Thursday, March 08, 2012

PIERROT LUNAIRE: un legado de la música progresiva italiana originaria


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy se da la ocasión de hablar de un grupo italiano sorprendente e imprevisible que supo dejar una huella muy especial con dos discos de estudio durante la década de los 70s: PIERROT LUNAIRE.

Este sorprendente e imprevisible grupo italiano comenzó su trayectoria fonográfica con su homónimo álbum debut del año 1974, siendo su primera formación: Arturo Stálteri (piano, órgano, espineta, sintetizadores, celesta, percusión y canto), Vincenzo Caporaletti (guitarras acústica, clásica y eléctrica de 12 cuerdas, bajo, batería y flauta) y Gaio Chiocchio (sitar, mandolina, guitarras eléctrica y acústica, órgano, platillos, tímpanos y canto). El estilo progresivo que ellos comenzaron cultivando estaba bien enmarcado en la línea melódica de raíz bucólica, cercanamente emparentada con la onda de CELESTE y la faceta acústica de PFM. El rol de las guitarras (mayormente acústicas) es fundamental casi todo el tiempo a la hora de establecer las pautas armónicas y crear los ambientes reflexivos e intimistas que inundan el repertorio; por su parte, los teclados intervienen destilando cortinas, acordes y solos de piano y órgano con una delicadeza exquisita, mientras que las apariciones del sintetizador apuntan mayormente a complementar con ornamentos y texturas adicionales la labor realizada por las guitarras acústicas y los teclados más “convencionales”. Lo mismo vale para las intervenciones ocasionales de guitarra eléctrica y flauta.


Ahora bien, en este disco hay algo más que un simple catálogo de esbozos y esquemas amables: de alguna manera se filtran en ciertos pasajes algunos recursos sonoros ligeramente perturbadores, como si hubiese alguna fuerza de tensión subyacente al predominante clima bucólico, que a duras penas logra hacerse notar de vez en cuando. Esta tensión se manifiesta en algunas disonancias explotadas con suma sutileza, apelando más a una belleza misteriosa que a un desequilibrio deconstructivo. Esto se nota desde ya en el tema de entrada ‘Ouverture XV’, construido al modo de una pompa palaciega renacentista, en la cual la energía dispuesta en los acordes de piano destila una especie de inquietud en medio del dueto de guitarras acústicas. Otras muestras de sensibilidad acústica rociada con sorprendentes gotas de rocío disonante están contenidas en ‘Invasore’, la sincopada ‘Lady Ligeia’, y el sombrío ‘Narciso’. Pero por otra parte, la faceta pastoral queda reflejada con cautivante candor en ‘Raipure’ e ‘Il re di Raipure’, piezas muy mediterráneas; lo mismo sucede con ‘Sotto i ponti’. El instrumental de cierre ‘Mandragola’ es la pieza más bizarra del disco: sostenida sobre un compás marcial de piano, bajo y tímpanos, se extiende un motivo recurrente compartido por el órgano y el sintetizador, mientras algunos punteos de guitarra no exentos de agresividad se disparan a ratos al modo de contrapuntos ocasionales – finalmente, la coda expone un breve reprise del motivo del tema anterior, ‘La saga della primavera’, con una guitarra clásica que parece brindar una paz mística tras la explosión extrovertida que tuvo lugar. En fin, “Pierrot Lunaire” es un disco muy agradable y atractivo, con predominante sensibilidad acústica, pero dejando espacio para ciertas sonoridades extrañas. No nos dejemos engañar por los colores que ocupan la mayor parte de la envoltura: este disco contiene una complejidad inteligentemente sutil, manejada con elegancia y efectividad en simultáneo.


Tres años después de su homónimo disco debut, PIERROT LUNAIRE hizo una secuela totalmente ajena a la línea musical predominantemente bucólica del mismo para enrumbarse hacia caminos de abierta vena experimental. La dupla remanente de Stálteri y Chiocchio congregó a la mezzosoprano francesa Jacqueline Darby en la serie de aventuras que conforma el alucinado repertorio de “Gudrun”: una joya muy especial que salió a la luz en 1977, cuando el apogeo de la escena progresiva italiana estaba tocando su fase final. La instrumentación utilizada en el moldeamiento del nuevo material da mayor importancia a los sintetizadores tanto de parte de Stalteri como de Chiocchio. Por supuesto, el primero añade piano, órgano, espineta, violín, flauta dulce, percusiones y guitarra acústica a su arsenal, mientras que el segundo añade guitarras acústica y eléctrica, bajo, mandolina, clavicordio, cítara tirolesa, sitar y percusiones étnicas. Desafiando a las nociones convencionales de estructura y dejándose guiar por las musas de la sorpresa radical, el espacio que PIERROT LUNAIRE da a la absorción de influencias del RIO, la vanguardia electrónica, el dadaísmo y la cámara posmoderna. Las piezas están entrelazadas por sendos clicks de cámara fotográfica, como si cada tema fuera la encarnación musical de un recuerdo enmarcado.


El tema homónimo ocupa los primeros 11 minutos del disco, comenzando con capas y secuencias de sintetizador, sobre las cuales el canto de Darby, los ornamentos de guitarra eléctrica, acordes de piano y otros adornos varios se van aunando hasta crear una especie de clímax sostenido y permanente: una bizarra mezcla de krautrock y opereta de BERTOLT BRECHT. Marcando un agudo contraste, la pieza que sigue a continuación consiste en un espartano solo de piano que se concentra en su propia aura de introspección reflexiva: los silencios de ‘Dietro il silenzio’ resultan tan relevantes como los sonidos reales de piano, muy a lo ERIC SATIE. Luego sigue ‘Plaisir d’amour’, que consiste en una cantata dividida en dos secciones: la instrumentación de las partes cantadas se basa en capas de guitarra y sintetizador; el breve interludio instrumental está ejecutado en piano y congas, dándole así un toque de humor al asunto. Cualquier parecido con la balada de ELVIS PRESLEY ‘Can’t help falling in love with you’ no tiene nada de coincidencia: el hecho es que ‘Plaisir d’amour’ fue compuesto por un compositor de cámara germano-francés llamado Jean Paul Egide Martini (1741-1816), posteriormente adaptado a un arreglo orquestal famoso de parte de Hector Berlioz. Así pues, PIERROT LUNAIRE reivindica este patrimonio de la tradición francesa, yendo a su raíz pura para contaminarla con travieso espíritu experimental. ‘Gallia’ es una pieza compuesta por Darby, la misma que sirve para que ella juegue con su talento académico para el manejo de disonancias dadaístas – una vez más, sus compañeros se permiten trazar impenetrables viajes cósmicos con sus sombrías (incluso amenazantes) capas de guitarra y sintetizador.

La segunda mitad del disco comienza con ‘Giovane madre’, un tema basado en un atractivo motivo progresivo espacial, marcado por el sintetizador y el órgano y firmemente sostenido por una dinámica arquitectura rítmica en 3/4 (Massimo Buzzi funge de invitado a la batería), mientras Darby emite soliloquios, susurros y risotadas que van de lo sarcástico a lo jovial, y de allí a lo erótico. En algún momento irrumpe un jovial motivo renacentista, generando así una bizarra tensión que desafía la delicadeza misma de su belleza, como un cuchillo de papel que logra, contra todo pronóstico, cortar un robusto pedazo de madera. Se trata de la pieza menos anti-sinfónica del disco, por así decirlo, pero ciertamente bien integrada en la extravagancia metódica del mismo. ‘Sonde in profonditá’ empieza con un distante discurso radial, acompañado por un tenue motivo de órgano, al cual se suman la guitarra acústica, el sitar y el sintetizador para añadir coloridos evocativos. Los finales ruidos de oleaje completan perfectamente el aura contemplativa de la pieza. ‘Morella’ comienza con acordes barrocos de piano, efectivamente contrapunteados por citas renacentistas de cítara. El canto de Darby es el más emotivo de todo el disco, portador de una vibración ceremoniosa bastante cautivadora: las cortinas de sintetizador Solina le dan un aire ampuloso al asunto, sin perder la mesura. La pieza termina con un estilo de cabaret que da un giro hacia una alegría irónica, como ocultando un dolor bajo un manto de risa. En fin, el estrambótico ‘Mein Armer Italiener’ cierra el disco con la muestra más directa de humor absurdo. Su combinación de parodia de marcha militar, psicodelia, elementos pastorales y slogans nos pueden remitir muy fácilmente a los aspectos más teatrales de FRANK ZAPPA. Un cierre muy coherente para un disco muy críptico. "Gudrun" puede no ser un disco que se pueda recomendar abiertamente, pero sí deja muy bien el nombre de PIERROT LUNAIRE para los melómanos amantes de la línea más vanguardista del progresivo.


Hasta aquí tenemos el legado de PIERROT LUNAIRE como miembro de la diversa y prolífica escena progresiva italiana de los 70s. El hecho es que PIERROT LUNAIRE ha vuelto a hacerse presente en el nuevo milenio con la edición de “Tre” en 2011, aunque el título de este disco no nos debe conducir a confusiones: no se trata de un tercer disco de la banda en sí, sino de un tributo principalmente, con algunas composiciones viejas rescatadas de las archivos bien resguardados de PIERROT LUNAIRE. En la serie de tributos, hallamos a IL SEGNO DEL COMANDO elaborando una versión psicodélica de ‘Lady Ligeia’, a GRAN TURISMO VELOCE reestructurando la calidez de ‘Il re di Raipure’ en una exaltación de agilidad colorida alimentada de buen punche rockero, y a SCIARADA haciendo una traducción densamente surrealista del intimismo original de ‘Dietro il silenzio’. Las aristas más alevosamente abstractas están expuestas en los tratamientos que hacen INSONAR y CLAUDIO MILANO-MARCO TUPPO-LIIR BU FER de ‘Plaisir d’amour’ y ‘Gallia’, respectivamente. ‘Giovane madre’ aparece versionada dos veces: por CENTRAL UNIT, que decide preservar el esqueleto esencial de la pieza y añadirle un toque jazzero, y por SCIRIADA, que opta por remodelarlo dentro de un esquema sonoro agudo y filudo, muy en línea con el estándar del stoner. El mismo Arturo Stálteri hace una versión instrumental de ‘Morella’, haciéndola más solemne a través de sus intervenciones de piano, clavinova, piano electrónico y efectos de cintas. Entre las reliquias recuperadas para este disco, tenemos dos demos de “Gudrun” grabados por el dúo Chiocchio-Stálteri para los temas ‘Sonde in profonditá’ y ‘Mein armer Italiener’: estos demos revelan que las gestaciones de los susodichos temas se dieron en exploraciones de texturas y climas calmados, como si el jardín de lúcida extravagancia germinado en “Gudrun” requiriese de semillas de tranquilidad y riegos introspectivos para sostenerse en su fase inicial. Otras composiciones inéditas rescatadas son tres composiciones de Chiocchio: ‘Soldato’, ‘Cilla’ y ‘What’d you say’. Tres piezas nítidamente líricas,
absortas bajo un aura contemplativa, las dos primeras con base de piano, la última con base de dos guitarras acústicas – de hecho, esta última se condice bastante con el espíritu general del debut “Pierrot Lunaire”.

“Tre” es, simultáneamente, un viaje al pasado y una celebración de su legado de parte de actores presentes de la vanguardia italiana: un digno y oportuno homenaje póstumo a PIERROT LUNAIRE y al hombre Gaio Chiocchio, quien partió de este mundo a fines de julio de 1996, a la edad de 42 años. ¡Gracias a toda la gente de PIERROT LUNAIRE por la música!


Muestras de “Pierrot Lunaire”.-
Raipure: http://www.youtube.com/watch?v=VAgXno72hIE
Invasore: http://www.youtube.com/watch?v=QpQULffgbrk
Mandragola: http://www.youtube.com/watch?v=Ox1CEv9NwrE

Muestras de “Gudrun”.-
Gudrun: http://www.youtube.com/watch?v=__0L9F8O4JY
Giovane madre: http://www.youtube.com/watch?v=lGqehvfVWbw

Muestras de “Tre”.-
Il re di Raipure – GRAN TURISMO VELOCE: http://www.youtube.com/watch?v=vIpl856I-8Y
Giovane Madre – CENTRAL UNIT: http://www.youtube.com/watch?v=NEH-9fe9fO8


[El repaso de “Pierrot Lunaire” y “Gudrun” está basado en los siguientes enlaces de la página mexicana Manticornio: http://www.manticornio.com/rock-progresivo/P/PIERROT-LUNAIRE/pierrot-lunaire-album.php y http://www.manticornio.com/rock-progresivo/P/PIERROT-LU
NAIRE/gudrun.php]

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