HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hay una fiesta en la avanzada musical argentina porque ya se publicó (¡Por
fin se publicó!) el tercer disco del legendario ensamble LAS OREJAS Y LA
LENGUA, el cual se titula “Dos Mil Cuatro Buenos Aires”. La publicación tuvo
lugar el 15 de mayo pasado, por vía del sello Viajero Inmóvil, que operó como
ente coproductor del disco (por vía de su heroico jefe Felipe Abel Surkan) que ahora reseñamos junto al grupo en cuestión. El título
del disco se refiere al último año de actividad de esta banda que anteriormente
había publicado dos discos excelentes como “La Eminencia Inobjetable” (2002) y “Error”
(2003): el material contenido en “Dos Mil Cuatro Buenos Aires” fue grabado en el departamento C de Guardia Vieja, 4346, como dijimos, en el año titular. Las
mezclas adicionales y la masterización tuvieron lugar en el año 2022, en manos
de Adolfo Schmidt en el estudio Juli Records. La alineación final de LAS OREJAS
Y LA LENGUA estaba conformada por Juan Bisso [violín], Fernando de la Vega
[batería], Nicolás Diab [bajo], Gastón Leiras [guitarra eléctrica], Diego Kazmierski
[teclados] y Diego Suárez [flauta]. O sea, el colectivo se rearmó como quinteto tras la gestación del segundo disco con el ingreso de un violinista y, a los pocos meses, el guitarrista del primer disco volvió al grupo. Para este álbum, el sexteto contó con las
participaciones ocasionales del clarinetista Heldo Fonseca y el violinista
Francos Avnian. Lo que suena aquí es una cruza entre el colorido del primer álbum y el nervio del segundo, aprovechando que el guitarrista había regresado a la banda y ya había un violín disponible para ampliar la paleta sonora grupal. Han pasado 20 años desde esas sesiones de grabación y la actual publicación... Demasiado tiempo, así que no esperamos un segundo más para revisar lo contenido en su repertorio.
Los primeros 2 ¾ minutos de “Dos Mil Cuatro Buenos Aires” están ocupados
por ‘Ni Loco Polar’, una pieza ágil cuyo índice temático se centra fácilmente en las calculadas florituras del piano mientras la dupla rítmica sustenta toda la arquitectura sónica sobre un groove fusionesco provisionado con una mesurada energía rockera. Cuando llega el breve momento del lucimiento del violín, lo que resta del tema adquiere una dosis extra de vigor rumbo hacia el golpe final. Tras este gran inicio de álbum llega el turno de ‘Asamblea’, una pieza ciertamente hermanada con la anterior, pero con una notoria ampliación de sus ambiciones en los arreglos de las interacciones instrumentales, las mismas que se sitúan en un área avant-jazz-progresiva que se hermana con FRANK ZAPPA, los HENRY COW de 1973 y los AKSAK MABOUL del segundo álbum... Todo ello en un espíritu de recuperación de la línea de trabajo plasmada en el primer álbum de LOYLL. El traviesamente saltarín epílogo es un cierre oportuno para una pieza tan extrovertidamente ácida como ésta, un primer cénit del álbum. La dupla de ‘Como Un Gato
Tieso’ y ‘Lezama’ sigue a continuación con la misión de ampliar la gama sonora del ensamble. El primero de
estos temas mencionados apela a una calidez lírica envolvente mientras recibe cierto impacto del espíritu modernista de ‘Asamblea’. Ahora, la densidad expresiva está al servicio de los esquemas melódicos diseñados para la ocasión mientras se van hilando a lo largo del camino. En cuanto a ‘Lezama’, que es el ítem más extenso del
repertorio con sus 5 ½ minutos de duración, establece una inteligente síntesis entre el lirismo del tema #3 y la señorial sofisticación del tema #2, reforzando el vitalismo grácil del primero e impulsando la musculatura de la segunda. Así las cosas, el ensamble se pone a transitar de lo colorido a lo grisáceo con impoluta destreza mientras la batería elabora diversos swings sucesivos y el bajo aporta matices extra con sus sesudos ornamentos. Otro cénit. ‘Fábula’ se centra en una espiritualidad evocadora que asume, de a pocos, una majestuosidad patente y, a la vez, razonablemente contenida. El motif sencillo del núcleo gira crecientemente en torno a su propio eje con una inmensamente elegante soltura a través de la ceremoniosidad esencial de la pieza en cuestión.
‘La Olvidada De La Muerte’ se orienta hacia una atmósfera solemne que hace sentir sus vibraciones crepusculares, las mismas que parecen esconder algo probablemente siniestro bajo su manto de etérea delicadeza. Lo que suena aquí es como un esbozo inicial de una de las composiciones del primer álbum de UNIVERS ZERO que se filtra a través de una óptica fusionesca con ribetes noctámbulos. Bajo el curioso título de ‘Sacale La Ballenita’, el séptimo tema del disco
manifiesta un ahondamiento en la aureola chamber-rockera del tema precedente, permitiendo al violín trazar un sugerente prólogo que, finalmente, nos lleva a un lugar de misterioso lirismo que, de alguna manera, nos transporta a los tiempos de la GENERACIÓN CERO de RODOLFO MEDEROS en su faceta más introspectiva. El arcano encanto de esta pieza resulta idóneo para gestar atmósferas cinematográficas semejantes a las que hallamos en la obra del AIRE LÍQUIDO ENSAMBLE y la ORQUESTA METAFÍSICA. ‘Niqueque’ tiene un breve prólogo que parece proseguir en la senda trazada por las dos piezas precedentes, pero muy pronto se nos muestra a un sexteto dispuesto a reavivar la agilidad y las agitaciones experimentales de los cuatro primeros temas del álbum. Se dice mucho en menos de 3 minutos. Cuando llega el turno de ‘No Tomes De Esa Taza’, es el momento de volver a lo introvertido a través del sortilegio del lenguaje jazz-progresivo. La manera en que confluyen las respectivas florituras de flauta y violín es simplemente sensacional. ‘Palermo,
Vete De Almagro’ es la pieza de casi 5 ¼ minutos de duración que se encarga de
cerrar el repertorio a lo grande. Se trata de un jam centrado en un esquema minimalista al que los músicos le brindan un llamativo vigor psicodélico mientras corren los minutos. Esa dimensión tensa de LOYLL que también existió concreta aquí un síntoma muy inspirado, una resolución marcada por traqueteos surrealistas que, de una manera extraña, podemos asociar a CAN y KING CRIMSON hasta cierto punto. Como sea, se trata de un desenvolvimiento de punzantes algarabías que funciona a las mil maravillas como clausura del disco.
En suma y a fin de cuentas, lo que nos brinda este diferidamente resucitado ensamble de LAS OREJAS Y LA LENGUA gracias a la benéfica dirección que las brisas del tiempo usaron para movilizar la nave que atesoraba este repertorio grabado dos décadas atrás. “Dos Mil Cuatro Buenos Aires” es un testimonio de la eminencia atemporalmente inobjetable de LAS OREJAS Y LA LENGUA, una noción que no nos puede llevar a error alguno tras escuchar y disfrutar de este catálogo de 10 piezas musicales de tan gran categoría. Totalmente recomendable este disco que encarna la gran revancha final de este grupo que dejó una huella importante en la vanguardia musical argentina del nuevo milenio. ¡¡Aguanten los pibes de LAS OREJAS Y LA LENGUA!!
2 comments:
Muchas gracias por tu reseña !!! Majestuosas palabras a un álbum formidable...
Gracias a ti por el interés.
Este disco merece elogios por doquier.
César Inca
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