HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA
CÉSAR INCA.
20 años después de ese momento sorpresivo
y contundentemente relevante que supuso la publicación del disco debut de ÄNGLAGÅRD,
este ensamble sueco volvió al mercado fonográfico en 2012 con “Viljans Öga”, un
disco cuya lentísima gestación ha tomado varios años desde que el grupo volvió
a tocar en festivales con el formato de
quinteto (sin Tord Lindman): el consorcio de Mattias Olsson (batería, percusión y efectos de
sonido), Johan Brand (bajo y pedales Taurus), Thomas Johnson (pianos,
mellotrones y sintetizadores), Jonas Engdegård (guitarras) y Anna Holmgren (flauta, melódica y saxofón tenor) ha
estado componiendo y desarrollando las nuevas ideas de manera muy sigilosa,
dando como resultado un ambicioso catálogo de piezas de largo aliento (entre 12
y 16 ¼ minutos de duración), pródigas en esas atmósferas otoñales que alternan
pasajes de explícita magnificencia y otros de contemplativa solemnidad de
acuerdo a parámetros que la banda convirtió en “marca de fábrica” desde el
inicio. Las plasmaciones de sonidos mágicos a través de este disco reciben también aportes de los siguientes músicos invitados: Tove Törnberg (cello), Daniel Borgegård Älgå (clarinetes alto y bajo, saxofón barítono) y Ulf Åkerstedt (tuba, trompetas bajo y contrabajo). La tónica general de “Viljans Öga” está en consonancia con el aura de
“Epilog”, pero con una dosis más constreñida de densidad en los explayamientos
del repertorio. Todo esto es lo que se ha venido cocinando en los cuarteles de
esta banda que se ha mantenido activa de forma demasiado inconstante desde su
retorno a los escenarios en 2003 (incluyendo actuaciones en las ediciones de
los festivales NEARFest y Crescendo, además de eventos en otros lugares de
Francia, Alemania y su natal Suecia).
El inicio del primer tema, ‘Ur Vilande’, se ubica dentro de un lirismo sereno
enmarcado dentro de un esquema pastoral, lirismo que se desarrolla en un
refinado desarrollo temático en el que la flauta ocupa un rol protagónico
dentro de la arquitectura grupal, completada por guitarras acústicas y suaves
intervenciones de los teclados, percusiones y bajo. Eso sí, hay retazos que
dejan entrever la latencia de una densidad emocional, y esto prepara al oyente
para lo que parece la inminente irrupción de una sonoridad fastuosa. ¡Voilá!,
una vez emergido este momentum en la frontera del cuarto minuto, el grupo está
preparado para dejarse guiar por sus musas retro-progresivas, desplegando un
ingenio vitalista sin recurrir a sobredimensionamientos. En efecto, los
recovecos de los ampulosos motivos se encuadran en una sobria y muy cuidada
ingeniería melódica, aunque no falta ocasión para desarrollar algún que otro
pasaje donde se arman tensiones a lo YES de la etapa “Relayer”. El segundo
tema, titulado ‘Sorgmantel’,
porta un encuadre temático más dado a la priorización de dinámicas sueltas, una
vitalidad que se impulsa a partir de intensos esquemas rítmicos y celebraciones
varias de los potenciales coloridos que pueden emerger de la flauta, la
guitarra y los teclados. Las consabidas referencias al KING CRIMSON de los 70s,
el GENESIS 70-72, más los clásicos referentes escandinavos de TRETTIOÅRIGA KRIGET
y RAGNARÖK están a la orden del día. Algunos de los mejores solos de Engdegård se hallan, según lo percibimos, en esta
pieza.
‘Snårdom’, a la sazón la pieza más extensa del
álbum, tiene un efectivo comienzo impetuoso, incluso travieso, donde se
conjugan las herencias de SAMLA MAMMAS MANNA, ZAPPA, YES y el KING CRIMSON de
la etapa “Lizard”. Más adelante, la banda explora atmósferas mucho más
reposadas, valiéndose de envolventes desarrollos líricos en lo que la serenidad
y la melancolía se imponen como emociones predominantes. Poco antes de la
barrera del 13er minuto se arma un crescendo que prepara el camino para un
hermoso epílogo fastuoso, ceñido al estereotipo del retro-prog escandinavo
(muchas afinidades con el ideario de WHITE WILLOW, por poner el primer ejemplo
correlativo que se nos viene a la cabeza). Los últimos 13 minutos y pico del
disco están ocupados por ‘Längtans Klocka’, pieza que comienza enrostrándonos
una atmósfera solemne repleta de vibraciones nebulosas, pero pronto la
electricidad se impone para llevar la solemnidad hacia senderos de robustez de
carácter, siempre bajo las pautas de sofisticación y variantes sorpresivas
propias de la tradición sinfónica. Cabe una mención especial para la sección
circense, la cual porta una cierta aureola entre tétrica y patética – un
momento de tensión emocional bastante motivador –, además de condicionar el
carácter urgente de la breve coda.
Hay novedades interesantes y sorprendentes en los cuarteles del ensamble progresivo sueco ÄNGLAGÅRD: resulta que se han incorporado el baterista/percusionista ÄNGLAGÅRD sto quiere decir que Jonas Engdegård, Mattias Olsson y Thomas Johnson ya no operan desde esta entidad donde ellos jugaron sus roles tremendamente cruciales, e incluso cabe notar que el último de ellos era reemplazado en las actuaciones en vivo por David Lundberg. “Viljans Öga” queda, pues, como testimonio de un renacer y testamento de una etapa de – ¡gracias por la música, maestros!
Muestras de “Viljans
Öga”.-
Snårdom: http://www.youtube.com/watch?v=aPjOaFfw6-c
Sorgmantel [en vivo]: http://www.youtube.com/watch?v=4gXS5XYB0es
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