HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy presentamos el más reciente trabajo fonográfico del trío alemán THE SPACELORDS, el cual se titula “Unknown Species” y fue publicado a inicios de diciembre del pasado año 2021, tanto en CD como en vinilo (en respectivos colores azul y violeta con amarillo rociado), todo esto por vía del sello Tonzonen Records. Las ediciones de vinilo eran limitadas y ya están agotadas en el momento en que se publica la presente reseña. Este trío conformado por Hazi Wettsein [guitarras y efectos], Marcus Schnitzler [batería, percusión y sintetizador] y Akee Kazmaier [bajo, órgano y efectos] sigue explorando diversos recursos progresivamente eclécticos dentro de su centro neurálgico estilístico que es el space-rock. Los tres se acreditan la autoría de los tres temas aquí contenidos. “Unknown Species” es el séptimo trabajo de estudio de este grupo originado en 2008 en la localidad de Reutlingen ha vuelto a lucir su solvencia en el manejo expansivo de la sofisticación sonora dentro de la psicodelia espacial, logrando engarzarse muy bien con las sensaciones de plenitud reflejadas en sus dos álbumes precedentes “Water Planet” (2017) y “Spaceflowers” (2020). Las publicaciones de este último álbum mencionado y el que ahora nos ocupa es una afortunada muestra de que nuestros tiempos de pandemia mundial no han afectado en nada a la creatividad del trío. Veamos ahora los detalles del disco que ahora nos convoca.
Abre el disco ‘F.K.B.D.F.’, una pieza que ostenta una estructura sonora firme desde el breve ornamento sintetizado que inicia las cosas, pues casi al instante se instaura un groove a medio tiempo con suficientes dosis de sofisticación como para permitir que el bajo diseñe unas coloridas líneas de base mientras la guitarra va armando y remodelando bastantes riffs y solos a lo largo del camino. De esta manera, se desarrolla recursos de exquisita musculatura a lo largo del jam. Ya en el transcurso de los dos últimos minutos, el asunto baja un poco sus dosis de densidad para realzar el rol del bajo y los parcos ornamentos cósmicos trazados por el sintetizador. Sigue a continuación el tema justamente titulado ‘Unknown Species’, el mismo que dura poco menos de 15 minutos. Su groove es mucho más calmado que el del primer tema, lo cual abre campo a la exploración de atmósferas misteriosas y vibraciones etéreas dentro de un encuadre sonoro que se halla en la encrucijada entre el krautrock a lo ASH RA TEMPLE, el patrón general del stoner y la ambientación típica del post-rock (una estrategia híbrida que tiene confluencias con bandas como PAPIR, SPACE DEBRIS y AUTOMATISM). La primera maniobra es la de recurrir a fraseos flotantes a fin de añadir una faceta onírica al bloque sonoro; más adelante, tras un breve momento donde algunas capas cósmicas de sintetizador asumen el foco sónico, la guitarra se enfila hacia una serie de riffs diseñada para que el ambiente general gane en rudeza. No dura mucho este momentum, pero sí logra plasmar ecos para el ulterior desarrollo del jam, siendo así que la batería y las percusiones pasan a enriquecer eficazmente el predominantemente parsimonioso swing mientras la guitarra delinea unos fraseos espartanos de cariz Floydiano. Sospechamos que todavía falta una instancia de contundencia rockera en el horizonte cercano, y no nos equivocamos porque, poco antes de atravesar la frontera del minuto 13, el trío aumenta la intensidad sonora hasta llegar a coquetear con el paradigma de BLACK SABBATH. De esta manera, la pieza homónima diseña el camino hacia un llamativo clímax conclusivo y logra conquistar un fuego sónico suficientemente fiero para el epílogo.
Todo la segunda mitad del álbum está ocupada por ‘Time Tunnel’, una maratónica pieza que dura casi 20 minutos y medio y que se instala cómodamente como el cénit del repertorio. La sección prologar está guiada por la guitarra acústica sobre un trasfondo de agua corriendo por un canal fluvial; cuando entra a tallar la dupla rítmica, lo hace con unas cadencias delicadas muy a tono con el estándar del acid-folk. A partir de la frontera del tercer minuto, el trío se prepara para dar un cuidado viraje eléctrico a asunto, todavía de a pocos, pero sin ocultar para nada sus intenciones. Ya un poco más adelante, el trío arma un jam situado en algún lugar entre la sistemática sofisticación space-rockera del tema #1 y la parsimonia aguerrida y misteriosa del tema #2. Lo que suena desde el área del minuto 7 está emparentado con HAWKWIND, pero con un punche menos explícito, un poco más sutil en su auténtica explosividad, sustentando el nervio sonoro que conforma la esencia estética del grupo con una especial estilización. Poco antes de llegar a la frontera de los 13 minutos y medio, el colectivo regresa de lleno al territorio pesado, siendo así que el trío va cerrando un pasaje y entrando a otro más filudo (especialmente, en lo referente a los efectos punzantes que usa el bajo). La guitarra gesta ahora sus líneas más rabiosas dentro de todo el álbum, siendo así que todo apunta hacia un escueto y directo golpe final. El epílogo se centra en el retorno de la guitarra acústica, esta vez con el trasfondo de una relativamente densa brisa cósmica y un mecanismo de relojería. Todo comenzó con una placidez bucólica y terminó con una ensoñación metafísica, y lo que ocurrió en medio fue un extenso ejercicio de space-rock progresivamente dinámico. ‘Time Tunnel’ es una manifestación de plenitud épica y energía expresiva ecléctica que sitúa cada una de sus piezas dentro de un todo convincentemente integrado. En fin, esto fue lo que THE SPACELORDS nos brindaron con “Unknown Species”, un disco que resulta ser uno de los más destacados dentro de su amplia trayectoria. Este ensamble veterano ha sabido cómo dar nueva vida a su bien delineada visión musical y expandir los horizontes progresivos de su esencia space-rockera. Un gran disco, sin duda.
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