HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy se da la
afortunada ocasión de virar nuestras mentes y oídos a unos suecos que conocemos
de antes, los del cuarteto MY BROTHER THE WIND: hacemos esto por motivo de su nuevo registro
fonográfico de estudio “Once There Was A Time
When Time And Space Were One”, publicado por el sello Free Electric Sound (en asociación con Laser’s Edge) a inicios de
octubre, tanto en formato digital como de vinilo. La formación actualmente operativa
consta de Mathias Danielsson [guitarras eléctricas y acústica de 12 cuerdas,
flauta dulce tenor], Ronny Eriksson [bajo], Nicklas Barker [guitarras
eléctricas y acústica de 12 cuerdas, mellotrón] y Daniel Fridlund Brandt
[batería, percusión]; o sea, el grupo cuenta ahora con nuevo baterista. De
hecho, la presencia de Brandt ya quedaba registrada en el disco en vivo “Live
At Roadburn 2013”. La dinámica para elaborar y registrar este material de “Once There Was A Time When Time And Space Were One” ha sido la misma que en los dos discos precedentes
– “Twillight In The Crystal Cabinet” y “I Wash My Soul in the Stream of Infinity” –, o
sea, encerrarse en el estudio en un solo día (en este caso, un día de enero del
2013) y hacer estructuraciones improvisadas de ideas musicales mínimamente delineadas,
gestando así aventuras psicodélicas al ritmo del flujo de las ideas del
momento.
El repertorio del
álbum se abre con ‘Prologue’, que es justamente eso, un breve prólogo cósmico
que gentilmente desata las cuerdas del navío de ‘Song Of Innocence’ para que se
explaye en su crucial odisea. Esta composición que consta de dos partes –
expandiéndose sucesivamente en un total de 11 ¾ minutos – instaura
tempranamente un punto de referencia para el repertorio integral. La primera
parte es contemplativa, ostentando un nivel sabiamente contenido de aguerrida
expresividad sobre un medio tiempo que ayuda a capitalizar la ambientación
ensoñadora predominante; la segunda parte emerge como un vendaval visceral que
brilla con una luminosidad agresiva, notoriamente influida por el modelo del
HAWKWIND pre-1974 y, hasta cierto punto, también de GURU GURU. El carácter
extrovertidamente afilado de la segunda parte de ‘Song Of Innocence’ alimenta
idóneamente la expectativa ante la furia space-rockera que articula el siguiente
tema, ‘Into The Cosmic Halo’, una furia que no se niega a incorporar grooves
propios de la tradición del stoner. El solo de guitarra que entra a tallar a
poco de pasada la barrera del cuarto minuto grita la influencia del paradigma
de BLACK SABBATH. Para ‘Misty Mountainside’, Fridlund Brandt y Eriksson
intercambian roles con el primero tocando el bajo y el segundo aplicándose a
las congas; mientras los otros dos se reparten la guitarra acústica y la flauta
dulce, el ensamble está listo para regalarnos un viaje sonoro etéreo en clave
de acid-folk, muy en onda con el legado de AMON DÜÜL II y los patrones de la
psicodelia con raíces étnicas exóticas.
La otra composición
larga del disco es ‘Garden Of Delights’, y de hecho es la más larga, durando 12
minutos. El grupo empieza a dejar la vitalidad robusta y cruda del space-rock
para asentar sus nuevos paseos sonoros por las carreteras destellantes del
krautrock, repletas de punzante espiritualidad, envuelta por una bruma mágica:
ASH RA TEMPEL y AGITATION FREE son los principales referentes inspiradores para
las armazones incansables de los guitarreos y el groove solemne concretizado
por la dupla rítmica. El pasaje final, al estar marcado por capas de mellotrón,
aviva la ilusión de estar metidos en un ensueño iluminado por las llamas de
algún tipo de pentecostés; también se nota un cierto aire Crimsoniano en esta
atmósfera conclusiva (etapa 73-74). ‘Thomas Mera Gartz’ funge como una especie
de coda de ‘Garden Of Delights’ con sus capas minimalistas que parecen inundar
el espacio en una serie de ensoñadores surcos de maelstrom, a la vez que
prepara el terreno para la penúltima pieza del álbum, justamente la homónima.
La estructura de ésta nos devuelve al área de la psicodelia étnica, reclamando
sobriamente los ecos krautrockeros heredados de ‘Garden Of Delights’ (como una
cruza entre AGITATION FREE y GILA). Engarzándose con ‘Once There Was A Time…’, ‘Epilogue’ se encarga de cerrar el repertorio con un jam penetrado por
una estupenda ambientación flotante sobre un ágil esquema rítmico en 6/8: dueño
de un vitalismo elegante, este epílogo ahonda en el aspecto íntimamente lírico
de la banda.
Como resumen final, casi
tres cuartos de hora de esplendor prog-psicodélico nos brinda el repertorio de “Once There Was A Time When Time And Space Were One”… como no podía ser de otro modo, teniendo en
cuenta que se trata de una obra gestada por MY BROTHER THE WIND. Esta
asociación de Matthias Danielsson, Ronny Eriksson, Nicklas Barker y Daniel
Fridlund Brandt ha gestado un aporte sumamente valioso a la hora de gestar nuevos tiempos y nuevos espacios para el estándar del
rock progresivo psicodélico contemporáneo. ¡Sumamente
recomendado!
Muestras de “Once
There Was A Time When Time And Space Were One”.-
Song Of Innocence
[grabando el tema en el estudio]: https://www.youtube.com/watch?v=GHXgmjaZDmo
Into The Cosmic Halo: https://www.youtube.com/watch?v=7Sn8aqjoWuc
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