HOLA, AMIGOS DE
AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy presentamos el
nuevo disco del grupo italiano MACROSCREAM, el cual está conformado por el
teclista Davide Cirone, el baterista Giacomo Liò, el bajista Alessandro
Patierno, el guitarrista Daniele Pulcini y el cantante Giovanni Saulini. El disco
en cuestión se titula “Macrophonix” y fue publicado el pasado 9 de febrero por
el sello Ma.Ra.Cash Records, en asociación con AltrOck Productions. El músico invitado Pierluigi Pensabene hizo aportes ocasionales a los saxofones tenor y soprano. Se trata de su tercer trabajo, sucediendo por 8
años al disco homónimo que permitió a MACROSCREAM hacerse de un lugar dentro del
Parnaso del rock progresivo italiano de nuestros días. El material contenido en
“Macrophonix” fue grabado en el Fourth Miles Studio de Roma entre los meses de mayo y setiembre de 2023; allí también se realizó la mezcla. La ulterior labor de masterización se elaboró en el estudio Reference Studio Mastering. Tenemos
aquí un disco conceptual cuya narrativa relata el viaje de un caminante sin
nombre que se deja guiar a lo largo de una caverna por una criatura femenina
semejante a una Medusa, llevándole por recovecos de nuevas dimensiones, lo cual condicionará el contexto al cual llegará a la salida de la caverna. Veamos ahora los detalles estrictamente musicales del repertorio de esta nueva obra fonográfica de MACROSCREAM.
Todo comienza con ‘Inside
The Tunnel’, una pieza que comienza con una aura de misteriosa expectativa que muy pronto se convierte en un ejercicio de atmósferas cósmicas cuyas vibraciones cósmicas van por un crescendo fastuoso. A partir de este momento emerge ‘First Step’, una canción bastante ágil cuyo desarrollo melódico se acomoda naturalmente dentro de la sofisticada ingeniería rítmica armada para la ocasión. El tenor suntuoso del solo de guitarra que emerge a mitad del camino y el dinamismo señorialmente jazz-rockero de los teclados enriquecen crucialmente las interacciones del bloque instrumental. Lo que suena aquí está vinculado con los paradigmas de bandas compatriotas como UNREAL CITY y NOT A GOOD SIGN. El instrumental ‘Sand Dunes’ se mueve a paso firme a lo largo y ancho de su groove fusionesco para permitir a los instrumentistas pulir su bien cuajado entramado, lo cual hace que se realce la calidez inherente al desarrollo temático. Lo que suena parece una cruza entre ACCORDO DEI CONTRARI e INTERPOSE+. Cuando
llega el turno de ‘Follow Me Down’, el grupo retoma la línea de trabajo del tema #2 y lo eleva a una dimensión más grandilocuente de prestancia jazz-progresiva; incluso se nota que hay un filo más aguerrido tanto en la guitarra como en el bajo, lo cual redunda positivamente en que el esquema grupal aumente sus destellos sónicos en consonancia con su musculatura. Es en este último punto que ‘Bloody Noise’, la canción que sigue a continuación, la vitalidad rockera recibe un impulso renovador que se traduce a una exhibición de prog sinfónico con remozados acentos heavy y un manejo más urgente de los quiebres rítmicos propios del discurso jazz-rockero a los que ya nos tienen acostumbrados el teclista y la dupla rítmica (casi como SYNDONE). Tres cénit seguidos para el repertorio. La sexta pieza del
album dura poco más de 3 minutos y se titula justamente ‘Macrophonix’: se trata de un instrumental de poco más de 3 minutos de duración que prosigue por una senda Emersoniana mientras perpetúa los aires extrovertidos de la canción precedente.
‘Waiting For My Turn’ tiene una cualidad marchosa que parece acercarse un poco al jazz-pop de los 80 con algunos aditamentos extra del estándar de Jeff Beck, pero el uso de un compás inusual y la exhibición de un dramatismo efectivo hacen que la canción mantenga su pureza prog-sinfónica. El canto es particularmente estimulador para el carácter general de la canción, así como los impresionantes solos de guitarra que entran a tallar. ‘Standing On A Miracle’ se enfila hacia la senda trazada por el tema precedente, pero esta vez hay un espíritu un poco más sosegado, así como unos arreglos musicales más contenidos; éstos realzan el lado evocador del estándar jazz-progresivo. Para el último tercio, el esquema sonoro se intensifica notoriamente, lo cual abre espacios para el explayamiento de un fabuloso solo de sintetizador. La breve coda serena redondea la idea a la perfección. Durando casi 9 ¾ minutos,
‘Road To The East’ se erige como la pieza más extensa del álbum. Comenzando con un ejercicio de hard rock melódico a medio tiempo (un poco a lo URIAH HEEP de la fase 71-73), pronto volvemos al terreno sembrado en la serie de los temas #3 y #6: una alternancia entre palaciegos pasajes prog-sinfónicos diseñados con estilizado nervio y otros marcados por un aristocrático swing jazz-rockero. La emergencia de una sección ceremoniosa cuasi-Floydiana durante el último tercio se siente muy natural al tener la canción un persistente medio tiempo. La guitarra se encarga de guiar el sendero epilogar con pulso firme mientras el esquema musical en curso gesta un clímax contundente. El final del repertorio llega
de la mano de la miniatura ‘Outside The Tunnel’, la misma que funciona como una clausura adicional para la atmósfera señorial con la que había terminado ‘Road To The East’. Todo esto fue “Macrophonix”, el nuevo trabajo fonográfico de los italianos MACROSCREAM. Hemos esperado muchos años desde aquel tiempo en que nos impresionó tanto el grupo con su segundo álbum al siguiente disco.... Y realmente ha valido la pena la espera: es un disco bastante recomendable dentro de cualquier buena fonoteca dedicada al rock progresivo de ayer y hoy.
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