HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
TAYLOR’S UNIVERSE, el combo liderado por el genial
multi-instrumentista y compositor danés Robin C. Taylor, acaba de publicar su
nuevo ítem fonográfico titulado “From Scratch”. Este disco es en muchos
sentidos un nuevo punto de partida para la evolución musical del ensamble, en
primer lugar porque el buen Taylor prefiere dejar que su rol de guitarrista
pase notoriamente a un segundo plano; el encargado del instrumento la mayor
parte del tiempo es Claus Bøhling.
Taylor toca algo de guitarras eléctrica y acústica pero sus principales
funciones “se limitan” al bajo, los teclados y las percusiones. Otro detalle
importante para entender a este álbum como un nuevo punto de partida es el
hecho de que se distancia de la línea de trabajo que ha venido desarrollando el
ensamble en los cuatro discos precedentes; las ideas musicales encapsuladas en “From Scratch” tienden a enfatizar sonoridades
enérgicas que sirven para crear un nuevo dinamismo dentro del clima de perpetua
creatividad de TAYLOR’S UNIVERSE. El maestro Karsten Vogel aparece
una vez más como colaborador constante a los saxofones y clarinetes, mientras
Klaus Thrane se hace cargo de la batería de forma exclusiva. El material fue
grabado y producido en los estudios Soundscape Studio y Thrane Studio entre el
verano del 2014 y el invierno del 2015, viendo la luz a pocos días de finiquitado
todo este proceso. Repasemos a continuación los detalles del disco en cuestión,
¿vale?
El tema que abre el
álbum, ‘Other Meetings’, despliega un vigor poderosamente llamativo, es simple
y llanamente una demostración de fuerza de carácter articulada bajo las
coordenadas de una musicalidad jazz-rockera tremendamente robusta, aún en los
momentos donde la dupla rítmica baja la intensidad. Los sucesivos momentos de
lucimiento para la guitarra y el Mini-Moog se sostienen sólidamente dentro del
bloque instrumental integral. El siguiente tema se titula ‘Beta X’ y se encarga
de virar las cosas hacia algo totalmente distinto: se trata de una pieza
masivamente psicodélica que se explaya en grooves “mecanizados” que nos remiten
a ciertas facetas del krautrock. Si los arreglos de batería ostentan una
musculatura relativamente parca, las atmósferas de teclado y las líneas del
saxo soprano aportan un aura etérea al asunto, logrando así que la expresividad
nuclear de la pieza adquiera una riqueza especial. Las distorsiones abstractas
del final añaden una gallardía bizarra al asunto. ‘Balcony People’ nos revela
ciertas conexiones con la línea de trabajo desarrollada en el anterior disco
“Evidence” en cuanto a groove y atmósfera articulada por el bloque
instrumental, pero ese punche de la primera guitarra y del Mini-Moog hacen que
la pieza refuerce su parentesco con la esencia del primer tema, claro que esta
vez la ambientación general es más sobria. El epílogo de ‘Balcony People’
consiste en un soundscape de guitarra e-bow y cósmicos efectos de sintetizador
con fondos de voces que parecen proyectarse por una línea telefónica. Ya con la
secuencia de estos tres temas el oyente está bien al tanto del tipo de
renovación sonora que la gente de TAYLOR’S UNIVERSE está afianzando desde su
“revolución interna”.
El cuarto tema del
álbum, ‘Interrail’, es el más largo – dura 9 ¼ minutos – y, además, es el único
donde Robin Taylor toca todas las partes de guitarra y, como colofón, también
la segunda batería. El motif recurrente es sencillo y llevadero, pero sin duda,
portador de una aureola de oscura tensión que el bloque instrumental traslada a
una ambientación onírica: el saxo alto asume un peculiar protagonismo con sus
alucinados solos. Jytte Lindberg y Jan Fischer acompañan en los arreglos
corales. ‘Laura’s Lullaby’ ofrece un momento de relax contemplativo: la
amalgama de sencillos acordes de piano y cálidas florituras de saxo soprano
funciona a la perfección. También cuenta con el apoyo coral de Lousie Nipper y
la antes mencionada Jytte Lindberg. Siguiendo en parte la senda de ‘Balcony
People’ pero con una actitud poco más aguerrida y una fastuosidad más acentuada,
‘Für Louise’ es otra genial muestra de musicalidad sobria trabajada con un
razonable sentido de ampulosidad, bien encuadrada dentro del juego de síncopas
que arma la dupla rítmica. Una mención especial debe ir para el colorido solo
de Mini-Moog que nos regala Ulstrup en la sección final de ‘Für Louise’, el
cual hubiera sido motivo de orgullo para el mismísimo Kit Watkins (el héroe
histórico de los HAPPY THE MAN). Nos pasa con ‘Für Louise’ lo mismo que con
‘Other Meetings’ y con ‘Balcony People’: sus motivos centrales son tan
adictivos que se sienten muy prematuros sus cierres. Esta vez es Finn Olafsson
quien se encarga de la primera guitarra, mientras que Jakob Mygind y Carsten
Sindvald (a los saxofones soprano y barítono, respectivamente) acompañan a
Vogel en el departamento de metales. Cierra el disco la onírica pieza ‘Autumn
River’, que, como su título indica, refleja el paisaje sónico de los
apasionados torrentes fluviales que imponen su presencia a través de una
envolvente niebla otoñal. La concreción musical de este paisaje se traduce en
un aplicado ejercicio de psicodelia etérea guiada por la influencia de STEVE
HILLAGE y algunos resabios de ROBERT FRIPP en los exultantes fraseos diseñados por un Bøhling que se luce a placer; por su parte, con su lúcida mentalidad de ingeniero del arte, Taylor aporta capas cósmicas de sintetizador y escalas
sutiles de guitarra.
Todo esto fue el repertorio de “From Scratch”, un
disco que es más que un disco a secas: es una firme declaración que hace el
colectivo de TAYLOR’S UNIVERSE de su intención de explorar nuevos caminos para
seguir bien asentado como una figura señera dentro de la actual avanzada
progresiva danesa. ¡Bien por ello y bien por todos los prog-melómanos del
mundo!
Muestra de “From Scratch”.-
Other Meetings: https://soundcloud.com/udi-koomran/taylors-universe-other-meetings
Muestra de “From Scratch”.-
Other Meetings: https://soundcloud.com/udi-koomran/taylors-universe-other-meetings
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