HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Los húngaros de SOLARIS volvieron a
la carga en el año 2014 con un disco muy significativo: “Marsbéli Krónikák II”, o sea, “Crónicas
Marcianas II”. Es una movida muy inteligente y arriesgada a la vez la de salir de un largo
periodo de letargo con la secuela de ese disco debut de mediados de los 80s que
significó una gran afirmación de la movida progresiva magiar en un tiempo donde
el género sufría de un gran descrédito tanto en el gran mercado musical como en
sus propias entrañas. Sí, nos referimos a “Marsbéli Krónikák”, un clásico indiscutible del prog europeo post-70s y
que hasta ahora muchos coleccionistas del género veneran como la obra más
esencial y mejor lograda de la banda. Por entonces, la conformación de SOLARIS
incluía a Cziglán István (ya fallecido), Erdész Róbert, Pócs Tamás, Kollár
Attila y Gömör Lászlo. Con posteriores modificaciones parciales en la
alineación y ulteriores discos, SOLARIS se afianzó como una figura importante
en el revival prog de los 90s, pero la actividad del grupo en el nuevo milenio
ha sido prácticamente nula. Pero bueno, la hibernación ha terminado y ahora
tenemos al grupo conformado actualmente por Bogdán Csaba [guitarras], Erdész
Róbert [teclados], Kóllar Attila [flautas, vientos y pandereta], Gömör Lászlo [batería
y percusión] y Séres Attila [bajo]; o sea, a 4/5 del personal que concibió y
grabó el genial concept-album “Nostradamus: Próféciák Könyve” y 3/5 del que
grabó el primer disco.
Esta nueva obra de SOLARIS se ha completado
con las intervenciones de los siguientes invitados: el baterista Ferenc Raus,
quien toca en los temas quinto y séptimo del álbum, Szirtes Edina “Mokus” al
violín y la voz, Ullmann Zsuzsa y Krasznaia Tunde la voz, Szendőfi Balázs al
bajo, Gerendas Peter a la guitarra acústica, Ferenz Muck al saxofón y Erdész Tamás
a la guitarra eléctrica adicional. En general, se trata de un disco con un
calibre fastuoso, concebido con una ingeniería dispuesta a llenar espacios por
todos lados a fin de reflejar musicalidad rebosante. Esto lo notamos enseguida
con la suite de
‘Marsbéli Krónikák II’, la cual ocupa los primeros 23 minutos y pico del álbum,
con siete movimientos que se reparten en tres partes; la más larga de estas
partes dura 12’42” porque encapsula los movimientos segundo al sexto. ‘1. Tetel’
(Primer Movimiento en húngaro) pone sobre las brasas la carnalidad rockera del
grupo en la primera sección, dando espacio debido al sintetizador para ofrecer
un primer solo, breve pero efectivo a la hora de instaurar el clima musical
preciso. El cuerpo central se desarrolla con un tenor más reflexivo, envuelto
bajo ropajes de fastuosidad sinfónica típicos de la banda: los solos sucesivos
de flauta y saxofón llevan las riendas del desarrollo temático, mientras la
guitarra funge como mensajera de los pasajes más intensos. Los aires Floydianos
son fáciles de notar, aunque claro está que la gente de SOLARIS sabe hacer gala
de su voz propia. Con ‘2-6. Tetel’ tenemos el viaje musical más extenso del
disco. Contando con un canto femenino y un violín como compañeros de viaje, el
ensamble comienza este vuelo musical con una atmósfera serena y etérea empapada
de aires folclóricos de la Europa Oriental; más adelante, el vigor rockero
entra a tallar de forma inequívoca para gestar un ambiente ampuloso y
meticulosamente estilizado, al modo de una cruza entre JETHRO TULL y THE ENID
mientras el arreglo de cuerdas se amplía a cuarteto. Una vez que la melodía de
guitarra principal queda debidamente reforzada, el grupo da vueltas en torno
suyo incorporando interesantes variantes temáticas donde se conserva la
espiritualidad solemne que ya habíamos encontrado en el concept-album
“Nostradamus”. Con todo, los arreglos de violín siguen apareciendo de vez en
cuando para ayudar mantener las cadencias folclóricas en ciertos momentos
estratégicos. Los últimos 3 ½ minutos de la suite inicial están ocupados por ‘7.
Tetel’ (el Séptimo Movimiento), pieza que se encarga de reiterar el factor
Floydiano con una fuerte presencia de la coral femenina.
La
segunda composición multipartita del álbum es ‘Hangok A Multbol’, que consta de
dos Movimientos (1-2. Tetel). Comenzando con una atmósfera electrónica
evidentemente robótica pero con un cierto dejo de calidez, la banda pasa en una
segunda instancia a elaborar un motivo bien dibujado donde el elemento
electrónico se reviste de vigor rockero en un compás a medio tiempo que tiene
algo de hipnótico. Después de dos composiciones tan explícitamente magnas
emerge ‘A Vilag Nelkulunk’ para hacerse eco de los precedentes esquemas sónicos
tan ambiciosos y capitalizarlos a través de un enfoque melódico perfectamente
delineado donde se alternan pasajes serenos de tendencia bucólica con otros más
aguerridos donde el ideal sinfónico se muestra en toda su grandeza. Comenzando
con un cálido y sereno motivo de guitarra acústica, ‘Az Emberbogarak Buszkesege’
se elabora en clave folclórica, con claros acentos de la tradición de Europa
Oriental, debidamente estilizados por vía de orquestaciones de teclado, un
poderoso solo de guitarra y un arreglo de violín que se imponen a lo largo del
desarrollo temático. Los dos últimos temas del repertorio son ‘Lehetetlen’ y ‘Alien
Song’. En el caso del primero tenemos en su cuerpo central un ejercicio de rock
duro melódico sabiamente pasado por el filtro sinfónico, al modo de un híbrido
de DEEP PURPLE y JETHRO TULL; el prólogo y el epílogo constan de un motivo
intimista y lento no ajeno al paradigma de CAMEL, un motivo muy bello que, en
combinación con el tremendo gancho del cuerpo central, nos hace desear que el
tema fuese más extenso. En cuanto a ‘Alien Song’, éste no es un jam
space-rockero ni un ejercicio de climas electrónicos como puede tal vez
anticiparse por el título, sino una pieza de tendencia folclórica, alegre, a
medio tiempo, y con un patente sentido humorístico que se expone en los
arreglos de sintetizador y cánticos tecnificados que emulan duendes
cibernéticos. No se trata de un cierre muy impresionante para el disco, la
verdad sea dicha, pero refleja el tipo de frivolidad intelectualizada que
también habíamos encontrado en el último bonus track del primer “Marsbéli KrónikákI” (‘A Sárga Kör’, a todas luces, un
tema mucho más logrado).
Bueno, más allá de
esta (más o menos) pifia en la instancia final de “Marsbéli Krónikák II”, el
hecho es que se trata de un agradable y más que digno retorno a la escena
progresiva real de parte de una de las bandas húngaras más veneradas del medio,
y con justa razón. De hecho, se realizó un puñado de conciertos de presentación
de este disco a fines del 2013 con gran expectativa local, y el grupo ha
seguido dando algunos más en el transcurso del 2014 con una buena acogida de su
hinchada. El colectivo de SOLARIS vuelve a firmar su nombre en los anales de la
actualidad del rock progresivo, haciendo gala de sus excelso y refinados
conceptos musicales en beneficio del género.
Muestras de “Marsbéli Krónikák II”.-
Marsbéli Krónikák II, 2-6. Tetel: https://www.youtube.com/watch?v=ACBUcfg2QH8
Lehetetlen: https://www.youtube.com/watch?v=tO16q87Fi8k
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