Monday, April 05, 2021

Segunda ronda para la propuesta vanguardista de MOOP

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy presentamos el segundo disco del grupo francés MOOP, el cual se titula “Ostara” y resulta ser una breve exhibición de lúcidas combinaciones de los discursos del avant-prog, del jazz experimental, de la academia posmoderna y de la psicodelia. Efectivamente breve, porque dura poco más de media hora, pero muy poderosa en cuento a su despliegue de osadía sonora y desafiantes interacciones entre los músicos actuantes. Tras haber gestado un primer disco homónimo como cuarteto que incluía a dos vientistas en el año 2017, hoy por hoy, MOOP opera como un trío conformado por William Brandy [saxofón barítono], Julien Coupet [guitarra] y Erwin Toul [batería]. El material contenido en “Ostara” fue grabado a inicios de marzo del  año 2020 en el estudio Le Local, en Poitiers, ciudad residencial del grupo. El baterista estuvo a cargo de organizar las sesiones de grabación. La ulterior publicación de este disco fue realizada por el sello alemán Tonzonen Records el pasado 26 de febrero, tanto en vinilo negro normal como en una edición limitada de color azul. La propuesta musical de MOOP se caracteriza por dar amplios espacios a la liberal soltura expresiva para organizar, a partir de ésta, intensos y lúcidos diálogos entre los instrumentos. También es justo notar que hay también lugar para algunos focos arquitectónicos dentro de algunas de sus composiciones, las cuales siempre se mantienen preclaras en cuanto a las osadas peculiaridades de sus proyecciones experimentales. Veamos ahora los detalles del disco que hoy nos ocupa.          
         


El repertorio del álbum contiene dos piezas que duran alrededor de 11 ½ minutos, y justamente es una de ellas la que lo inicia. ‘Manlayl – Half Completed / Half Started’ ejerce una robustez drástica y sombría desde el punto de arranque con un señorial preludio que apunta directamente hacia los matices siniestros que se habrán de desplegar a lo largo del núcleo central del parsimonioso enclave principal de la pieza. Proyectándose hacia un enfoque relativamente minimalista de los estándares chamber-rockeros de UNIVERS ZERO y SHUB-NIGGURATH, el trío se focaliza en la elaboración y el reforzamiento de atmósferas tétricas cuya languidez superficial es, en realidad, un manto de imponente oscuridad que cubre una inquietud infernal que amenaza con sacar de sus propias vísceras una energía ominosa. De forma muy sutil, la batería mantiene un perfil bajo mientras se arroja al terreno aleatorio del free-jazz: su misión no es la de asentar una ingeniería, sino la de dejarse llevar por la inspiración tanática del bloque grupal. Solo para el epílogo se construye un motif reconocible, un clímax lóbrego instalado sobre un majestuoso tempo de 3/4. Aquí está presente la influencia de una pieza de jazz contemporáneo llamada ‘Madagascar’, perteneciente al disco de MARK NAUSEEF “Sura” (del año 1973). La otra pieza extensa del álbum es la que justamente le da título. ‘Ostara’, en efecto, se alza como el cénit fundamental del álbum, tendiendo el puente perfecto entre los patrones de PRESENT y KING CRIMSON en base a una cruza de prog siniestro y punk-jazz. La primera sección consiste en un despliegue mecanicista de pulsaciones minimalistas y machaconas del saxo y la guitarra que se prolonga por 7 minutos; por su parte, la batería elabora ornamentos percusivos con los que se aporta un contraste de orgánica calidez al asunto. Una vez instalada la segunda sección dentro de un encuadre definido, la banda se proyecta hacia una exhibición de indómita tensión donde el saxo se erige como protagonista de la mampostería sónica. En el trasfondo, todavía laten algunas de las vibraciones de la sección precedente, pero ahora el esquema sonoro se ha tornado tortuoso y grandilocuente. El epílogo cierra este viaje con una aureola de nebulosa majestuosidad. 

En medio  de ambos temas se sitúa ‘#eule’, tal vez el ítem más etéreo del disco. Proponiendo abiertamente una alternativa al masivo oscurantismo de ‘Manlayl – Half Completed / Half Started’ y a la magnificencia insurrecta de ‘Ostara’, este tema utiliza recursos y dinámicas propias del free jazz, el aspecto más tenso del paradigma Crimsoniano de la fase 72-74 y la vanguardia académica para centrarse en la gestación y la gestión de climas surrealistas que, de alguna manera, dejan que se muestra una suerte de colorido extravagante que tiene mucho de dadaísta. Hay un claro ejemplo de ello en el risueño soliloquio que emerge dentro de un momento particularmente intenso de improvisaciones interconectadas. Los espacios de los que dispone la batería para explayarse son aprovechadas para motivar una musculatura contundente dentro del armazón triádico.* Los últimos 3 ¼ minutos del repertorio están ocupados por ‘Papatte Douce’, un ejercicio de punk-jazz a medio tiempo que, en ciertos pasajes, se ve interrumpido por parajes deconstructivos que añaden un cariz surrealista al asunto. El delirante solo de guitarra que llena espacios con sórdida neurosis en las instancias finales sirve para cerrar este breve álbum con incendiaria fuerza de carácter. Todo esto es lo que el colectivo de MOOP nos brindó con su disco “Ostara”, un disco señorialmente osado y tortuoso que dignifica y revitaliza a lo grande, por partes iguales, a los ideales del jazz y del prog experimentales. Nuestras felicitaciones a estos tres señores por haber concretado un trabajo bien logrado en ésta, su segunda ronda de aventuras musicales de exquisita vanguardia.                   
 
 
Muestras de “Ostara”.-
Ostara: https://moopercrew.bandcamp.com/track/ostara                              



* Tal como nos lo explica un integrante del grupo, los efectos vocales que aparecen en ‘#eule’ proceden de “una grabación de policías agrediendo a un hombre que casi se ahoga mientras intentaba escapar. Uno de los policías dice que «los árabes no saben nadar», y otro responde que deberían haberle atado una pelota al pie para que se ahogara. La policía luego se ríe como grandes cerdos. El evento tuvo lugar en abril 2020.”


5 comments:

Night Butterfly said...

Muchas gracias César Inca por este brillante y profundo análisis musical. Tus palabras permiten una escucha más intensa y prolongada que le da aún más sabor a esta obra. Te imagino viviendo en Sudamérica, ¿es así? Cuando que pais?

César Inca Mendoza Loyola said...

Lima, Perú.

Gracias por tus palabras.


César Inca

Erwin said...

Hola!

Muchas gracias por tus palabras. Es muy interesante de leer como esta musica puede ser escuchado por gente que vive tan lejo de mi pequeno pais. Da una sensación de mareo. Solo vi Perú en las pelliculas o fotos. Espero visitar lo uno de esto dias. Me encanta mucho como musica puede abolir las distances. Los sentimentes que evocas son pertinentes e resuenan con el enfoque que tuve para mezclar el album.

Erwin said...

... y para añadir a tu análisis (no dude en eliminar este comentario si lo encuentra demasiado explicativo ):
Como tu lo ha scrito, Manlayl contiene pequenas partes scritas. El fin es una version mas solar de un motif que se oye en la pieza "Indonesia" en el album "Sura" de Mark Nauseef.
Es muy interesante el paralel que haces con King Crimson por #eule. Lo que llamas un "risueño soliloquio" me da pensar a la risa audible en KC's Easy Money que tiene una parte de la locura aterradora. En #eule es una grabación de policías agrediendo a un hombre que casi se ahoga mientras intentaba escapar. Uno de los policías dice que "los árabes no saben nadar". Otro responde que deberían haberle atado una pelota al pie para que se ahogara. La policía luego se ríe como grandes cerdos. El evento tuvo lugar en abril 2020.

César Inca Mendoza Loyola said...


Muchas gracias por tus comentarios y aclaraciones, Erwin. Las añadiré en una nota a pie. Son muy útiles no solo para quienes leen estos comentarios, sino también para los lectores de la reseña misma.

Otra vez, muchas gracias.

César Inca