HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Con un poco de tardanza, pero con todo el respeto debido, rendimos hoy honor póstumo al maestro KLAUS SCHULZE, figura señera de la exploración musical electrónica desde la década de los 70 hasta su último año de vida. Tras unos pasos iniciales en sucesivas membrecías dentro de TANGERINE DREAM y ASH RA TEMPEL como baterista-percusionista, no tardó mucho en centrarse en los teclados para forjar su propio nombre dentro de la escena experimental germánica que usualmente se denomina krautrock cósmico o electrónico. SCHULZE se labró un lugar propio dentro de la élite de la vanguardia electrónica y abstracta con obras tan grandiosas y tan emblemáticas como “Blackdance” (1974), “Timewind” (1975), “Moondawn” (1976), “Mirage” (1977) y “X” (1978). Estamos hablando de discos referentes de la máxima expresión de la Escuela de Berlín: de hecho, el segundo de estos discos mencionados ganó el galardón Grand Prix du Disque de parte de L’Académie Charles Cros. Más adelante en su carrera, él tuvo la oportunidad de retomar provisionalmente el proyecto de ASH RA TEMPEL con su amigo de toda la vida Manuel Göttsching mientras seguía haciendo discos solistas y en proyectos compartidos. “Kontinuum”, del año 2007, suele ser considerado como su obra más notable para el actual milenio. No estando ya entre nosotros, la publicación de “Deus Arrakis” que tuvo lugar el 1 de julio de 2022 por vía del sello SPV (tanto en CD como en doble LP) supuso su póstumo momento de gloria dado que ya había partido al más allá dos meses y pico antes por causa de una deficiencia renal basada en una enfermedad que le aquejaba desde muchos años atrás. Las tres suites incluidas en esta obra, la #47 de su copiosa discografía de estudio, están conceptualmente basadas en la celebérrima novela Dune de FRANK HERBERT, siendo así que la mera existencia de este disco fue instigada por la colaboración que tuvo SCHULZE con HANS ZIMMER en la creación de la banda sonora de la película de 2021 dirigida por el canadiense DENIS VILLENEUVE.
Pero, de todas maneras, no se trató de la primera manifestación de esta obra literaria en el legado de SCHULZE: de hecho, él realizó junto al legendario ARTHUR BROWN el álbum “Dune” en el año 1979, y el propio HERBERT inspiró uno de los temas incluidos en “X”. ZIMMER confesó a SCHULZE que su labor compositiva para la banda sonora de la película antes mencionada estuvo inspirada por “Dune” y “X”, lo cual motivó al propio SCHULZE a volver al imaginario literario de HERBERT para hacer este disco, poniendo un foco especial en los desiertos de Arrakis. En realidad, las primeras ideas musicales comenzaron sin este concepto, siendo así que éste recién cobró forma cuando ya los procesos de creación y grabación estaban avanzados. Tom Dams fue asistente de SCHULZE en las sesiones de grabación en el Moldau Musikstudio y el Walhalla Studio; además, se encargó de realizar la masterización en el Studio Forstmehren. El arte gráfica es de la autoría de Christian Böhenhorst. Repasemos ahora los detalles del repertorio contenido en “Deus Arrakis”. La primera de las tres suites del disco se
titula ‘Osiris’ y dura poco menos de 18 ½ minutos, dividiéndose en 4 Partes. La atmósfera gentil y envolvente que se impone desde el primer instante se explaya a través de capas etéreas que se van haciendo, poco a poco, más gruesas sin perder su encanto celestial. Ulteriores secuencias armónicas acrecientan sostenidamente la señorial candidez del perpetuo momentum musical hasta que emerge. una nueva capa etérea que deja atrás lo realizado en los seis primeros minutos y crea un nuevo cielo donde flotar, asumiendo ahora una especie de gravedad otoñal. Dicha gravedad se hace más pronunciada poco antes de llegar al minuto 11, y es allí donde el permanente señorío asume un talante de grisácea solemnidad, aunque todavía hay algunos espacios donde la luminosidad primigenia emerge esporádicamente: esos momentos de ímpetu solar que son inteligentemente contenidos por una amable neblina vespertina. El pasaje epilogar es relajado y fulguroso, al modo de un retorno frontal a la atmósfera que predominó en los 4 primeros minutos.
La segunda suite se llama ‘Seth’ y es el más largo del repertorio, ocupando un espacio de 31 ¾ minutos y estando conformada por 7 Partes. La Parte 1 tiene, desde el mismo punto de partida, un enfoque musical tenso y muy dado a generar torbellinos disonantes e inquietantes desde un centro neurálgico denso; pasan muchas cosas en muy poco tiempo. Ya la Parte 2 regresa a los recursos solemnes propios de una atmósfera cinematográfica de corte futurista, pero hay algo distinto respecto a la suite precedente que se evidencia en las Partes restantes: todo es, en general, más vibrante, a la par que abre mayores vías para la emergencia de recursos crepusculares. En varios pasajes, la instrumentación adopta una actitud más cercana al minimalismo compositivo mientras pone las armonías sintetizadas más al frente; en otras ocasiones, reina una peculiar vitalidad que permite la gestación de parajes orquestados donde lo impresionista y lo surrealista entablan una bizarra, pero eficaz comunión expresiva. Los aportes al cello del músico invitado Wolfgang Tiepold resultan bastante relevantes a la hora de añadir un colorido extra al asunto. La secuencia de las Partes 5 y 6, que transita de lo suntuoso a lo introspectivo, exhibe un paisaje particularmente hermoso, muy ligado a la faceta más majestuosa del legado histórico de SCHULZE. Posiblemente se trata de nuestra suite favorita del álbum. La última suite tiene 5 Partes y responde al título de ‘Der Hauch Des Lebens’, durando 27 minutos y pico. Aquí aparece como invitada Eva-Maria Kagermann, quien aporta vocalizaciones. La prestancia musical diseñada para la ocasión se orienta hacia lo contemplativo mientras proyecta algunos momentos en los que lo fastuoso reina en la ingeniería sónica; esto último resulta particularmente relevante en la extensa Parte 3 (dura 8 minutos), la cual ostenta una suntuosidad aristocrática cuyos cristalinos efluvios se sienten perfectamente encuadrados dentro de un entramado imponente. La inmersión en la Parte siguiente hace un viraje hacia un ensueño mágico que, de manera muy meticulosamente dosificada, deja que su minimalismo estructural se alumbre con un fulgor cósmico delicado, el mismo que se refuerza sostenidamente con la última Parte, la cual concreta el final perfecto para el álbum. Es como realizar un viaje reconstructivo desde “Mirage” hasta “X” desde un enfoque híbrido entre lo añejo y lo actual tras los ecos de “Kontinuum”.
Nos sentimos muy complacidos por la existencia de esta obra que, de manera convincente e incisiva, supone un nuevo triunfo para la música electrónica contemporánea de la mano, justamente, de uno de sus campeones definitorios durante más de 5 décadas: KLAUS SCHULZE. “Deus Arrakis” se gestó en un momento preciso de confluencia entre inspiración musical e inspiración literaria en medio de un contexto específico de la industria cinematográfica, y se concluyó a tiempo para que funcione como la despedida de este artista consumado mientras se cerraba el telón del teatro de su existencia terrenal. ¡Ovación amplia, cerrada y agradecida para el maestro KLAUS SCHULZE (4 de agosto de 1947 – 26 de abril de 2022)!
Muestras de
“Deus Arrakis”.-
Osiris Pt
#1: https://klausschulze.bandcamp.com/track/osiris-pt-1
Seth Pt #5:
https://klausschulze.bandcamp.com/track/seth-pt-5
Seth Pt #6:
https://klausschulze.bandcamp.com/track/seth-pt-6
Der Hauch Des
Lebens Pt #2: https://klausschulze.bandcamp.com/track/der-hauch-des-lebens-pt-2
Der Hauch Des
Lebens Pt #3: https://klausschulze.bandcamp.com/track/der-hauch-des-lebens-pt-3
* En el blog británico Electricity Club, el maestro SCHULZE concedió una entrevista cuando (sin saberlo) le faltaban pocos días de vida. He aquí el enlace: https://www.electricityclub.co.uk/klaus-schulze-interview/
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