HOLA, AMIGOS DE
AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Esto que presentamos es algo
fenomenal, simple y llanamente fenomenal, y usamos este adjetivo en el sentido de
lo peculiarmente ingeniosa que fue la vanguardia rockera estadounidense de los
70s: nos referimos a bandas como HAPPY THE MAN, YEZDA URFA, THE MUFFINS, y ya
con un perfil más notorio, FRANK ZAPPA. En relación con el tercero de los grupos
antes mencionados, traemos a colación a un colectivo llamado ILLEGAL ALIENS,
que incluía a la mayor parte de los integrantes de la alineación original de THE
MUFFINS en simultáneo. Por iniciativa del teclista-vientista Dave Newhouse, se
ha reeditado recientemente (el pasado 7 de agosto, para ser exactos) una
recopilación de grabaciones realizadas por ILLEGAL ALIENS entre los años 1975 y 1978 en The Animal Nations, bajo el título de “Territory”. Esto vio la luz por primera vez muy tardíamente, en el año 1989, en formato de casete. Ahora, bajo la remasterización realizada por Ian Beabout en el ShedSounds Studio, y con su portada rediseñada por Eric Kearns en el estudio de diseño PhinBot Graphics, este testimonio de ILLEGAL ALIENS vuelve a la luz en formato de descarga desde el blog de Bandcamp del maestro Newhouse. El personal permanente de
ILLEGAL ALIENS estaba conformado por un ensamble de músicos versátiles: el antes mencionado Newhouse [teclados, vientos, bajo y guitarra],
Billy Swann [bajo, teclados y batería], Scott Raffel [vientos, batería, violín
y teclados] y Steve Feigenbaum [guitarras]. Todo este arsenal sonoro está
complementado ocasionalmente por las apariciones momentáneas de Gary Mayne (batería),
Reid Brown (trompeta), Barney Jones (guitarra) y Laurie Liebenson (saxo soprano). Como dato entrañable, la publicación de este material está dedicada a la memoria de uno de los integrantes del grupo, Scott Raffel. Bueno, vayamos ahora a los detalles de “Territory”, ¿vale?
‘Captains In Council’ abre el
repertorio y lo hace a lo grande, creando un sublime ejercicio de cálidos dinamismos y grooves jazz-progresivos que nos remite tanto a los espíritus de los discos cuarto al sexto de SOFT MACHINE como al paradigma de WEATHER REPORT. En medio de todo el ensamblaje instrumental que tiene lugar, se nota que las columnas de Hércules del bloque sonoro son el piano eléctrico y la batería. El saxofón añade un colorido extra con sus ocasionales florituras, un tanto graves en su ceremoniosa expresividad. ‘Code Napoleon’ se instala en un terreno más espartano con su esquema compositivo más cáustico, pero la forma de traducir el mismo a la concreción performativa se hace con tanta soltura que, en buena medida, se puede decir que lo que ha hecho el grupo básicamente ha sido remodelar la agilidad de la pieza de apertura para llevarla por una senda más mecanicista. Esa agilidad se siente bastante en los ornamentos percusivos que se suman a la estricta labor ingenieril de la bateria. La dupla de ‘4 Rooms’ y ‘2 Cities’ está a cargo
de exhibir más aristas experimentales de parte del ensamble. El primero de estos temas mencionados se impulsa hacia la lógica deconstructiva propia de unos HENRY COW con algunos matices añadidos del lirismo bizarro de inspiración Zappiana (especialmente en esos pasajes en los que la percusión tonal asume un rol protagónico). Por su parte, el segundo de ellos se explaya en un ejercicio vanguardista que enlaza la fase cósmica de SUN RA con el posmodernismo académico propio de la musique concrète. Cuando llega el turno de ‘Sputnik’ (tema engarzado con ‘2 Cities’), el grupo está listo para volver a ejercitarse en la instalación y el desarrollo de un swing llamativo y reconocible, situándose a medio camino entre la soltura jovial del primer tema del repertorio y la extroversión mecanicista del segundo. Con el arribo de ‘Happy Charlies’, la jovialidad sigue adelante y lo hace con una estrategia muy específica de crear un motif Zappiano y elaborarlo con un arreglo al estilo de un híbrido de HATFIELD AND THE NORTH y EGG. La conclusión del cuerpo central está guiado por un festival percusivo mientras que el epílogo está signado por un delicado juego disonante de maderas. Todo un cénit del álbum, una de nuestras piezas firmemente favoritas del álbum.
La miniatura ‘Student Page’ y
‘The Forgotten Man’ completan conjuntamente un espacio de poco más de tres minutos y medio. ‘Student Page’ es un pasaje solitario de piano eléctrico ensimismado en su propias vibraciones introvertidas, mientras que ‘The Forgotten Man’ es una versión free-jazzera de la faceta más etérea de HENRY COW. ‘Hour Of Vienna’ sigue explorando esta estrategia sónica con una ampliación notoria del espíritu deconstructivo, siendo así que los músicos hacen de su búsqueda de diálogo el núcleo de su propio motivo común. Lo único constante está en las misteriosas pulsaciones del bajo, cobijadas en su propio minimalismo. Durando poco más de 11 minutos, ‘Journals’
es el ítem más extenso del disco. Ya a estas alturas, el grupo ha establecido apropiada y claramente su lenguaje, así como su habilidad para incorporar creativas variantes dentro del mismo, por lo que esta pieza sirve, en buena medida, como la definitiva declaración de principios estético de los Sres. Fiegenbaum, Newhouse, Raffel y Swann. El grupo transita fluidamente a través de la nutrida y veleidosa ilación multitemática, pasando del jazz-prog de modalidad Canterbury a una psicodelia progresiva de matices Crimsonianos, con algunos parajes fusionescos que parecen coquetear extravagantemente con el acid folk, otros arrojados a exploraciones free form donde se combinan lo árido con lo distinguido (casi al modo de una cruza entre FAUST y HENRY COW). Tal vez tenemos aquí los mejores solos de guitarra del disco (uno iniciado a la altura de la frontera del octavo minuto, el otro, alrededor del noveno minuto y medio) con una estupenda maniobra para hilvanar los paradigmas de Fripp y de Frith; de hecho, el último de estos solos articula el centro del clímax concluyente de la pieza. Con todo lo que se ha plasmado aquí, vemos que el grupo se esmeró por mostrar su potencial épico de una manera suntuosa; el cénit definitivo de este repertorio. Otra miniatura es ‘Battle Language’, la cual consiste en un breve ejercicio de grooves ágiles donde se preserva el aspecto más vigoroso de la pieza precedente; es una pena que no dure más tiempo, pues el motif es muy atractivo de por sí, pero ya llega el turno de la última pieza de este repertorio, la misma que se titula ‘Wands’. La base del desarrollo temático se focaliza en un solipsista e intrigante dueto de saxos que gesta una vía intermedia entre lo dadaísta y lo tenebroso. En algún momento irrumpen ornamentos de órgano y percusión, pero principalmente, la estructura de la pieza se centra en cómo, poco a poco, se suelta uno de los saxos para elaborar un clima de juguetona tensión que sirve para matizar crecientemente ese factor tenebroso que al inicio ocupaba un rol prominente. Un desafiante ejercicio deconstructivo para concluir este paseo por una nave perdida en las profundidades del mar de la vanguardia estadounidense de los 70s.
Los nombres de ILLEGAL ALIENS y “Territory” deben ser anotados en cualquier agenda de búsqueda de cualquier amante de la música progresiva vanguardista. Cada byte contenido en la reedición de este tesoro recuperado desde aquel lejano territorio de la vanguardia progresiva estadounidense de los 70s vale su peso en oro.
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