HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Desde su rincón de Cincinnati, Ohio, la
gente de PERIDONI vuelve a la carga con su propuesta progresiva para los
tiempos de ahora: un híbrido sobrio de sinfonismo, psicodelia, jazz-rock, sensibilidades
electrónicas y vanguardia pop al estilo de las escuelas de RADIOHEAD y MUSE. Su
nuevo trabajo se titula “Jade” y fue publicado a fines de enero pasado por vía independiente. Este cuarteto conformado por Cory Donnini [guitarras eléctricas y acústicas] , Kaleb Perrin [bajo y canto], Ben Steinkamp [batería] y Kevin Harris [teclados y sintetizadores] concreta con éste, su segundo trabajo de larga duración, consolidar su propuesta ecléctica mientras amplía sus subterfugios estilísticos con miras a madurar las proyecciones performativas del ensamble. La cosa ha funcionado muy bien en la secuencia de las piezas que conforman el repertorio de “Jade”, disco al cual ya designamos desde el primer párrafo de la presente reseña como un triunfo artístico. Veamos ahora los detalles de dicho repertorio, ¿de acuerdo?
‘Fission’ abre el álbum
con una exhibición jazz-progresiva cuya exquisitez se siente arraigada en los
legados simultáneos de WEATHER REPORT y BRUFORD con unos aires modernos que nos
remiten a la faceta menos filuda de unos TRIBAL TECH. El esquema compositivo
es, en líneas generales, sencillo, pero son los arreglos del ensamble los que
permiten que el tema goce de una sofisticación especial. Acto seguido llega el
turno de ‘Follow Thru’, tema que sucede al esplendor particular de la pieza de
entrada con un parcial viraje hacia la psicodelia progresiva, lo cual hace que
el encuadre melódico creado para la ocasión adquiera un renovado talante etéreo
que favorece una suerte de priorización de lo sinfónico sobre lo
jazz-progresivo. Así, parece que ahora nos encontramos en el terreno de la
hibridización entre HIDRIA SPACEFOLK y KARMACANIC: en la parte inicial opera un
swing garboso sobre el que se instala la ingeniería sonora global, pero pronto se
instala el aura predominante que hemos descrito antes. La semilla está sembrada
para que el grupo se asiente sobre terreno firme en la forja y el pulido de las
aristas más ambiciosas de su visión musical, y es en este contexto que resulta
idóneo que ‘Pendulum’ imponga su presencia como la pieza más extensa del
repertorio (dura casi 9 minutos). La bien articulada confluencia entre las
vibraciones sinfónicas en las labores de guitarra y teclado y la delicada base
jazz-rockera armada por la dupla rítmica se proyecta con una magia cautivadora
a través de la claridad melódica que se va esparciendo a paso firme. El asunto
está a medio camino entre CAMEL y SPECIAL PROVIDENCE, con algunos toques de
PLANET X insertados para potenciar el efecto deseado. También se abren algunos
espacios para la elaboración de algunas capas y ornamentos espaciales de
sintetizador que entran a tallar con una adecuadamente sobria efectividad. El
cuarto tema del álbum es el que le da título al mismo, y su estrategia temática
consiste en exponer un solvente híbrido de RADIOHEAD (etapa del segundo disco) y MARILLION (etapa del nuevo milenio), lo cual supone un abierto contrapunto a la táctica de exquisita luminosidad jazz-progresiva que había sido predominante en los primeros 20 minutos del repertorio.
Con
la dupla de ‘Prisma Color’ y ‘Shimmer’, el ensamble se decide a ahondar en sus recursos de dinamismo grácil, dándose en el primero de estos casos una versión ligera del discurso space-rock progresivo donde se incorporan elementos neo-progresivos junto a un estupendo solo de guitarra al estilo de JEFF BECK cerca del final. Por su parte, ‘Shimmer’ instaura cercanías con la faceta cósmica de unos PORCUPINE TREE además de los RADIOHEAD de la fase 2003-7 y la faceta más sofisticada de MUSE, estableciendo una aureola un poco menos extrovertida que la de la canción precedente. Una vez más, un solo de guitarra cercano al momento final impulsa un dinamismo climático merced a su capacidad de mezclar florituras virtuosas y matices sugerentes. Por el momento, parece que el disco se había orientado hacia un cierto tipo de luminosidad sonora en la secuencia de los tres primeros temas, mientras que a partir del cuarto, una nueva orientación se ha venido reconstruyendo: pues bien, en este punto es que ‘Shimmer’ establece una nueva cima expresiva. Así las cosas, mientras nos acercamos al final del
álbum, llega el turno de ‘Are You There’, una canción melancólica en clave de pop-rock con sobrios ornamentos progresivos. Aunque la canción en sí no es muy larga (dura poco menos de 5 minutos y cuarto), permite que se geste en su pasaje final un envolvente solo de sintetizador que se luce con la fineza propia de la orfebrería. Algunos resabios hay aquí de los TALK TALK del segundo álbum, pero básicamente se trata de un ejercicio cálido de rock accesible ornamentado con una luz señorial. Ocupando los últimos 5 ¾ minutos del
disco, ‘Static Array’ establece una interesante excursión en el dinamismo flotante propio del paradigma del post-rock sobre la base de un esquema rítmico moderadamente complejo. En sus minimalistas ejercicios respectivos, la guitarra y el teclado se dan buena mañana para motivar un retrato sonoro de espiritualidades crepusculares y paisajes otoñales. Para nada terrorífico sino mágicamente misterioso, el clima relajadamente noctámbulo que marca a esta pieza de cierre nos invita a decir adiós a la luz sin miedo a la oscuridad.
Si con su disco del anterior año 2016 “Pixel
Pieces On A Parallel Plane” la gente de PERIDONI había logrado captar nuestra
atención con una actitud de gentil admiración, ahora con “Jade” demuestra que
se halla en un estado de creativa evolución musical dentro del encuadre ecléctico
que ha escogido como posición particular dentro del variopinto escenario del
art-rock de nuestros días. Bendiciones al grupo PERIDONI por las refrescantes alegrías
melómanas que nos brindan.
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