos y medio iniciales se articulan en torno al discurso jazz-rockero con obvios sedimentos progresivos expandidos en la manera tan estilizada con que interactúan los instrumentos, así como en algunas variantes rítmicas dispuestas para dar cabida a tempos inusuales. Los colores plasmados en las florituras de la flauta ayudan bastante a preservar la aureola sofisticada dentro del vigor reinante. Ya en un segundo momento, la ingeniería sónica vira hacia una solemnidad envolvente que no carece de su adecuada dosis de musculatura, aunque ésta se mantiene en un nivel más o menos contenido. El aura retro de este pasaje se sitúa en un área intermedia entre QUATERMASS y GNIDROLOG, más algunos índices de EGG y los KING CRIMSON de 1970-71. Así las cosas, el escenario está preparado para que más tarde emerja una explosión de vehemente neurosis que se instala sobre unos cimientos razonablemente complejos: ya hay aires de familia con WOBBLER y MOTORPSYCHO en camino hacia una conclusión rotunda. Tras esta odisea llega otra un poco menos extensa que se llama ‘Faithless Folly’, canción cuya sección prologar consiste en unos lentos y tenues fraseos de guitarra, tras los cuales se arma un preámbulo misterioso en 5/4, abriéndose así camino a un cuerpo central dinámico y denso que nos remite al legado de VAN DER GRAAF GENERATOR (e indirectamente nos recuerda a los inolvidables AREKNAMÉS). Ésta está armado sobre unas variaciones de ambiente pulcramente hiladas para exhibir declaraciones de inquietud y rabia bajo un ropaje meticulosamente refinado. Alguna sección fusionesca entra a tallar para aportar algo de fulgor al mecanismo instrumental en curso. Unas menciones especiales van para los sucesivos solos de órgano y saxofón que surgen a mitad de camino, los cuales refuerzan el aura distinguida inherente al pathos predominante. El epílogo refleja una poderosa implosión antes de que unas sobrias figuras de guitarra acústica señalen efímeramente el círculo musical iniciado por aquellos fraseos de guitarra inaugurales.
‘A Rite Of Wrongs’ está bastante metido en lo pastoral desde su introducción de mellotrón y el pronto asentamiento del dueto de canto y guitarra acústica, oportunamente ornamentado por la flauta. El entramado se enriquece con los ingresos del violín y las percusiones, aunque es cierto que la delicadeza esencial de la composición se mantiene intacta. El disco termina con su pieza más extensa:
‘Lullaby For A Broken Dream’, la misma que dura alrededor de 16 ¼ minutos. También hay unos acordes de guitarra acústica en su pasaje inicial, pero el foco central de esta extensa composición consiste en reforzar y capitalizar los climas de inquietud emocional y fuego espiritual que ya signaron antes a la canción #2. Aprovechando su extensión, el enfoque expresivo de ‘Lullaby For A Broken Dream’ abre una buena cantidad de espacios para potenciar los contrastes entre las secciones explícitamente intensas y las introvertidas de tenor bucólico. Alrededor de la frontera del séptimo minuto, se inicia un clima flotante y siniestro que invita a un delirante crescendo rockero que se traduce en una rutilante feria donde conviven lo Crimsoniano, lo Emersoniano y lo Genesiano. Según parece, los encuadres compartidos entre el órgano y el mellotrón dirigen la mayor parte de los registros temáticos que se van sucediendo. Tras este penetrante viaje por diversos parajes de agudeza apasionada, el epílogo hace que el bloque instrumental vire hacia un sistema de cadencias lentas donde reine lo majestuoso y se instaure una atmósfera cautivadoramente solemne. ¿Es la calma tras la tormenta? ¿Es una elegía? ¿O tal vez el retrato de una emancipación? Como sea, funciona como una evocación de enunciaciones grácilmente amables. Todo esto fue lo que se nos brindó con “Blazing Revelations” desde los cuarteles del joven maestro DOMINIC SANDERSON, una obra llena de vigor y versatilidad dentro de la más auténtica esencia del ideal progresivo del rock. Totalmente recomendable.
From The Weeping Cradle: https://dominicsanderson.bandcamp.com/track/from-the-weeping-cradle
Lullaby For A Broken Dream: https://dominicsanderson.bandcamp.com/track/lullaby-for-a-broken-dream
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