HOLA AMIGOS DE
AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy es el
turno del grupo italiano SLIVOVITZ, una banda
italiana formada en la localidad de Nápoles en setiembre de 2001, iniciando así
un periplo incansable en el que la banda no ha dejado de desarrollarse,
replantearse metas artísticas, cambiar de motivaciones e inspiraciones, así
como de encuadres musicales. La línea de trabajo de la banda va por las líneas
del jazz-progresivo remozado con elementos étnico-fusionescos, psicodélicos y
vanguardistas (lo cual los pone en línea con sus ilustres compatriotas de
Calomito), aunque también se notan confluencias con otras estrategias
eclécticas que redundan en un esquema sonoro dueño de un vigor único. El grupo hace justo honor a su nombre ,tomado de un delicioso licor producido en los Balcanes. Tras un
disco debut homónimo de 2005 y un sucesor “Hubris” de 2009 que supuso su primer
gran impacto en el público progresivo dedicado a las líneas vanguardistas del
género, SLIVOVITZ volvió a la carga en 2011 con su tercera placa “Bani Ahead”.
La
formación que toca en “Hubris” consiste en Derek
Di Perri (armónica), Riccardo Villari (violín), Pietro Santangelo (saxos alto y
tenor, canto), Ludovica Manzo (canto), Marcello Giannini (guitarras), Domenico
Angarano (bajo, contrabajo) y Stefano Costanzo (batería, percusión), más las
ocasionales colaboraciones adicionales del guitarrista Ugo Santangelo y los
percusionistas Marco Pezzenati y Giovanni Imparato. ‘Zorn A Surriento’ abre el
disco con una bizarra combinación de algarabía rítmica de base Latin-jazz con
filudas exhibiciones de neurosis sónica dirigidas por la dupla de saxo y
guitarra; la garra que emana de los tambores y platillos de Costanzo opera como
pulcro sostén para el dinamismo tan especial de esta pieza. A continuación,
‘Caldo Bagno’ reviste la línea de trabajo fusionesca con un mayor grado de
extroversión, lo cual incluye un intenso pasaje rockero desde el cual se arma
un tremendo clímax para la ilación temática. ‘Mangiare’ emerge con una base
reggae sobre la cual el ensamble de Giannini, Angarano, Santangelo & co.
desarrolla esquemas sonoros que transitan entre la psicodelia pesada, el
chamber-rock y las gráciles extravagancias Zappianas: hablando de ZAPPA, hay
mucha influencia de este inmortal maestro estadounidense en los fraseos de
Giannini. Durando poco menos de 6 minutos, ‘Errore Di Parallasse’ sirve para
que la banda explore los aspectos más explícitamente líricos de su propuesta
artística: guarda aires de familia con el primer ARTI + MESTIERI, así como con
los estándares Canterburyanos de bandas clásicas como GILGAMESH y el SOFT
MACHINE de la etapa “Bundles”, aunque con sus añadidos innegables de candor
mediterráneo. Esta pieza encarna un indudable cénit del álbum. Su magnetismo
sonoro es tan imponente que da la sensación de que la conclusión llega
demasiado pronto, pero bueno, el álbum debe continuar y lo hace con la dupla de
‘Né Carne’ y ‘Né Pesce’. ‘Né Carne’ se hace debido eco del vitalismo jazz-fusionesco
exhibido en la pieza precedente y le da un aire un poco más relajado, no
renunciando al vigor esencial de la banda sino dándole un giro diferente en
aras de reforzar la presencia de texturas y sutilezas; por su parte, ‘Né Pesce’
sorprende con su manera de comenzar con atmósferas cautelosas y constreñidas
para luego armar desde allí una musicalidad razonablemente robusta donde lo
lírico se convierte en una manifestación de fuerza de carácter. El fulgor del
mediodía veraniego resurge con ‘Dammi Un Besho’, pieza que remodela climas
gitanos y arábigos en una mezcla sonora rotundamente lúdica y elegantemente
extrovertida.
‘CO2’ exhibe un bello torcimiento de climas latinos bajo una
compleja arquitectura rítmica desde donde la naturaleza evocativa de la base
melódica halla una catapulta para su mágica exaltación. Las capas de vientos y
violín son simplemente geniales. Poco después, ‘Canguri’ explora nuevamente
cadencias y matices exóticos, combinando la exuberancia de lo arábigo con la
coquetería juguetona de lo mediterráneo con la pulcritud de siempre. En medio
de estos temas, bajo el simpático título de ‘Sono Tranquilo Eppure Spesso
Strillo (S.Tr.E.S.S.)’, existe una canción en clave jazz-funk con matices
cuasi-punk, exhibiendo una mezcla de sátira y enojo en las partes cantadas
repartidas entre Ludovica Manzo y el saxofonista Santangelo. Los últimos 17 ½
minutos de álbum están sucesivamente ocupados por ‘Tilde’ y ‘Sig. M Rapito Dal
Vento’. ‘Tilde’ se basa mayormente en un compás de 5/4 para desarrollar una
lúcida síntesis de los aspectos líricos que han imperado en varios de los temas
precedentes del repertorio: las orquestaciones de armónica, saxo y violín son
cruciales a la hora de sustentar los momentos más extrovertidos. Pero si se
trata de explorar a fondo la faceta lírica de SLIVOVITZ, el momento de ‘Sig. M
Rapito Dal Vento’ es el más propicio para hacerlo: en sus primeros minutos, la
trama melódica es sublime y las interacciones de los instrumentistas destilan
una inmensa mezcla de sensibilidad y delicadeza. Una mención especial debe ir
para el genial solo de violín que surge en un momento intermedio para
capitalizar el hasta entonces solo latente vigor sónico del ensamble. A partir
de allí, solo resta un pasaje en clave de bossa nova donde la armónica asume el
rol protagónico hasta llegar a la coda lánguida, aterrizada sobre un ruido de
sereno oleaje.
Vamos
ahora al tercer disco de SLIVOVITZ, “Bani Ahead”, el primero con el baterista
Salvatore Rainone y el trompetista Circo Riccardi como miembros del ensamble.
‘Egiziaca’ abre el álbum con mucha polenta, expandiéndose esplendorosamente en
un espacio de casi 7 minutos con recursos que van de lo Zappiano (etapa de “The
Grand Wazzoo”) a lo Canterburyano, y de allí a lo psicodélico, pasando también
ocasionalmente por climas indoeuropeos que se reforman para ajustarse al flujo
musical en curso. A continuación, ‘Cleopatra Through’ y ‘Fat’ prosiguen por
investigaciones sonoras encapsuladas en atmósferas sólidamente coloridas: el
primero de estos temas se basa en un compás de 5/4 para enfilarse hacia una
filuda dinámica netamente jazz-rockera, mientras que el segundo se centra en
ambientes más candorosos en el manejo de un motivo central bastante amable, un
paseo por las facetas más líricas de la banda. No cabe duda que con esta tríada
inicial, el álbum llena desde el punto de partida el aire que rodea al oyente
con una musicalidad caleidoscópica que impone su agilidad y dinamismo:
SLIVOVITZ no deja metralla sónica sin disparar a la hora de mostrar el poder de
su creatividad dentro de una ingeniería donde cada instrumento respira su
propia libertad concreta mientras se confronta ordenadamente con los demás.
Para
‘Vascello’, el grupo sigue apostando por el lirismo limpio, pero esta vez lo
maneja con un vigor más rotundo, muy cercano al exhibido en el tema que abrió
el álbum: la coda incorpora un crescendo de tenor Latin-jazz en aras de darle
un matiz atractivo adicional al asunto antes del cierre. Acto seguido, ‘02-09’
se enfila por una dinámica semejante, tal vez con un leve aumento de la
robustez sonora, semejante a la vitalidad de los campeones Canterburyanos HATFIELD
& THE NORTH. Después de la ambientación enérgica sostenidamente alimentada
por la sucesión de estos dos temas, ‘Opus Focus’ elabora una lánguida y oscura
atmósfera donde los vientos y el violín asumen un rol protagónico en los
inquietantes retazos sonoros: esta combinación de tenue progresivo sinfónico y
soft-jazz funciona como un acicate sonoro para pensamientos nostálgicos. La
pieza homónima tiene un motivo central focalizado en una alegre manifestación
de climas festivos con talante gitano, además de un interludio jazz-rockero
cuya garra nos recuerda al dinamismo ofrecido anteriormente en ‘Cleopatra
Through’. ‘Pocho’ cierra el álbum con un ejercicio de sonoridades y cadencias
fusionescas que empieza bien insertado en climas suaves y luego se va
expandiendo sostenidamente hacia un jam pulcramente articulado en una exquisita
dinámica sincopada. La presencia de la trompeta en un rol peculiarmente
protagónico al frente de la instrumentación global le da un magnetismo efectivo
al asunto antes del redondeo conclusivo. El balance general de “Bani Ahead” es
que logra completar y reforzar las virtudes de integración y soltura expresiva
que ya estaban bien forjadas en el disco precedente “Hubris”: en todo caso, la
armonización múltiple que el ensamble exige de sí mismo en la labor de
concreción de su material abarca niveles más refinados de fruición y
compacidad.
La música de SLIVOVITZ es deliciosa, estupenda, pletórica de colorido y
vibraciones extrovertidas desplegadas en múltiples modalidades: vale la pena
descubrir a este grupo, pues escuchar uno de sus discos es garantía totalmente
segura de querer seguir explorando en el resto de su obra hecha hasta el
momento… y sobre todo, mantener expectativas altas respecto a lo que en el
futuro nos pueda brindar. ¡Vamos adelante, exploradores progresivos!,
¡SLIVOVITZ es una tierra nueva a donde debemos enrumbar los veleros de nuestros
oídos y cerebros!
Muestras
de “Hubris”.-
Errore Di
Parallasse: http://moonjunerecords.bandcamp.com/track/errore-di-parallasse
CO2: http://moonjunerecords.bandcamp.com/track/co2
Tilde: http://moonjunerecords.bandcamp.com/track/tilde
Muestras de
“Bani Ahead”.-
Egiziaca: http://moonjunerecords.bandcamp.com/track/egiziaca
02-09: http://moonjunerecords.bandcamp.com/track/02-09
Pocho: http://moonjunerecords.bandcamp.com/track/pocho
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