HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Nos llegan excelentes noticias desde el sello AMS Records: el nuevo disco de la veterana banda italiana NUOVA ERA se publicó el pasado 28 de febrero, tanto en CD como en vinilo. Se trata de “20.000 Leghe Sotto I Mari”, álbum conceptual inspirado en una de las más populares novelas del literato francés JULES VERNE. 9 años después de su anterior trabajo de estudio “Return To The Castle”, el cuarteto conformado por Walter Pini [teclados y voz], Rudi Greco [bajo], Maurizio Marra [batería y percusión] y Alex Camaiti [guitarras eléctrica y acústica de 12 cuerdas, y voz] vuelve a la carga con su sempiterna visión del rock progresivo sinfónico rebosante de vigor y fuerza de carácter. Las letras de la suite homónima son de la autoría de James Hogg. El Parsifal Centro Musicale de Sesto Fiorentino, Florencia, fue el lugar donde se realizaron las grabaciones y donde también tuvo lugar el proceso de mezcla.
Siendo el álbum conceptual que es, la suite homónima es el ítem central y realmente significativo del disco. Ella dura cerca de 36 ½ minutos y consta de las siguientes secciones: ‘La Partenza’, ‘La Caccia’, ‘Smarrimento’, ‘Capitan Nemo’, ‘Il Signore Delle Acque’, ‘Mondi Misteriosi’, ‘Profondo’ y ‘Prigionieri Dell’Abisso’.* Todo comienza, como es natural, con ruidos de ambientes marinos y al poco rato entra a tallar una secuencia de órgano que, a su vez, abre campo al grupo íntegro para que arme un pomposo prólogo inserto en una cruza entre lo romántico y lo gótico. Las cosas no tardan mucho en animarse dentro de un enclave donde se conjugan los paradigmas de EMERSON, LAKE & PALMER, METAMORFOSI y ALPHATAURUS, siendo así que las transiciones entre pasajes suntuosamente musculares y otros más envolventemente líricos fluyen con perfectamente pulcra fluidez. Teniendo en cuenta la fuerte presencia del órgano, el sintetizador y el mellotrón dentro del arsenal de los teclados y el vigor preciso de la batería, ambos comparten la posición directriz de los esquemas expresivos con los que manifiestan los motivos sucesivos. Los ocasionales solos de guitarra y las ornamentadas líneas del bajo completan el paisaje con impactante solvencia. Recién es cuando nos acercamos a la frontera del séptimo minuto que entra en acción el canto por primera vez. Alrededor de la frontera del noveno minuto y medio, la banda decide tomarse un largo tiempo para explorar matices más serenos bajo el ropaje de una atmósfera ceremoniosa. El asunto se explaya a través de variaciones entre lo introspectivo y lo majestuoso, algo que acerca al grupo al legado de LE ORME de la fase 1972-74, aunque sin dejar de lado la robustez inherente a la esencia estética del ensamble. Una sección de inspiración barroca da un giro fulguroso a la persistente ceremoniosidad antes de que un factor extrovertido entre en acción alrededor de la frontera del decimonoveno minuto (al modo de BIGLIETTO PER L’INFERNO con tonalidades de ALPHATAURUS). En un lapso de poco más de 5 minutos, se usa una alternancia entre estas dos vertientes significativas, lo cual facilita el despliegue ágil de varios recovecos melódicos cuya ingeniería común va revelando su bien blindada cohesión.
Con el arribo de otro momento ceremonioso con un impacto muscular, la banda realiza un nuevo ejercicio de testimonios señorialmente apasionados. Esto termina aterrizando en una suerte de jam jazz-progresivo con protagonismo del órgano mientras la guitarra y otros teclados van añadiendo cromatismos que, de manera gradual, conducen a un final solemne. La vitalidad aumenta razonablemente poco antes de llegar a la frontera de la media hora para regresar a climas góticos llamativos. En algún momento, entran a tallar unas suntuosas capas mellotrónicas cuya misión consiste en tender un puente hacia un moto perpetuo que está diseñado para signar el epílogo de la suite. Notamos aquí la irrupción de vibraciones combinadas de MUSEO ROSENBACH y los GENESIS de la etapa 1970-72. Hay un tenor elegíaco en la forma en que las capas y agitaciones sónicas se van amontonando con el propósito de crear un crescendo dramático inapelable que se encauza inevitablemente hacia un desplome aguerridamente caótico. La coda del distante piano de vodevil parece simbolizar el registro de los eventos pasados que quedan para ser rescatados y evaluados para el futuro. Tras este grandioso y grandilocuente trayecto de ‘20.000 Leghe
Sotto I Mari’, tenemos algo más en el CD: un extenso tema titulado ‘Nautilus’ –
dura poco más de 16 minutos – cuya composición data de cuando Walter Pini tenía
17 años de edad… Y hoy por hoy forma parte del canon de NUOVA ERA. Yendo a lo concreto, ‘Nautilus’ empieza con un motif en 7/8 que exhibe un señorío contundente mientras el sobrio lirismo del armazón melódico reitera la majestuosidad habitual de la banda. Alrededor del tercer minuto, las cosas viran hacia un empuje refinado, el mismo que se toma su tiempo para explotar su gancho natural. A partir de allí, se organiza la alternancia de estos dos vértices musicales, la misma que se articula con un inmenso bagaje Emersoniano. Una extensa sección ceremoniosa signada por una aristocrática robustez transite de lo parsimonioso a lo ágil mientras el grupo se prepara para elaborar un epílogo rutilante y explosivo que termina hundiéndose en un maelstrom deconstructivo. Los exquisitos solos de guitarra ornamentan la vitalidad del bloque general de manera contundente. A propósito, el pasaje ceremonioso que mencionamos unas líneas más arriba tiene la misma progresión armónica que la última sección de la suite. También hubo en varias secciones extrovertidas expansiones de jams que reconocemos de antes. No son coincidencias, pues Walter Pini retomó esta composición de sus años mozos para ampliarla en la suite que hoy en día tenemos a nuestra disposición como el centro neurálgico del disco aquí reseñado.
Todo esto fue lo que se nos brindó en “20.000 Leghe Sotto I Mari”, una obra musical pletórica de reciedumbre y exuberancia melódica al más fiel estilo del prog sinfónico. La gente de NUOVA ERA ha vuelto a lucir sus galones creativos desde su particular posicionamiento dentro de la élite progresiva italiana de las cuatro últimas décadas. ¡¡Totalmente recomendable!!
* La edición de vinilo sólo contiene la suite, siendo así que sus primeras secciones ocupan el lado A mientras que las otras tres ocupan el lado B.