Monday, July 25, 2011

"Dead Horse", el impactante testamento de CHARTS AND MAPS

HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Proveniente de la localidad californiana de Highland Park es el grupo que se trae a colación hoy: el quinteto instrumental CHARTS AND MAPS, el cual ha llevado una interesante trayectoria musical entre inicios del nuevo milenio y fines del año 2009, cuando el grupo decidió entrar en su fase de hiato que se prolonga hasta el momento de escribir la presente reseña. Su aporte al circuito rockero experimental del underground estadounidense dentro de la vertiente math-rock tiene un valioso testamento de su parte con la edición póstuma de su disco de larga duración “Dead Horse”, recién a inicios del presente año 2011. Hasta entonces, sus únicos ítems editados eran dos EPs del año 2008. Una cosa interesante de este grupo es que, a diferencia de otros que tienen talento y energía suficientes como para mantener viva la antorcha de la experimentación progresiva dentro de las sonoridades math-rockeras y afines, se abre libremente a la absorción de otros recurso estilísticos que van desde el jazz-rock hasta la psicodelia, incluyendo aditamentos de post-rock y noise-rock, mientras que hace un uso más comedido de su propio fuego rockero. El resultado es original y peculiar dentro y a través del estándar específico donde el grupo decidió focalizar su creatividad y desarrollo performativo. Con toda esta versatilidad bien encapsulada en su núcleo sonoro de dupla guitarrera, dupla rítmica y saxofonista, no es de extrañar que sus actuaciones en vivo recibieran elogios desbordantes de parte de la prensa musical del underground norteamericano.


‘Take Me Back To Highland Park’ abre el disco con un sólido recurso de tribalismo expectante en las primeras instancias de la secuencia rítmica, asentando la vía para un efectivo cuerpo central donde se suceden motivos cadenciosos que, merced al modo en que las guitarras y el saxo articulan su armazón dinámica, ofrecen un interesante enfoque jazzeado (a lo Krupa-con-Zorn) en torno al lenguaje del math-rock, añadiendo dosis de fiereza psicodélica al asunto. Después siguen los 11 minutos y medio de ‘In The Town Of Machine’, pieza que comienza con un aire de rock duro lento sobre una batería jazzeada y atravesada por guitarreos crimsonianos 80eros, con calculadas interferencias explosivas efímeras que funcionan como efectivos adornos psicodélicos. La agilización aumentada a poco de pasada la barrera de los 3’30” sirve para reafirmar el lenguaje math-rockero predominante de la banda bajo un esquema genuinamente progresivo, aunque sin olvidar definitivamente el elemento jazzero, tal como se muestra en el momento en que el saxo asume el rol solista. Con todo, este momento de tendencia jazzera funciona principalmente como un puente de aparente relax para que un crescendo se arme a través suyo, el cual lleva a un motivo nuevo, esta vez de tendencia psicodélico-funky. El llamativo swing que se arma aquí crea un espacio único para el desarrollo de sonoridades lisérgicas de las guitarras, antes de que un nuevo motivo muy crimsoniano emerja con el propósito de crear una coda moderadamente neurótica para la pieza. a fin de cuentas, el rol de ‘In The Town Of Machine’ puede designarse como una dinámica compilación de varias de las preocupaciones musicales más recurrentes en la visión musical de CHARTS AND MAPS. ‘Gold Roomer’ porta desde el inicio una vibración más extrovertida, a pesar de que la mayor parte del tiempo se explaya en compases no demasiado fragorosos: más bien, la actitud prioritaria de la dupla rítmica es la de contención durante los 3 primeros minutos, lo cual resulta idóneo para asegurar una fluida transición hacia el segundo motivo, el cual se sostiene en un ejercicio de post-rock en clave intrépida. Una pieza densa, pero no tan inescrutablemente compleja que no pueda desarrollar atmósferas entretenidas con solvencia. ‘Now I Must Hit You’, por su parte, prosigue por este camino de extroversión y moderada locura, una vez más, realzando el factor crimsoniano que es tan imprescindible en las manifestaciones más auténticas del math-rock; la relajada coda jazz-bluesera brinda una conclusión inesperada, un estímulo sano para la mente del oyente. Ojalá se hubiera extendido un poco más dicha coda… pero bueno…, en todo caso, cabe señalar que ‘Now I Must Hit You’ resulta más complejo compositivamente que ‘Take Me Back To Highland Park’ y un poco menos denso que ‘Gold Roomer’, aunque siempre manteniendo la garra electrizante que es una constante del grupo.

Ya hemos experimentado más de media hora de excitante complejidad rockera y todavía quedan 25 minutos de disco, siendo el tema encargado de iniciar lo que resta ‘Pearl Divers Of The Arabian Peninsula’: su cadencia tribal introductoria parece apelar a imágenes exóticas en los primeros instantes, pero con el pronto ingreso del ensamble entero se devela un ágil ejercicio de confluencia entre psicodelia cuasi-crimsoniana y jazz-rock de sutiles reminiscencias funky (algo parecido a lo que grupos de jazz-rock contemporáneo como GUTBUCKET y LED BIB hacen en sus momentos más intensos). El cuerpo central se arma en torno a un compás semi-lento que proporciona un amplio espacio para que sucesivamente se den los despliegues notorios plasmados en dinámicos fraseos solistas de saxo y un ulterior solo de guitarra que orgullosamente ostenta aires a lo Steve Hillage, mientras que en buena parte de la arquitectura subyacente se ensanchan capas cósmicas de guitarreos embebidos en filudos efectos psicodélicos. ‘Hypnotiq American Firework’ también aporta una fuerte presencia del saxofón en su primer motivo, cuyo tenor está basado en una armazón de síncopas rockeras movida por un combustible jazz-rockero. Poco antes de llegar a la barrera del segundo minuto y medio, llegamos a una lenta letanía absorbente e incandescente, en la que el solo de guitarra sale al frente de una forma exquisitamente agresiva, creando así un magnetismo crucial que evoca sensaciones de electrizante inquietud. La maquinaria instrumental intensifica su polenta en un crescendo letal que se arma poco antes de llegar a la barrera de los 7 minutos, aterrizando finalmente en un estupendo frenesí rockero al 100%. La pieza homónima ocupa los últimos 9 ½ minutos del álbum. Comenzando con una larga introducción free-form de clara tendencia lisérgica, seguidamente emerge un cuerpo central cuya cadencia rítmica y alusiones exóticas se parecen mucho a las de ‘Pearl Divers Of The Arabian Peninsula’, aunque cabe señalar que la ambientación onírica está trabajada aquí de manera más concienzuda, lo cual nos lleva a reconocer también un nexo cercano con las ensoñaciones poderosamente opresivas de ‘Hypnotiq American Firework’. ‘Dead Horse’ puede muy bien describirse como un híbrido entre ISIS y GUTBUCKET, o más concretamente, una síntesis de los dos temas precedentes que se perfila bajo las pautas más netamente psicodélicas del mundo sonoro de CHARTS AND MAPS, y por tanto, es un perfecto cierre para el disco.


Hoy por hoy, Jay Watford toca guitarra en DANGER BEES en dupla con un multivalente Mike Allison, quien también es guitarrista en PRIDE OF KENYA (donde también está Daniel Melancon) y saxofonista en RANDOM PATTERNS (donde también está Daniel, una vez más), mientras que John Taylor es guitarrista de SEMICONSCIOUS GLORIA. Todos los componentes individuales siguen bastante activos pero CHARTS AND MAPS como entidad colectiva ya no es una realidad fáctica. Así las cosas, solo falta agradecer al grupo su aporte hecho por la vanguardia math-rockera del nuevo milenio.


Muestras de “Dead Horse”.-
Take Me Back To Highland Park: http://www.youtube.com/watch?v=wTO7-Gp7_sU
Pearl Divers Of The Arabian Peninsula: http://www.youtube.com/watch?v=Yrfr_lp3CY4
Dead Horse: http://www.youtube.com/watch?v=NinTaGRJoWQ

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