HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Buenas noticias desde la zona estadounidense
de las barricadas del rock progresivo de alta vanguardia: la gente de
CHEER-ACCIDENT acaba de publicar su nuevo disco “Putting Off Death” por vía del
sello Cuneiform Records: más exactamente, el 12 de mayo pasado. El núcleo performativo
de CHEER-ACCIDENT se centra en la tríada conformada por Jeff Libersher [guitarra eléctrica, trompeta, teclados y
canto], Dante Kester [bajo y teclados] y Thymme Jones [batería, piano,
trompeta, teclados, guitarras acústica y eléctrica, sintetizador Moog, efectos
de sonido y canto]. El
repertorio creado por el grupo para esta ocasión se beneficia mucho con los
aportes que añaden las cantantes Carmen Armillas, Teria Gartelos y Sacha Mullin,
la violinista Julie Pomerleau, la flautista Beth Yates, así como un nutrido
ensamble de metales (Mike Hagedorn al trombón, Cory Bengtsen al saxo barítono, Joan
Morrone al corno francés, Ross Feller al saxo tenor, y el dúo de Rob Pleshar y Todd
Fackler a las tubas). Ya habían pasado seis años desde su trabajo
anterior “No Ifs, Ands Or Dogs”, y la verdad que estábamos extrañando mucho a
esta banda que nos había complacido en épocas anteriores con discos tan
estupendos como el que acabamos de mencionar, “Introducing Lemon” (2003), y “Fear
Draws Misfortune” (2009). En
lo referente a las actividades sobre los escenarios, el grupo acaba de iniciar
una gira que intermitentemente se realizará entre mediados de mayo hasta el mes
de setiembre, incluyendo países europeos como Alemania, Francia y Suiza en su
periplo. Algunos conciertos incorporan como banda telonera a FREE SALAMANDER EXHIBIT. La alineación de CHEER-ACCIDENT para estos eventos está conformada
por el cuarteto de Kester (bajo y teclados), Libersher (guitarra, voz, trompeta
y teclados), Jones (batería, voz, piano, trompeta y efectos de sonido) y Amelie
Morgan (teclados, voz y oboe). Todo esto promete mucho en cuanto a lo que es la
disposición de solvente riqueza sonora para dinamizar el sentido del arte
dentro del lenguaje del rock, algo fundamental para el ideal de la música
progresiva de ayer y hoy. Por ahora, fijémonos en los detalles de este nuevo
disco “Putting Off Death”, ¿vale?
La
pieza que abre el disco es también la más extensa del mismo: dura casi 11 ½
minutos y se titula ‘Language Is’. Comenzando con una base voz y piano, la
canción abre un amplio campo para una languidez densa que se refuerza al poco
rato con el aumento del núcleo instrumental. El aire de dejadez emocional se
sitúa a medio camino entre el misterio y la melancolía hasta que un rotundo
viraje a un clima de tensión aguerrida y oscurantista entra a tallar con
brillante insolencia a poco de superada la barrera del tercer minuto y medio. A
partir de allí, el ensamble se dispone a navegar cómodamente a través de las
oscurantistas aguas de los paradigmas de UNIVERS ZERO, GUAPO y sus propios
compatriotas de THINKING PLAGUE. En ciertos pasajes, el ahora reinante
oscurantismo se retuerce en su propia pesadez como si estuviese ocurriendo una
guerra civil del sonido. Un segundo viraje temático que tiene lugar antes de
llegar al séptimo minuto y medio nos lleva a un nuevo pasaje que suena a una
irreverente traducción Zappiana del estándar de THE BEATLES ‘I Am The Walrus’:
los arreglos de bronces ostentan una aureola traviesa mientras que el bloque
instrumental está sujeto al arribo de cualquier interferencia radical que
deconstruya todo sin una molécula de misericordia; es justamente la última
interferencia la que se encarga de clausurar la pieza. Tras este grandilocuente
ejercicio de variados dinamismos avant-progresivos debe aparecer un tema que
pueda soportar la carga de esta herencia inmediata… y ese tema es ‘Immanence’. El
caso de ‘Immanence’ es uno de lirismo grácil y etéreo, al modo de una canción
serena gestada desde un amable juego de disonancias que se deja transportar
sobre un llamativo groove pop-rockero. Si imaginamos una canción perdida de
KATE BUSH de su etapa 82-85 que ha sido remodelada por unos COCTEAU TWINS
movidos por su lado romántico, pues nos podemos hacer una buena idea de a qué
suena ‘Immanence’. En la ilación de estos dos primeros temas de “Putting Off
Death” hemos gozado de un cénit continuo que se ha extendido por más de 15 ½ minutos.
Los
siguientes 7 ½ minutos del disco están ocupados por la dupla de ‘Wishful
Breathing’ y ‘Falling World’: la verdad que los títulos de por sí son muy
llamativos, testimonios de la faceta más angustiada del nihilismo. Básicamente,
‘Wishful Breathing’ se encarga de reiterar las acentuaciones etéreas esenciales
de la canción precedente mientras emplea un incrementado vitalismo
deconstructivo en su desarrollo temático. Elaborando inquietas atmósferas
flotantes al modo de un híbrido entre los CAN del último disco y el modelo de
los ART BEARS del periodo del “Winter Songs”, los CHEER-ACCIDENT logran crear
algo muy raro: una semi balada para tiempos post apocalítpicos. Por su parte, ‘Falling
World’ se enfila por un sendero más adusto donde los fieros guitarreos
espartanos y las bizarramente cálidas vibraciones de la dupla rítmica gestan un
puente entre la arrogante perspicacia de THIS HEAT y la oscura visceralidad de
PRESENT. ‘More Or Less’ desarrolla una labor de amena corrosión de ritmos y
ambientes tropicales bajo una premisa avant-progresiva dentro de una ingeniería
sonora evocativa que nos hace recordar un poco a lo que hacían los KAYO DOT
durante su fase 2010-2012. Con la dupla de ‘Lifetime Guarantee’ y ‘Hymn’
llegamos a las instancias finales del disco: doce minutos y pico de exquisita
gloria musical que construyen otro clímax fundamental para el repertorio
integral, esta vez afincado en las aristas más centradamente melódicas del versátil
ideario grupal. Es hora de dejar que
impere el lirismo expresionista. En
efecto, ‘Lifetime Guarantee’ desarrolla un entusiasta viaje polícromo donde las
musicalidades en curso exponen una fastuosidad relativamente contenida, muy al estilo
sinfónico. La sección cantada inicial fluye con holgada soltura mientras que los
complejos pasajes posteriores se van ajustando a través de una ingeniería juguetona
que, no siendo ajena a cierta densidad extravagante, se siente mayormente
jovial. Finalmente, ‘Hymn’ se explaya en un esquema jazz-rockero semilento para
su cuerpo central: el canto emana una inocultable aura nostálgica mientras el
bloque instrumental gesta un engarce sobrio y, en cierta forma, etéreo. Hay un breve pasaje en el que la orquestación
amenaza con inundarnos con una terrorífica neblina, pero en realidad se trata
solo un momento de nerviosa intensidad en medio del predominante relax
contemplativo.
Todo esto fue “Putting Off Death”, una
inspirada declaración de principios de parte del personal de CHEER-ACCIDENT
sobre la urgencia que tiene reforzar la vida desde el posicionamiento estético
de la música progresiva. Tal vez sea éste el mejor disco que este veterano
grupo haya hecho hasta la fecha, pero por ahora nos conformamos con dictaminar
que se trata de una de las obras más notables del rock artístico publicado en
el año 2017: dura menos de 40 minutos pero se trata en verdad de un disco muy grande.
Muestras de “Putting
Off Death”.-
Immanence: https://www.youtube.com/watch?v=ZYCYnHN4BxA
Hymn: https://cuneiformrecords.bandcamp.com/track/hymn
Hymn: https://cuneiformrecords.bandcamp.com/track/hymn
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