HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy
presentamos a YOLK, banda avant-progresiva francesa que ya tiene varios años de
experiencia sobre sus espaldas en la creación de nuevas sonoridades vanguardistas
dentro del frente más impulsivo del gran escenario del rock progresivo. Esta banda
fundada y asentada en la localidad norteña de Dunkerque ha publicado hace poco
su tercer disco “Solar”, más exactamente, el 21 de abril pasado, por vía de una
coproducción conjunta de los sellos independientes NUUN Records, Do It Youssef!,
Love Mazout, Cut Up y Pilot Fish. La publicación es simultánea en CD y vinilo. Los discos precedentes son el debut homónimo
del 2001 y “You Decide”, del año pasado. Con una elocuente portada que es el
cuadro Sepulchre de Marc Burckhardt,
el cual muestra a un lémur devorando un huevo de águila mientras esboza un
gesto entre intrigante e insolente en su rostro, el disco que ahora estamos comentando
contiene un material musical diseñado para agitar nuestras conciencias y
remecer nuestras mentes. El grupo comenzó como un sexteto donde el bloque
instrumental se centraba en la inusual tríada de guitarra, violín y saxofón;
hoy por hoy, el grupo es un quinteto conformado por Valentin Carette
[guitarra], Delphine Delegorgue [canto y teclado], Adrian Michel Leroy [saxofón y
teclados], Fabrice Brzoskiewicz [batería] y Antonin Carette [bajo]. Valentin Carette
es el encargado de todas las composiciones. Este disco consta de tres temas extensos: para su
edición en vinilo – que también la tiene en CD – hubo que dividir el segundo de
ellos a fin de que se pudiese acomodar a la distribución en ambos lados. Bueno,
veamos los detalles del repertorio de “Yolk”.
La
pieza homónima, que dura 14 ¼ minutos, es justamente la que se encarga de iniciar
las cosas. Comenzando con un despliegue de ruda parsimonia dentro de un enclave
expresionista situado en medio de lo tétrico y lo surrealista, la banda
desarrolla un juego de crescendos y refuerzos donde la aparatosa neurosis se
erige en reina musical absoluta. Los múltiples recursos de guitarra y los
imponentes cánticos están al frente de la aguerrida visión musical en curso
mientras la dupla rítmica asienta con impecable soltura las diversas variantes
de tempo y swing que van emergiendo a lo largo del camino. Tenemos aquí una
ambiciosa cruza entre los universos de MAGMA, ESKATON, PRESENT y SLEEPYTIME
GORILLA MUSEUM. Para los pasajes más intensos, el sonido grupal se concreta en un
exorcismo de vibraciones oscurantistas y amenazantes. Todo esto traduce en un
sólido explayamiento en el ahondamiento de las confluencias con bandas
contemporáneas como NAOM, SETNA y CORIMA. Cerca del final se proyecta un paraje
cósmico que en realidad es un puente hacia el rotundo clímax conclusivo que se
avecina. Tras este magistral inicio de disco todavía queda bastante grandeza
musical que apreciar y el indicio instantáneo de ello es el arribo de ‘Vanitas’,
una pieza que remodela algunos de los recursos de rock-in-opposition
desarrollados anteriormente para encumbrarlos en una amalgama sonora renovada
que ahora incluye elementos de Crimsonismo (70s y 80s), post-rock y math-rock a
la hora de articular la musculatura de sus parajes más aguerridos. Respecto al
segundo de estos factores mencionados, éste se explicita en ciertos pasajes cercanos
a lo introspectivo (por decirlo de alguna manera, porque serenidad no es, relax
tampoco), los mismos que obligan al ensamble a volver a hacer gala de su
exquisito pulso para manejar variantes de ambiente y ritmo. Por su parte, el
aspecto math-rockero se hace notar en la jovialidad siniestra y dadaísta que
exudan varios fraseos y riffs de guitarra. No faltan tampoco esos momentos de
tensión pulsátil que nos remiten al legado de MAGMA y al paradigma más actual
de unos GUAPO. Cerca del final emergen unas vibraciones un tanto caóticas antes
de que el ensamble aterrice en una parsimonia señorial en clave de “blues-rock
zheuliano”. Parece que el espíritu de “Solar” está orgulloso de haber comenzado
con un cénit exuberante y pretende permanecer incólume en dicho cénit pero con
otro tenor.
Ocupando
un espacio de poco menos de 10 ½ minutos, ‘Sepulchre’ cierra el álbum. Fijémonos
en el detalle de que esta pieza se titula igual que el cuadro utilizado para la
portada. El tema tiene más espacio para desarrollos puramente instrumentales
que los otros dos que le precedieron, lo cual permite al ensamble disponer de
una logística un poco más expansiva para trabajar texturas renovadoras. Reforzando
algunas atmósferas de inspiración Crimsoniana mientras emplea otros inspirados
en el estándar del space-rock, el bloque instrumental se enfila hacia una
sofisticación especial con la utilización ocasional de grooves de talante
jazz-rockero. No llega a los 39 minutos de duración pero “Solar” es un disco de
enormes proporciones estéticas: la gente de YOLK nos ha causado una gratísima
sorpresa. Aquí tenemos música idónea para ambientar cualquier ambiente solar... especialmente si se trata de un sepulcro.
Muestra
de “Solar”.-
Vanitas:
https://yolkmusic.bandcamp.com/track/vanitas
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