HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR MENDOZA.
Hoy es el momento de traer a colación el nuevo disco de la banda española TRICANTROPUS, “El Sueño de Arsinoe”. A 3 años de la edición de su hermoso disco debut “Recuerdos Del Futuro”, el cual desarrollaba una dinámica y refinada revisión del prog sinfónico tradicional que se enfila entre los estándares de GENESIS, CAMEL y el PINK FLOYD más intimista y las particulares orillas del sinfonismo mediterráneo. Lo que brinda ahora “El Sueño De Arsinoe” es una excelente capitalización de esta línea de trabajo por vía de un incremento de la sofisticación compositiva y una mayor profundidad sonora. Si el primer disco se armó con la base tripartita del teclista Manuel Manrique (quien en los 70s fuera uno de los gestores de AZAHAR), el bajista Pedro Párraga y el guitarrista Javier López Pardo, con la compañía de una pléyade de músicos invitados, ahora la base grupal se completa permanentemente con el guitarrista Daniel Denis y el baterista Luis Hidalgo. No es que el grupo renuncie ahora a tener colaboradores, que los tiene al oboe, violín, saxo y teclados adicionales (en un par de temas aparece el genial Eduardo García Salueña, de SENOGUL), pero sí se siente que las composiciones y los arreglos disponen de un sonido más lleno en sí mismos, lo cual repercute muy positivamente en la expresividad de las florituras típicamente progresivas que TRICANTROPUS convierte en núcleo de su voz propia. Pasemos ahora al repertorio mismo de este disco.
Con el llanto de un recién nacido y un dulce canto femenino se inicia ‘El Sueño De Arsinoe’, pieza serena y contemplativa, muy a lo CAMEL-PF en el comienzo, luego tornándose más afín al sendero del sinfonismo mediterráneo de vieja escuela, siendo así que la incursión del oboe añade efectivos matices a los ya aportados por la guitarra solista y las capas de teclado. El momento de ‘Al Filo De Lo Posible’ es uno de colorida extroversión donde la dinámica inherente al desarrollo melódico es manejada con soltura, reflejando una magnificencia que nunca se desborda a pesar de dejar bien mostrado su vigor. ‘You’re Me Pet Peeve’ es el segundo tema más largo del álbum con sus 11 minutos de duración. La variedad de motivos y ambientes está manejada con impoluta fluidez, en una sólida confluencia de sensibilidad y pulcritud de parte de los músicos involucrados. Su espíritu general se sitúa en un punto intermedio entre las dos piezas precedentes, alternando la cálida vibración contemplativa de una con el colorido autoafirmativo de la otra. El tema más largo resulta ‘Plan 9 From Outer Space’, el cual dura casi 12 minutos y contiene 7 secciones autónomamente tituladas. Ya desde su inicio con sonidos ambientales de grillos y múltiples capas cósmicas de sintetizador, el tema promete remontar a la mente del oyente hacia una interesante gama de paisajes sonoros: de hecho, este prólogo se siente conectado con el epílogo del tema precedente ‘La Barca De Caronte’. Pero bueno, a medida que la pieza avanza en su desarrollo temático, nos complacemos con una diversidad de ambientes muy bien hilada, pasando de pasajes moderadamente robustos a otros más delicados, y de allí a otros que ofrecen pautas intermedias que pueden tirar más hacia el lado de lo introvertido o hacia una soltura del swing. Con la calculada adición ocasional del oboe en ciertos pasajes, el bloque sonoro gana en riqueza textural, aunque lo usual es que entre la guitarra solista y los teclados se concretice una eficaz labor de liderazgo para la orquestación general de la banda.
No vale pasar por alto que, entre los dos temas largos mencionados en el párrafo anterior, se encuentran cuatro piezas de estupenda factura: todas ellas, una a una, van completando la proyección sonora de TRICANTROPUS. ‘Dionisio De Magnesia’ porta una musculatura sobria que permite a la banda hacer gala de su nervio peculiar cuando aborda su faceta más extrovertida: pasando de una predominancia de atmósferas Genesianas a una secuencia final Floydiana con leves acentos Crimsonianos, la pieza aprovecha con una musicalidad muy rica su espacio de poco más de 6 minutos. ‘Manderley’ comienza inclinándose por el lado del jazz-rock con sazones sinfónicas, casi como un PEGASUS remodelado con matices Camelianos; luego, el asunto sinfónico pasa a ser el foco exclusivo, llegando a empaparse de nostálgicos aires pastorales cuando entra en acción la vocalista invitada Esperanza Martin. ‘Señoras’ es, al igual que ‘Manderley’, una tríada temática: su ambientación inicial es calmada, en base a una estructura melódica sencilla pero tremendamente cautivadora; para los minutos finales, la ambientación se agiliza por causa de la reactivación ejercida por la dupla rítmica, creándose así un momentum dirigido al alimón por la guitarra y el sintetizador, con oportunas intervenciones del saxo y el violín de parte de invitados especiales (Coco Laini y Héctor Perpiñá, específicamente). ‘En La Barca De Caronte’ saca buen provecho del clímax conclusivo de la pieza anterior para seguir explorando sonoridades esplendorosas, siempre con la sobriedad que le es esencial: incluso los interludios lentos, lejos de meterse por los recovecos de la melancolía, mantienen esa aureola alegre propia de la base melódica en curso. El epílogo cósmico es curioso e impactante a la vez, un cierre psicodélico inesperado pero gratificante. ‘Hortalezas’ ocupa los últimos 4 ¾ minutos del disco, culminándolo con un espíritu celebratorio patentemente jovial: en una lírica confluencia de CAMEL de la etapa “Breathless”, jazz-funky estándar y fusión, la banda se sacude un poco de la solemnidad de los temas precedentes y diseña este mensaje musical de despedida con una sonrisa de oreja a oreja.
Todo esto fue “El Sueño de Arsinoe”, una obra hermosa que queda como uno de los mejores aportes al progresivo de línea sinfónica que se han hecho en este año 2011 no solo en España sino también en toda Europa, y por qué no, también a nivel mundial. TRICANTROPUS es sinónimo de elegancia dentro del discurso progresivo sinfónico del nuevo milenio, por lo que solo queda recomendar su nuevo disco… ¡¡a ojos y oídos cerrados!!
Todo esto fue “El Sueño de Arsinoe”, una obra hermosa que queda como uno de los mejores aportes al progresivo de línea sinfónica que se han hecho en este año 2011 no solo en España sino también en toda Europa, y por qué no, también a nivel mundial. TRICANTROPUS es sinónimo de elegancia dentro del discurso progresivo sinfónico del nuevo milenio, por lo que solo queda recomendar su nuevo disco… ¡¡a ojos y oídos cerrados!!
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