Wednesday, September 26, 2018

Gloriosos detalles de la permanente revitalización de SOFT MACHINE



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy nos complace enormemente tener la oportunidad de reseñar el nuevo disco de la aún vigente leyenda del Canterbury SOFT MACHINE, la cual consiste precisamente en el personal agrupado por varios años bajo el nombre de SOFT MACHINE LEGACY. El título del disco es “Hidden Details” y fue publicado por el sello MoonJune Records en la primera mitad de este mes de setiembre. Tenemos aquí a los maestros John Etheridge [guitarras eléctricas y acústica], Theo Travis [saxofones tenor y soprano, flauta y piano Fender Rhodes], Roy Babbington [bajo] y John Marshall [batería y percusión]. El material contenido aquí fue grabado en el transcurso de tres días muy cercanos a la Navidad del 2017, siendo así que el proceso de mezcla y el ulterior proceso de masterización tuvieron lugar en los respectivos meses de febrero y mayo del presente año 2018. Las sesiones de grabación tuvieron lugar en el Temple Music Studio, en la localidad de Surrey, siendo así que el mismísimo Jon Hiseman (el finad oexbaterista de COLOSSEUM, TEMPEST y COLOSSEUM II) estuvo a cargo de organizar la labor de grabación. Adelantamos desde el primer párrafo de la presente reseña que, en base a lo escuchado aquí, nos complace enormemente advertir a este cuarteto cuyos integrantes suman la longevidad combinada de 279 años (Babbington es el mayor del lote con sus 78 años cumplidos en el pasado mes de julio) aún poseedor de una vitalidad creativa y expresiva concreta. Revisemos ahora el repertorio de “Hidden Details” con el debido detenimiento.


La pieza homónima da inicio a las cosas con un despliegue de exquisitez sónica que se prolonga por poco más de 7 ½ minutos. El groove general es ameno y el bloque instrumental actúa con compacta fluidez. En las primeras instancias el saxofón se apodera del rol protagónico con un señorío rotundo, siendo así que más adelante sale al frente la guitarra de Etheridge, la cual elabora unos virtuosos juegos de expansiones aguerridas a la hora de darle un impulso más enérgico al viaje musical en curso. La segunda pieza del álbum se titula ‘The Man Who Waves At Trains’ y es una composición de Mike Ratledge, sí, el mismo teclista de la alineación original del grupo que permaneció en el grupo hasta la temporada del “Bundles”. Si la versión original no llegaba a completar el espacio de dos minutos (versión incluida en el mencionado disco “Bundles”), ahora el cuarteto la remodela y amplía hasta los cinco minutos. El tema ostenta una esencia grácil y contemplativa mientras se proyecta sobre un groove relativamente sofisticado. Con las florituras elaboradas por la flauta de Travis, el motif central se enriquece una barbaridad mientras la dupla rítmica se suelta inteligentemente en la instauración de ornamentos para el bien delineado swing. ¡Tal vez era así que debió haber sido esta pieza siempre! ‘Ground Lift’ se encarga de llevar las cosas hacia otro sitio comenzando con un prólogo signado por amorfas vibraciones aleatorias antes de que el cuerpo central instale una aureola ceremoniosa con tintes dramáticos: dicho dramatismo viene brindado principalmente por los misterioso quejidos emanados del saxo soprano, siendo así que los riffs de guitarra y la labor de la batería completan la triangulación temática. Cuando llega el turno de la dupla de ‘Heart Off Guard’ y ‘Broken Hill’, el cuarteto se dispone a seguir ahondando en su línea jazz-progresiva con renovadores matices para su paleta sonora global. ‘Heart Off Guard’ es una pieza emotiva y muy lírica que ostenta una belleza serena y cautivadora: su halo romántico y su aura vulnerable están bien marcados por el modo en que se conectan los fraseos de la guitarra y las líneas del saxo. ‘Broken Hill’ también es una pieza tremendamente serena, pero esta vez su expresividad se enraíza en ingrávidos aleteos de solipsista melancolía. El solo de guitarra es lo suficientemente parco como para evocar claramente a lo que se pretende esconder bajo lo expresamente dibujado y coloreado.


‘Flight Of The Jett’ se explaya por 2 minutos y pico en ejercicios de deconstrucciones abstractas marcadas por una modalidad free jazzera donde lo caótica impone su régimen con refinado señorío; así, se logra crear un contrapunto efectivo a la pieza precedente mientras siembra la cosecha para ‘One Glove’, la siguiente pieza. En esta, opera un enérgico ejercicio de jazz-rock con rudimentos progresivos que se inicia con una inquietante exploración en factores agresivos que portan algo de la esencia robusta del paradigma del JEFF BECK GROUP. El grupo apela a su musculatura con semejantes dosis de convincente punche mientras da varias vueltas al cuerpo central: el predominante clima de jolgorio se deja revestir por una elegante bravura que exhibe sus incandescentes atavíos sónicos. Con la ilación de ‘Out Bloody Intro’ y ‘Out Bloody Rageous (Part 1)’, el grupo nuevamente se hace cargo de revisar parte del viejo legado bajo la autoría del inolvidable maestro, el Sr. Ratdlegde, impulsando el asunto con la introducción compuesta por Travis y Etheridge. Esta vez, la última pieza que ocupaba el monumental doble álbum “Third” está remodelada no por el camino de una expansión sino por el de una condensación (en su momento, se trataba de una pieza de poco más de 19 minutos de duración), usándose para la ocasión un enfoque más desparramado, el cual está motivado por los flotantes fraseos de Travis y los enfáticos encuadres de Etheridge. Por su parte, la dupla rítmica exhibe una grácil soltura que nos recuerda rápidamente a los discos quinto y sexto de aquellos inicios de los 70s. Es magnífico el trabajo seriamente sutil que se hace con la estructura temática original, mostrándole suma lealtad mientras se le brinda un nuevo aire. ‘Drifting White’ es el ítem más breve del disco, durando 1 3/4 minuto: su parca estructura se amolda perfectamente a la meditabunda nostalgia emanada por la solitaria guitarra de Etheridge. ‘Life On Bridges’, por el contrario, es el número más extenso con sus 8 minutos de duración y se centra en instaurar un ambiente más fastuoso a través de un juego de tensiones claroscuras y densidades free jazzeras que exorcizan el espíritu del “Fifth”. Algunos aspavientos de la guitarra exhiben una neurosis gloriosa mientras el saxo aprovecha muchos de los espacios que se abre para encauzar la intensidad global que convoca a los músicos.  



Con una muy envolvente y mágica aureola lírica que se explaya bajo un dinamismo jovial, ‘Fourteen Hour Dream’ se complace en revelar sistemáticamente la faceta más entrañable del ideario musical de la banda bajo una llamativa óptica extrovertida. Ostenta un innegable gancho a la par que preserva un dinamismo sofisticado que está diseñado para dignificar a lo grande el paradigma jazz-progresivo que tiene a los propios SOFT MACHINE de antaño como unos de sus progenitores. Esta pieza y ‘Life On Bridges’ instauran un cénit definitivo de largo aliento para “Hidden Details”. ‘Breathe’, tema que dura 5 ½ minutos, cierra el álbum oficialmente con un tenor misterioso y contemplativo dentro de un esquema minimalista. Tras el repertorio oficial de 13 piezas hay un bonus track titulado ‘Night Sky’, el cual prolonga la atmósfera evocativa predominante en ‘Breathe’: más parece una continuación que un añadido, pero bueno, aparece listado como bonus track y así son las cosas“Hidden Details” es, a fin de cuentas, un disco repleto de excelsos detalles sonoros, pero estos no están para nada escondidos; muy al contrario, ponen en plena e incontrovertible evidencia la suerte de perenne revitalización que la esencia y el concepto de SOFT MACHINE han ostentado siempre como un símbolo de la vanguardia musical británica desde fines de los 60s hasta el día de hoy, un símbolo aún vigente. Ya desde hace muchos años que el ensamble de SOFT MACHINE LEGACY actuaba como unos SOFT MACHINE de facto así que es de toda justicia que este nuevo disco del cuarteto asuma su rebautizo con el nombre originario. No está aquí ninguno de los integrantes originales pero sí tenemos aquí a figuras veteranas a quienes pertenece el ideal viviente de SOFT MACHINE por derecho propio (uno que entró al grupo en 1970, otro, en 1973, y un tercero, en 1975 en reemplazo de última hora de Allan Holdsworth para promover “Bundles”). Esta alineación es auténticamente maquinista y ya está, es cosa juzgada. Más que nada, ante todo... ¡qué gran disco es “Hidden Details”, señoras y señores! ¡Recomendable al 200%!


Muestras de “Hidden Details”.-
Fourteen Hour Dream: https://softmachine-moonjune.bandcamp.com/track/fourteen-hour-dream

2 comments:

Unknown said...

Muy entusiasta y convincente vuestra reseña, señor mío. No queda otra que ordenarlo!!!

César Inca Mendoza Loyola said...

Gracias por el interés. Aquí estoy, reseñando sin descanso.