HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
El
año 2016 nos trae una nueva muestra de grandeza musical de parte de uno de los
ensambles más señoriales de la vanguardia progresiva japonesa: THE WORLD
HERITAGE. Este quinteto conformado por los guitarristas Yamamoto Seiichi y Kido
Natsuki, el violinista Katsui Yuji, el bajista Nasunu Mitsuru y el baterista
(mitad sobrehumano, mitad alienígena) Tatsuya Yoshida ha publicado por vía del
sello fonográfico Magaibutsu – creado y dirigido por el mismo Tatsuya – el
extenso ítem “The Land Of Light” en el pasado mes de agosto. Este disco, que es
el sexto en el currículum de la banda, recoge una grabación de improvisaciones
colectivas dinámicas que tuvieron lugar 3 años atrás en Akihabara Goodman, un club
de Tokio (más exactamente, el 18 de octubre del 2013): bueno, más vale tarde que nunca para dar a conocer al mundo una labor
como ésta. Yoshida y Natsuki son socios regulares en las filas del power-trío
KOREKYOJINN, además de haber sido cada uno de ellos la figura líder de RUINS y
BONDAGE FRUIT, respectivamente. Yuji también tiene un pasado activo en BONDAGE
FRUIT mientras que Seiichi formó parte de THE BOREDOMS y Mitsuru estuvo en
ALTERED STATES así como en DAIMONJI. Amigos de siempre, los integrantes de THE
WORLD HERITAGE siempre hacen huecos en sus agendas individuales para llenarlos
con momentos de interacción musical bajo pautas libres donde confluyen los modelos del avant-jazz, la psicodelia progresiva
con cercanía a la tradición stoner, el rock-in-opposition, el space-rock y el
jazz-rock. ahora pasemos a los detalles del repertorio contenido en “The Land Of Light”.
Ocupando
un espacio de casi 10 ¼ minutos, ‘Kekova’ abre el catálogo con un garbo grácil e imponente que tiene
bastante de jazz-rock y también de psicodelia pesada, aunque es preciso señalar
que las dosis de ambos factores se van matizando mientras las combinaciones
varían a lo largo del camino. Definitivamente es una muy buena vía de entrada
para apreciar el modo en que las dos guitarras van alternando sus respectivos
momentos de protagonismo mientras el violín incesantemente tantea espacios
donde lucir su propia voz individual dentro de la dinámica grupal. ‘Cyaneai’ sigue a
continuación para meterse en el área del space-rock con una dinamismo propio de
la edad de oro de HAWKWIND pero con una exquisitez filuda que se emparenta más
con los legados de GURU GURU y de ASH RA TEMPEL: es en este sentido que el
modelo progresivo otrora desarrollado por BONDAGE FRUIT sale a relucir de forma
especial dentro del entramado sonoro global. A poco de pasada la frontera del
cuarto minuto, el quinteto se adentra gallardamente en terrenos sonoros que
coquetean con el caos, pero tal vez se trata realmente de un momento en el que
la fuerza reinante se vuelca sobre sí misma para replantearse una nueva
dirección para el jam en curso. Con
el arribo de ‘Pinara’, el ensamble se dispone inicialmente a explorar una
especie de versión lisérgica del canon blues-rockero... algo así como un jam
lento iniciado en una típica excursión de THE GRATEFUL DEAD en su fase madura
que posteriormente fue sometido a una radical cirugía psicodélica de parte de
un combo de músicos de GURU GURU y HIGH TIDE. Tal como sucedió con el tema
inmediatamente anterior, el paradigma de BONDAGE FRUIT sigue afianzando su
fuerte huella en los dinamismos sónicos que el personal de THE WORLD HERITAGE
traza para su propia ingeniería de musculares improvisaciones: de este modo,
casi sin darnos cuenta, nos vemos enredados por un dinamismo agresivo cuya
fiereza está revestida de inquebrantable elegancia. ‘Sidyma’ es jolgorio puro,
casi coqueteando con el paradigma del math-rock en varios pasajes debido a la
mecánica rítmica tan alevosamente compleja que se crea para la ocasión. En esta
pieza tenemos al violín en uno de sus momentos de más llamativo protagonismo.
La
dupla de ‘Xanthoos’ y ‘Letoon’ está diseñada para seguir ahondando en el factor
extrovertido de la banda. En efecto, ‘Xanthos’ comienza centrándose en un groove
jazz-rockero de talante claramente vitalista y colorido que parece una cruza
entre el lado más incendiario de MAHAVISHNU ORCHESTRA y el fragor sistemático
de unos THERHYTHMISODD. Más adelante, las vibraciones se trastocan un poco para
pasarse a la esfera del space-rock, no con el fin de negar la luminosidad
precedente sino para impulsarla hacia una versión más neurótica del jolgorio
reinante. El pasaje final es un delirio en 5/4 donde confluyen el mencionado
paradigma Mahavihnuense y el de MASSACRE, lo cual hace que la neurosis
evolucione hacia una especie de retorcido misticismo. Por su parte, ‘Letoon’ se
estructura bajo la guisa de country-rock psicodélico arropado de inocultados
esplendores inspirados en el krautrock guitarra-céntrico. Nos vamos acercando
al final del repertorio cuando emerge ‘Patara’, tema que claramente se revela
como un animal de una fauna diferente de las de las dos piezas precedentes. Su cuerpo
central se instala sobre una inmisericorde ingeniería de desasosiego
deconstructivo: la consigna parece ser la de remodelar parte del legado del
rock-in-opposition británico de los 70s a través de un híbrido filtro de
free-jazz y noise-rock. Durando poco más de 7 minutos, ‘Ucagiz’ cierra el
disco. En
algún momento se instala un ceremonioso groove en clave stoner pero su función
básica es de la asentar algo más o menos bien definido para que luego vuelva a
diluirse en una informe osadía. Es en esta instancia que se presenta la ocasión
idónea para que un nuevo pasaje se centre en un jam electrizante que transita
desde un contundente centelleo hasta una majestuosa llamarada. Durando poco más
de 7 minutos, ‘Ucagiz’ cierra el disco con una apremiante exhibición de
versatilidad: el asunto comienza con tintes blues-rockeros absortos bajo un
aura de expectativa y en un segundo momento vira hacia un compás salvaje que
transmite aires de vehemente jovialidad. La musculatura que imprime el grupo a
esta atmósfera particular parece oscurantista al oído poco atento pero es en
realidad vivacidad en estado químicamente puro lo que se manifiesta aquí.
Fue poco menos de una hora y cuarto de música rotunda y categórica la que nos brindaron los cinco héroes que se congregan en este aquelarre avant-progresivo que es THE WORLD HERITAGE. El fulgor que inunda este catálogo de formidables piezas musicales se contrapone a la reserva de los propios músicos quienes no aparecen en ninguna de las fotos de la funda del disco: solo hay fotos de monumentos y restos arqueológicos diversos, fotos tomadas por Yoshida y que no están nada mal. Pero bueno, lo importante es que los omniscientes niveles de ingenio y vigor de este quinteto han quedado oportunamente evidenciados en sus anteriores ítems fonográficos y “The Land Of Light” no ha sido la excepción.
Muestra de “The Land Of Light”.-
Kokovo:
https://soundcloud.com/magaibutsu/the-world-heritage-kekova
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