HOLA, PROGRESIVOS, LES SALUDA CÉSAR INCA.
ENCHANT volvió al
ruedo en el 2014 tras varios años de un período de hiato… y lo hace de la única
manera que vale la pena: con un buen disco bajo el brazo, en este caso, “The
Great Divide”. Con la formación de Ted Leonard [voz y guitarra], Douglas Ott [guitarras
y coros], Ed Platt [bajo], Bill Jenkins [teclados] y Sean Flanegan [batería]
vuelve a escena con este nuevo disco bajo el brazo después de que pasaron 11
años del disco de estudio precedente “Tug Of War” y 10 del DVD “Live At Last”.
ENCHANT fue uno de los grupos más llamativos del revival progresivo
estadounidense de los 90s, entablando puentes entre estándares del prog-metal,
el neo-prog y el sinfonismo de vieja escuela con una frescura propia: RUSH,
KANSAS, MARILLION, DREAM THEATER y GENESIS eran puntos de referencia
peculiarmente amalgamados dentro de esta entidad musical formada en San
Francisco a fines de los 80s de las cenizas de un grupo llamado MAE DAE. El
grupo, aunque no llegó a igualar la fama de otros grupos progresivos y
metal-progresivos de los 90s, contó siempre con una hinchada fiel y creciente.
Eso significa que nunca fue olvidado, y ahora que Ted Leonard ha estado
fungiendo como frontman de SPOCK’S BEARD en estos últimos años, la esperanza de
volver a tener nueva música de ENCHANT se reavivó. Hace un par de años, el
bajista Ed Platt anunció que había planes de reunión para la banda: pues bueno,
“The Great Divide” es el testimonio de la realización de dichos planes en su
rumbo hacia un buen puerto: InsideOut Music fue el sello responsable de poner
este disco en el mercado el 30 de setiembre del año pasado. Vayamos ahora a los
detalles del disco, ¿vale?
Con un punche
inapelable desarrollado sobre un medio tiempo, mezclando grooves y estándares
de KARMACANIC, ILUVATAR y el SPOCK’S BEARD post-Neal Morse, ‘Circles’ da inicio
al disco con una musicalidad majestuosa. El teclado ocupa una posición
particularmente destacado dentro del desarrollo temático, y también hay
lucimiento especial para la labor de la batería dentro de la mezcla. Y sobre
todo, una pregunta: ¿por qué tiene Ted Leonard que imitar a Neal Morse? Bueno,
ojalá sea solamente una ocurrencia específica para esta canción, aunque más
bien parece que su registro se ha “alterado” un poco. Las dos siguientes
canciones, ‘Within An Inch’ y la homónima, se hacen cargo de proyectar lo que
será la serie de coordenadas recurrente para el repertorio global. ‘Within An
Inch’ está a cargo de preservar la garra y el punche de la pieza de entrada
pero con un dinamismo un poco más contenido, lo cual permite al ensamble
trabajar los ocasionales quiebres rítmicos con un mayor énfasis en los
contrastes. Otra vez nos regala Jenkins un fabuloso solo de sintetizador que
nos remite a los tiempos del primer DREAM THEATER así como a los primeros
discos de ARENA. En cuanto a la canción homónima, pues para empezar, se trata
de la más larga del disco con sus 9 minutos de duración. Pero sobre todo cabe
destacarse su manera de crear y explayarse en atmósferas de relax espiritual en
su desarrollo temático, con una dupla rítmica que añade ciertos resabios
jazz-rockeros en su labor mientras que las complementaciones entre la guitarra
y el teclado nos llevan hacia terrenos referentes a la tradición neo-progresiva
británica (MARILLION, PENDRAGON, JADIS). ‘All Mixed Up’, por su parte, vuelve a
la dinámica predominante de los dos primeros temas, pero tal vez con un
coqueteo más abierto con el paradigma del prog-metal melódico (creando nexos
con los alemanes de VANDEN PLAS).
La dupla de
‘Transparent Man’ y ‘Life In A Shadow’ encarna la instancia más popera de este
repertorio: establece aires de familia con las pautas más recurrentes del
tercer álbum “Break”, y también con la faceta menos sofisticada de SPOCK’S
BEARD y, claro está, el aspecto más complaciente del MARILLION del nuevo
milenio. Eso sí, no falta el recurso de algunas síncopas ingeniosas en el
pasaje intermedio del primero de estos temas, así como sendos emotivos solos de
guitarra muy a lo Steve Rothery para los dos. Justo cuando se cierne la amenaza
de que el álbum caiga en una suerte de anemia musical, emerge ‘Deserve To Feel’
para gestar una ingeniosa y enérgica combinación de prog-metal y neo-prog, una
visión del tipo de musicalidad y nervio al cual parecían aspirar los ARENA en
sus discos más recientes pero que no lograban concretar del todo. Bueno, esto
es territorio pleno de ENCHANT y ellos cumplen a cabalidad con las exigencias
de esta tarea de exploración. Los últimos 15 ½ minutos del álbum están ocupados
por la secuencia de ‘Here And Now’ y ‘Prognostication’. ‘Here And Now’ revela
ciertos acentos épicos en su modo de ornamentar el bien delineado desarrollo
melódico, definido bajo los patrones históricos de ENCHANT (su clásico primer
álbum “A Blueprint Of The World”). ‘Prognostication’ – técnicamente, un bonus
track – ocupa un espacio de casi 8 ½ minutos, es una arrolladora muestra
instrumental de sinfonismo moderno expuesto a su potencia más vitalista, lo
cual se debe a los elementos prog-metaleros que entran a tallar dentro de la
amalgama sonora.
Resumiendo: lo que los
ENCHANT han logrado con “The Great Divide” ha sido un retorno serio y bien
constituido, mostrando el buen oficio de siempre a la hora de crear material
musicalmente atractivo y plasmarlo con ejecuciones tan enérgicas como limpias. Yendo más allá de la gran divisoria que separa al presente del pasado, Los ENCHANT han vuelto con la pureza de sus ideales progresivos propios
intacta.
Muestras de “The Great Divide”.-
Deserve To Feel: http://www.youtube.com/watch?v=VDjoWRiamfQ
Here And Now: https://www.youtube.com/watch?v=RAbk23Y5f48
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