HOLA,
AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy
hacemos una visita al cosmos musical del multiinstrumentista y compositor
neerlandés Christiaan Bruin por motivo del lanzamiento del disco “Logica”,
asignado a su propio proyecto INVENTIONS. La fecha exacta de este lanzamiento fue el 15 de mayo del presente año 2019, en edición limitada por vía del sello FREIA Music. Bruin se encarga de todas las voces y
todos los instrumentos que suenan a lo largo y ancho del repertorio contenido
en “Logica”, con excepción de los aportes de Theo Travis a los saxos soprano y
alto, además de la flauta, los aportes del ensamble de cuerdas DOT Quartet, y como ingredientes extra, las narraciones
de Andy Rowe. Bruin toca teclados, guitarras, bajo, vibráfono y arreglos percusivos. El repertorio de este disco fue grabado en dos iglesias, un teatro vacío, una cafetería artesanal, dos estudios y el dormotorio de una casa: así de ambulante y variopinto ha sido el proceso de gestación de este disco. Se trata del quinto álbum publicado por este proyecto del Sr. Bruin, siendo “Logica” en
particular el tercero de una serie de discos conceptuales centrados en las cuestiones
fundamentales sobre el orden del universo y el vínculo entre el espíritu humano
y lo trascendente: los otros fueron “Meta” (junio del 2017) y “Curiosity” (enero
del 2018). Las ideas centrales en las letras y las narraciones (a cargo de Rowe) de este disco en particular se centran en los legados que las filosofías pitagórica y platónica dejan para la ciencia, la epistemología, la mística y el humanismo modernos.
Durando 2 ½ minutos, ‘Platonics’ gesta el prólogo del
álbum con un ejercicio de punzante elegancia en las cascadas de los arreglos de cuerdas y teclados, logrando así crear un estupendo paisaje sonoro de luminosidades imponentes, siendo así que cuando el entramado rítmico entra en acción, todo el esquema en curso recibe el impulso necesario para incrementar su ya eficiente fastuosidad. Dice mucho en tan poco espacio este tema, lo cual resulta esencial para crear un primer impacto irresistible. La pieza homónima, que dura casi 15 ½ minutos, ofrece un dinamismo
señorial y ceremonioso donde los cuerpos centrales cuentan con suficientes
espacios para el desarrollo de sus diversos recursos de magnificencia. Todo
comienza con unas parcas escalas de piano, un preludio de tenor misterioso e
introspectivo que pronto abre las puertas a un entramado un poco más lleno,
aunque preservando el talante misterioso. De hecho, la inclusión de más
recursos instrumentales nos lleva a una ambientación melancólica que se sitúa
en una mágica encrucijada entre los paradigmas de MIKE OLDFIELD (etapa 75-78),
VANGELIS (etapa 80-84) y THE ENID. Hay un pasaje marcado por saltarines
efluvios de piano sobre un trasfondo de teclados y cuerdas donde suena un
soliloquio, y cuando entran a tallar las florituras de la flauta, el dinamismo
sónico asume una prestancia más fulgurosa, aunque sin dejar de lado totalmente
el factor misterioso. A poco de pasada la frontera del quinto minuto, la instrumentación
pasa a una instancia minimalista mientras el canto serenamente aguardientoso de
Christiaan Bruin entra en acción. Poco a poco, el desarrollo temático va
acrecentando su enfoque orquestal, todo ello a la par del armado de un cimiento
coral. El siguiente paso es un pasaje solemne donde se suceden dos solos de
saxo y uno de guitarra donde se explora matices Frippianos: algo que nos toma
de sorpresa de una forma muy agradable. Luego sigue una sección plenamente
vivaz donde se evoca al espíritu de ese genial paradigma Oldfieldiano que es “Incantations”,
llevando finalmente a un epílogo donde lo ceremonioso regresa al mando mientras
recoge el impacto de la precedente estrategia de colorido musical. Los reposados
segundos finales muestran un destello etéreo. Un cénit del álbum, sin duda. ‘Mind
Of God’ sigue a continuación para exhibir una balada prog-sinfónica al estilo
de un híbrido entre GENESIS, los WHITE WILLOW de los tres primeros discos y el
modelo Floydiano de la fase 73-75. De hecho, los solos de guitarra que aparecen en varios lugares estratégicos tienen un porte Gilmouriano.
‘Beholder’s Eye’ es una canción muy poderosa que
recoge, a menor escala, los recursos de vitalidad y de solemnidad que ya
habíamos apreciado en el segundo tema del disco. Integrando elementos de los
paradigmas de GENESIS, OLDFIELD y los KING CRIMSON de los 70s, mientras sigue
estableciendo afinidades con la escuela escandinava de los 90s en adelante, la
canción saca buen provecho del carácter evocador y envolvente que tiene su
esquema melódico. En efecto, los arreglos instrumentales diseñados para la
ocasión alternan sabiamente los enfoques sobrios y los grandilocuentes que se
van exigiendo a lo largo del camino. El posludio exhibe un flujo melódico
ondulante donde la guitarra impone su garbo sobre el trasfondo de teclados
y cuerdas, siendo así que estas últimas se quedan solas en el fade-out. Con
la dupla de ‘Three Worlds, Three Mysteries’ y ‘Citadels’, tenemos casi 11
minutos de más grandilocuencia musical. En el caso de ‘Three Worlds, Three Mysteries’, tenemos un hermoso instrumental que se edifica en torno a su propio crescendo. Tras un prólogo sobrio sobre el cual se proyectaba un discurso sobre el concepto de lo matemático en los sistemas filosóficos de Pitágoras y Platón, se siembra un terreno propicio para que se construya un vitalista ejercicio de sinfonismo luminoso bajo las pautas impresionistas, y con un oportuno toque secundario de vibraciones románticas. ‘Citadels’ también incluye un discurso sobre la esencia de lo matemático, esta vez con un enfoque epistemológico, mientras que el ensamble instrumental arma un entramado melódico que va muy en línea con los pasajes más extrovertidos de la canción homónima. Tanto al inicio como al final hay unos arreglos corales de talante románico, aunque también podemos ver en ellos (una vez más) la influencia de “Incantations”. Dicho sea de paso, tal vez tengamos aquí el más bello de todos los solos de saxo que Travis ha aportado al álbum.
‘The Sum Of All Things’, la segunda pieza más extensa del álbum con sus más de 13 ½ minutos de duración, pone el broche final a la experiencia de “Logica”. Su prólogo está signado por unas sobrias cortinas de órgano de fuelles, seguido al poco rato por un interludio solipsista y sombrío armado en torno a los oleajes del piano y los retazos de la guitarra eléctrica. Una vez que emerge el canto (además de otros discursos sobre lo matemático), el terreno se prepara para focalizar el motif central, el cual también toma a ‘Logica’ como referencia para el armazón del ambiente general, esta vez centrándose en su aspecto introspectivo y sus vibraciones reflexivas. La idea de fondo de esta extensa canción de cierre es la de reflejar la sensación de satisfacción con la propia lucidez en relación con la comprensión de algunos misterios del Universo que al inicio se escapaban al intelecto. El clímax intermedio gestado por las cuerdas es un momento particularmente conmovedor, no solo por la magnificencia propia de su foco temático, sino también porque asienta las bases para un crescendo que se mueve entre lo suntuoso y lo delicado mientras deja entrever una musculatura sutil. Una vez acabado todo, “Logica” se revela como un inspirado despliegue de sonoridades progresivas donde el reinante tenor sinfónico es manejado con frescura y una ágil densidad. Christiaan Bruin se asiente desde este proyecto INVENTIONS como un creador serio y digno dentro de la actual escena progresiva europea.
Logica: https://christiaanbruin.bandcamp.com/track/logica
Beholder’s Eye: https://christiaanbruin.bandcamp.com/track/beholders-eye
Three Worlds, Three Mysteries: https://christiaanbruin.bandcamp.com/track/three-worlds-three-mysteries
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