HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
En esta ocasión traemos a colación a la banda estadounidense GRAILS y su nuevo disco “Deep Politics”, el cual ofrece la propuesta más original dentro de la experimentación post-rockera que se ha venido desarrollando en el mundo durante el transcurso del nuevo milenio. Formado a fines de los 90s, este ensamble instrumental estadounidense GRAILS es una entidad experimental que hemos descubierto recientemente pero que cuyo aporte hemos aprendido a apreciar rápidamente: su esquema post-rockero ecléctico alimentado de elementos psicodélicos, progresivos e indie les ha hecho merecedores de efusivos elogios de parte de la prensa musical underground de su país desde los tiempos de sus primeros EPs (cuando aún se llamaba LAUREL CANYON) y su disco debut “The Burden Of Hope”, ya bajo el nombre definitivo de GRAILS.
Tal como dijimos, su nuevo trabajo de larga duración para el presente año 2011 es “Deep Politics”, una obra sólida y bien armada donde el grupo deja constancia de su garra expresiva, su inteligente manejo de atmósferas y texturas, y su convincente administración del espíritu aventurero hacia el cual el grupo siempre estableció sus miras estéticas. La alineación del grupo contiene a Zak Ryles (guitarras), Emil Amos (batería, guitarras, piano, sintetizador, efectos de cinta), Alex John Hall (guitarras, mellotrón, sintetizador) y William Slater (bajo, piano, sintetizador), contando con las ayudas ocasionales de Ash Black Bufflo al sintetizador y de Timba Harris en los arreglos de cuerda. Para variar, este disco ya ha recibido elogios de parte de la prensa y comunidad internauta de melómanos, y en esta reseña no nos cabe sino unirnos a este clima de apreciación. Vayamos tema por tema para justificar por qué.
‘Future Primitive’ abre el disco con una grisácea solemnidad cósmica, trasladando una atmósfera oscura sin excederse en su potencial opresivo, más bien explayándose en una ambientación reflexiva y misteriosa que es bien llevada por la perfecta amalgama creada por las disciplinadas intervenciones de los instrumentistas y la calculada interacción entre ellos. El uso contenido pero genuino de garra rockera le da un vitalismo especial a la reflexividad reinante. ‘All The Colors Of The Dark’ se encarga de ocupar los siguientes 4 minutos del álbum con una actitud más calmada, ciertamente estandarizada dentro de ciertos cánones habituales del post-rock, aunque añadiendo varios toques progresivo-psicodélicos que vienen bien a la hora de explotar los pasajes más energéticos del jam central en torno al cual gira el bloque instrumental general. Por su parte, ‘Corridors Of Power’ incorporar ciertos aires cibernéticos al asunto, un poco a lo RADIOHEAD post-“OK Computer”, además de notables aportes de las facetas atmosféricas del krautrock electrónico y los elementos más etéreos de unos TORTOISE: esta excursión por estepas de predominio de sintetizadores en vez de guitarreos es muy oportuno cuando se quiere dar un aire diferente al asunto, especialmente cuando se quiere reformular el aire de misterio que conforma una de las piedras angulares de la armazón sónica de la banda. La cuarta pieza es la que precisamente da título al álbum: casi se puede describir como una power-ballad post-rockera con aires de banda sonora aportados por el arreglo de cuerdas que entra en acción en ciertos momentos clave. No me hubiera molestado que este tema en cuestión fuera más extenso – realmente me da la impresión que el momento del cierre llega de una manera un tanto abrupta que no permite cerrar la imagen final a plenitud… pero en cuanto a lo que existe en sí, para nada cabe negar su belleza evocativa ni la refinada elegancia con la que cada uno de los miembros del cuarteto se comporta al servicio del mandato de la estructura compositiva integral de la pieza. Pasando de lo romántico a lo melancólico pero sin perder ciertas conexiones estilísticas con ‘Deep Politics’, ‘Daughters Of Bilitis’ (cover de una composición de Francis Lai para la película “Bilitis”) establece una especie de regreso a la languidez emocional que ya se hizo presente en ‘All The Colors Of The Dark’, esta vez explorando sus matices en función exclusiva, o sea, sin hacer gala de mayores variantes mientras se maneja el motivo central como una letanía introspectiva.
Si ‘Daughter Of Bilitis’ parecía evocar un paseo nocturno por los diversos recovecos oscuramente ensimismados del espíritu, ‘Almost Grew My Hair’ ofrece una actitud muy distinta, una de apertura de la mirada hacia la luz naciente de un nuevo amanecer. No se trata de una pieza realmente celebratoria, pero sí se nota en ella una calidez que, de alguna u otra forma, hace alusión a sentimientos optimistas y al relax emocional: en la primera mitad, notamos cercanías estilísticas con MOGWAI y la faceta más intimista de unos PELICAN, siendo así que las intervenciones más contundentes de la guitarra eléctrica sirven para llenar espacios y manejar de manera refinada la tensión latente que opera colateralmente a la cadencia rítmica de los momentos más relajados. La segunda mitad vira hacia parajes marcados por la densidad emocional, al modo de una advertencia sobre las inquietudes que se avecinan después del relax inicial: este asunto se maneja primero con una tonalidad sobria y un esquema rítmico livianamente reposado, y finalmente se resuelve en un clímax en donde el vigor se establece sin lugar a confusiones pero sin llegar tampoco a sobresaltos particularmente chillones, es como una llamarada final que se hace notar sin provocar un incendio. ¿El fade-out? No me convence del todo, hubiera preferido que llegara más tarde para explorar el momento final con mayor detallamiento, o que se hubiera dado una erupción rockera a lo ISIS o RED SPAROWES… pero bueno, no soy músico o productor de este disco, así que lo más coherente en estos casos es decir. “es lo que hay y ya está”. Los últimos 16 minutos del disco están sucesivamente ocupados por ‘I Led Three Lives’ y ‘Deep Snow’. El primero de estos temas es el más explícitamente vigoroso del repertorio: el paquete sonoro que el cuarteto emite para esta ocasión encajona de manera inteligente los riffs y encuadres armónicos de los guitarreos, todo ello sobre un compás lacónico y persistente cuyo dinamismo letánico sirve para mantener las cosas en un nivel vitalista. Las capas finales de sintetizador suenan a irrupciones tangerine-dreamianas cuya función es la de cerrar los fortines del corazón después de que éste terminó con sus últimas manifestaciones de furia. La verdad que el disco se aproxima a su crepúsculo con ganas de seguir dejando huellas impactantes en el cerebro y el alma del oyente, y el caso de ‘Deep Snow’ cumple a las mil maravillas con la compleción de esta misión. Comenzando con un protagonismo marcado de la guitarra acústica, el tema establece un cruce entre la majestuosidad grisácea de ‘All The Colors Of The Dark’ y el flujo introspectivo de ‘Deep Snow’: en algún paraje intermedio, este cruce se traduce en un estupendo juego de contrastes entre lo solemne y lo extrovertido, un momento realmente sublime que desgraciadamente resulta muy efímero. En general, la pieza sirve para explorar reformados matices dentro de las coordenadas de nostalgia y contemplación que sustentan el genuino leit-motiv del grupo. De esta forma concluye “Deep Politics”, disco que revela un excelente nivel de madurez artística en las huestes de GRAILS y que quizá instaure el cénit decisivo del post-rock para el año 2011. ¡Bien por ellos!
Muestras de “Deep Politics”.-
Future Primitive: http://www.youtube.com/watch?v=wEBWCvj8kBw
Almost Grew My Hair: http://www.youtube.com/watch?v=D5-iC-nc-RQ
I Led Three Lives: http://www.youtube.com/watch?v=t8qxC67Ud1s
En esta ocasión traemos a colación a la banda estadounidense GRAILS y su nuevo disco “Deep Politics”, el cual ofrece la propuesta más original dentro de la experimentación post-rockera que se ha venido desarrollando en el mundo durante el transcurso del nuevo milenio. Formado a fines de los 90s, este ensamble instrumental estadounidense GRAILS es una entidad experimental que hemos descubierto recientemente pero que cuyo aporte hemos aprendido a apreciar rápidamente: su esquema post-rockero ecléctico alimentado de elementos psicodélicos, progresivos e indie les ha hecho merecedores de efusivos elogios de parte de la prensa musical underground de su país desde los tiempos de sus primeros EPs (cuando aún se llamaba LAUREL CANYON) y su disco debut “The Burden Of Hope”, ya bajo el nombre definitivo de GRAILS.
Tal como dijimos, su nuevo trabajo de larga duración para el presente año 2011 es “Deep Politics”, una obra sólida y bien armada donde el grupo deja constancia de su garra expresiva, su inteligente manejo de atmósferas y texturas, y su convincente administración del espíritu aventurero hacia el cual el grupo siempre estableció sus miras estéticas. La alineación del grupo contiene a Zak Ryles (guitarras), Emil Amos (batería, guitarras, piano, sintetizador, efectos de cinta), Alex John Hall (guitarras, mellotrón, sintetizador) y William Slater (bajo, piano, sintetizador), contando con las ayudas ocasionales de Ash Black Bufflo al sintetizador y de Timba Harris en los arreglos de cuerda. Para variar, este disco ya ha recibido elogios de parte de la prensa y comunidad internauta de melómanos, y en esta reseña no nos cabe sino unirnos a este clima de apreciación. Vayamos tema por tema para justificar por qué.
‘Future Primitive’ abre el disco con una grisácea solemnidad cósmica, trasladando una atmósfera oscura sin excederse en su potencial opresivo, más bien explayándose en una ambientación reflexiva y misteriosa que es bien llevada por la perfecta amalgama creada por las disciplinadas intervenciones de los instrumentistas y la calculada interacción entre ellos. El uso contenido pero genuino de garra rockera le da un vitalismo especial a la reflexividad reinante. ‘All The Colors Of The Dark’ se encarga de ocupar los siguientes 4 minutos del álbum con una actitud más calmada, ciertamente estandarizada dentro de ciertos cánones habituales del post-rock, aunque añadiendo varios toques progresivo-psicodélicos que vienen bien a la hora de explotar los pasajes más energéticos del jam central en torno al cual gira el bloque instrumental general. Por su parte, ‘Corridors Of Power’ incorporar ciertos aires cibernéticos al asunto, un poco a lo RADIOHEAD post-“OK Computer”, además de notables aportes de las facetas atmosféricas del krautrock electrónico y los elementos más etéreos de unos TORTOISE: esta excursión por estepas de predominio de sintetizadores en vez de guitarreos es muy oportuno cuando se quiere dar un aire diferente al asunto, especialmente cuando se quiere reformular el aire de misterio que conforma una de las piedras angulares de la armazón sónica de la banda. La cuarta pieza es la que precisamente da título al álbum: casi se puede describir como una power-ballad post-rockera con aires de banda sonora aportados por el arreglo de cuerdas que entra en acción en ciertos momentos clave. No me hubiera molestado que este tema en cuestión fuera más extenso – realmente me da la impresión que el momento del cierre llega de una manera un tanto abrupta que no permite cerrar la imagen final a plenitud… pero en cuanto a lo que existe en sí, para nada cabe negar su belleza evocativa ni la refinada elegancia con la que cada uno de los miembros del cuarteto se comporta al servicio del mandato de la estructura compositiva integral de la pieza. Pasando de lo romántico a lo melancólico pero sin perder ciertas conexiones estilísticas con ‘Deep Politics’, ‘Daughters Of Bilitis’ (cover de una composición de Francis Lai para la película “Bilitis”) establece una especie de regreso a la languidez emocional que ya se hizo presente en ‘All The Colors Of The Dark’, esta vez explorando sus matices en función exclusiva, o sea, sin hacer gala de mayores variantes mientras se maneja el motivo central como una letanía introspectiva.
Si ‘Daughter Of Bilitis’ parecía evocar un paseo nocturno por los diversos recovecos oscuramente ensimismados del espíritu, ‘Almost Grew My Hair’ ofrece una actitud muy distinta, una de apertura de la mirada hacia la luz naciente de un nuevo amanecer. No se trata de una pieza realmente celebratoria, pero sí se nota en ella una calidez que, de alguna u otra forma, hace alusión a sentimientos optimistas y al relax emocional: en la primera mitad, notamos cercanías estilísticas con MOGWAI y la faceta más intimista de unos PELICAN, siendo así que las intervenciones más contundentes de la guitarra eléctrica sirven para llenar espacios y manejar de manera refinada la tensión latente que opera colateralmente a la cadencia rítmica de los momentos más relajados. La segunda mitad vira hacia parajes marcados por la densidad emocional, al modo de una advertencia sobre las inquietudes que se avecinan después del relax inicial: este asunto se maneja primero con una tonalidad sobria y un esquema rítmico livianamente reposado, y finalmente se resuelve en un clímax en donde el vigor se establece sin lugar a confusiones pero sin llegar tampoco a sobresaltos particularmente chillones, es como una llamarada final que se hace notar sin provocar un incendio. ¿El fade-out? No me convence del todo, hubiera preferido que llegara más tarde para explorar el momento final con mayor detallamiento, o que se hubiera dado una erupción rockera a lo ISIS o RED SPAROWES… pero bueno, no soy músico o productor de este disco, así que lo más coherente en estos casos es decir. “es lo que hay y ya está”. Los últimos 16 minutos del disco están sucesivamente ocupados por ‘I Led Three Lives’ y ‘Deep Snow’. El primero de estos temas es el más explícitamente vigoroso del repertorio: el paquete sonoro que el cuarteto emite para esta ocasión encajona de manera inteligente los riffs y encuadres armónicos de los guitarreos, todo ello sobre un compás lacónico y persistente cuyo dinamismo letánico sirve para mantener las cosas en un nivel vitalista. Las capas finales de sintetizador suenan a irrupciones tangerine-dreamianas cuya función es la de cerrar los fortines del corazón después de que éste terminó con sus últimas manifestaciones de furia. La verdad que el disco se aproxima a su crepúsculo con ganas de seguir dejando huellas impactantes en el cerebro y el alma del oyente, y el caso de ‘Deep Snow’ cumple a las mil maravillas con la compleción de esta misión. Comenzando con un protagonismo marcado de la guitarra acústica, el tema establece un cruce entre la majestuosidad grisácea de ‘All The Colors Of The Dark’ y el flujo introspectivo de ‘Deep Snow’: en algún paraje intermedio, este cruce se traduce en un estupendo juego de contrastes entre lo solemne y lo extrovertido, un momento realmente sublime que desgraciadamente resulta muy efímero. En general, la pieza sirve para explorar reformados matices dentro de las coordenadas de nostalgia y contemplación que sustentan el genuino leit-motiv del grupo. De esta forma concluye “Deep Politics”, disco que revela un excelente nivel de madurez artística en las huestes de GRAILS y que quizá instaure el cénit decisivo del post-rock para el año 2011. ¡Bien por ellos!
Muestras de “Deep Politics”.-
Future Primitive: http://www.youtube.com/watch?v=wEBWCvj8kBw
Almost Grew My Hair: http://www.youtube.com/watch?v=D5-iC-nc-RQ
I Led Three Lives: http://www.youtube.com/watch?v=t8qxC67Ud1s
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