Saturday, March 01, 2025

La crisálida jazz-progresiva de STEAM THEORY

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA. 

Hoy viajamos un poco atrás en el tiempo, al mes de noviembre del pasado año 2024, para toparnos con el más reciente trabajo de STEAM THEORY, el proyecto de rock progresivo y jazz-fusion de la multiinstrumentista y compositora Jessica Denkevitz. El disco en cuestión se titula “Chrysalis” y allí ella se hace cargo de las guitarras, los bajos, los teclados y las programaciones de ritmos, pero también cuenta con los apoyos ocasionales de la guitarrista April Cox y de Ori Boker a los teclados. Hay ocho composiciones nuevas en “Chrysalis” además de nuevas versiones de dos viejos temas originalmente aparecidos en “Enduring Delirium”, el disco de debut del año 2010. Conocimos a Jessica como Jason cuando descubrimos a STEAM THEORY por el disco anterior “Passages” del año 2020, pero ahora es una mujer transgénero. La propuesta musical es la misma de siempre: un esquema de trabajo versátil donde las proyecciones más refinadas del rock y el jazz-rock se expresan bajo liberales pautas progresivas tanto en las ideas compositivas como en los arreglos. Denkevitz se hizo cargo de las labores de mezcla del material contenido en este disco, mientras que el ulterior proceso de masterización estuvo en manos de Maria Triana.

La pieza homónima abre el disco con un sólido despliegue de fulgor sónico. En efecto,  ‘Chrysalis’ se centra en la maquinación de aires exóticos de tenor mesoriental tanto en el centro temático como en el esquema rítmico. Las labores de la guitarra eléctrica brindan un vigor especial a esta manifestación de masivas vibraciones fusionescas: es algo que muy bien podría haber formado parte de un álbum de STEVE HACKETT de los últimos 14 años. Sigue a continuación ‘Journeys’ a continuación y lo hace con una manifestación de estilizadas sonoridades gráciles que se apoyan cómodamente sobre la consistente fluidez del armazón rítmico. El vitalismo de esta pieza se apoya también en un exhaustivo uso de dinamismos exóticos de inspiración asiática, pero esta vez hay una gracilidad más refinada que permite el afloramiento de una mayor dosis de densidad en la exhibición de magia musical. También hay ciertos pasajes donde la garra de los guitarreos y la suntuosidad de los teclados elevan todo a una envolvente majestuosidad. Primer cénit del álbum. ‘Equinox’ se orienta por una senda expresiva más calmada mientras refuerza el factor jazz-rockero de STEAM THEORY. El enfoque sonoro de este tema se sitúa en un punto intermedio entre los DIXIE DREGS de fines de los 70 y LIQUID TENSION EXPERIMENT, siendo así que la exuberancia propia de la ingeniería rítmica ayuda mucho a resaltar el señorío inherente a la composición. Con la dupla de ‘Sol’ y ‘Cosmic’ se nos sigue ofreciendo estrategias musicales variadas. El primero de estos temas mencionados tiene un esquema melódico que gira en torno a las escalas y figuras de la guitarra acústica, estando los teclados a cargo de complementarlas mientras asegura un foco bien definido para las orquestaciones. El ambiente general es ensoñador, incorporando algunos matices de inquietud por vía de ciertos ornamentos sintetizados estratégicamente ubicados. Cuando entra a tallar la guitarra, la fastuosidad progresiva se explicita cordialmente y hace que el bloque instrumental se torne más resplandeciente. ‘Cosmic’, por su parte, exhibe un viaje prog-sinfónico donde el lirismo reinante impone delicadamente su firme gobierno a través de todos los motivos que se van sucediendo. Lo que suena es como un híbrido de YES y HAPPY THE MAN que se manifiesta a través de una traducción de los colores iluminados del mundo en el lenguaje de la música.
 
‘The Djinn’ es un ejercicio de espiritualidad ceremoniosa dentro del discurso jazz-progresivo donde se destaca unos de los más brillantes solos de guitarra de todo el disco. El esquema rítmico ostenta, a través de sus variaciones de swing, un porte radiante, logrando impulsar una creciente fastuosidad con las oportunas dosis de intensidad. ‘Impressions’ es más calmado, conectándose estilísticamente con la primera mitad de ‘Sol’. Las sobrias florituras del bajo sin trastes apuntalan eficazmente los índices temáticos que se van explayando a lo largo del camino. Cuando llega el turno de ‘Something’s In There’, Denkevitz hace una revisión enérgica con amplios matices místicos de una composición que ya había aparecido en el primer disco. La musculatura de los riffs y solos de guitarra realza las augustas vibraciones vertidas por los ornamentos y orquestaciones de los teclados. También hay algunos aires de tenor levemente space-rockero que permiten a la pieza acoger algunos retazos de afable extravagancia. ‘Coterie’ es un moderadamente alegre ejercicio de musicalidades progresivas activadas por ligeros tintes jazz-rockeros. Lo que suena aquí tiene ciertas confluencias con los últimos discos solistas de DARRYL WAY, así como también tiene estrechas conexiones con un NICOLAS MEIER en su faceta más extrovertida. El último tema del repertorio es también el encargado de cerrarlo; se titula ‘Sword Runner’ y dura poco menos de 10 ½ minutos; además, es la segunda revisión de material viejo. Lo percibido aquí es una mesuradamente exuberante exhibición de índices melódicos que son manejados dentro de una peculiar cruza entre los mundos de CAMEL, GORDIAN KNOT y el PAT METHENY GROUP de los 80. A poco de pasada la frontera del séptimo minuto, las cosas se tornan un poco más filuda,  pero las claves melódicas siguen ostentando sus cristalinas policromías. El pasaje epilogar elabora unas vibraciones épicas que, tras un fulguroso vuelo, aterrizan en una zona serena que se evapora en un fade-in. En fin, todo esto fue lo que se nos brindó en “Chrysalis”, una obra magnífica que refuerza la posición del proyecto STEAM THEORY como un importante punto de referencia para la avanzada del rock progresivo estadounidense de nuestros tiempos.