HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy tenemos el gusto de presentar lo nuevo de SPATIAL MOODS, una de las
bandas campeonas de la avanzada psicodélica dentro del underground peruano de los últimos diez años. El disco en cuestión
se titula “Nace Un Ciclo” y fue publicado a inicios del pasado mes de abril
en varias redes virtuales, incluyendo el propio blog de Bandcamp del grupo. Aunque la formación vigente de SPATIAL MOODS consiste
en el trío del guitarrista Jorge Apaza Frisancho, el baterista Israel Tenor y
el recién ingresado bajista, la alineación que grabó el disco que ahora
reseñamos todavía era la del cuarteto de Apaza, Tenor, el guitarrista Arturo
Alonso Quispe Velarde y el bajista Manuel Villavicencio Sánchez. Apaza añade
aportes al sintetizador dentro de la logística grupal. O sea, tenemos aquí la segunda ocasión en
que esta formación cuatripartita que generó el renacer de SPATIAL MOODS a fines
del año 2016 plasma su operatividad después del disco “Cae Un Mito” (publicado en de agosto de 2019). Apaza, como líder del grupo, se hizo cargo de los procesos de mezclado y masterización de los cinco temas contenidos en este álbum. Por su parte, la alucinante arte gráfica del disco fue realizada por Emilio Carranza. Veamos ahora los detalles de cada pieza de “Nace Un Ciclo”.
‘Regenio, Recuerdo’ abre el disco instaurando un muy llamativo ejercicio
de hard rock intrépido, haciendo gala de agilidad y contundencia. A mitad de
camino surge un interludio donde el cuarteto vira hacia una dinámica más
contenida, la misma que abarca a las dos guitarras realizando efectivos
destellos en clave space-rockera mientras la dupla rítmica elabora un groove fusionesco.
Al final, el grupo vuelve al despliegue de filuda agilidad del principio. A continuación
viene ‘Incierta Gran Aventura’, pieza cuyo enclave sonoro se enfoca en una
cruza entre stoner y psicodelia progresiva, terminando todo con un epílogo abstracto
en clave cósmica. Tras la contundente instalación de edificaciones sonoras de
vigor e intensidad realizada por estos dos primeros temas del álbum, llega el
turno de ‘Gira-Sol’, una pieza que nos parece uno de los puntos culminantes del
disco. Su fiereza absorbente instalada sobre una lenta cadencia en 3/4 ofrece
un magnético despliegue de ambientaciones densas, desarrollando una
hibridización de BLACK SABBATH y HAWKWIND. Más adelante, el cuarteto agiliza
las cosas con una variación intrépida en su groove, el cual permite al grupo
explorar las facetas más extrovertidas y asertivas del paradigma space-rockero
(un poco en confluencia con los estándares de CAUSA SUI y PAPIR). Mientras este
segundo jam va avanzando, la fuerza rockera reinante va asumiendo crecientes
vibraciones celebratorias. Los últimos centelleos de guitarra parecen recrear
los últimos instantes de un fulgor que ya está dando lo último que pueda dar. La
simpática palabra ‘Miedito’ sirve como título para el tema más extenso del
disco: dura 10 minutos y pico. Como es de esperar, el grupo da rienda suelta a una ilación de diversos motivos con el propósito de explotar las máximas instancias de prestancia versátil a sus patrones estéticos. La primera sección del tema alterna momentos de blues space-rockero con otros marcados por el estándar del stoner, mientras que la siguiente sección se enfila hacia una psicodelia flotante y parsimoniosa dentro de un envolvente encuadre post-metalero. A partir de aquí, se siembre el camino para el aguerrido clímax armado durante los dos últimos minutos. La verdad que los SPATIAL MOODS han buscado llegar a algo épico con este estupendo tema y lo han conseguido con refinada solvencia, no reñida con el vigor.
Durando casi 8 minutos, ‘Teresa’ cierra el repertorio con un aire misterioso y evocativo. Comienza exhibiendo una reflexiva ceremoniosidad que se sustenta sobre un groove lento, siendo así que el jam se expande a través de una atmósfera nebulosa y crepuscular. Algo así como una mezcla de MOGWAI con el modelo Floydiano de la fase 69-71. Tras un breve puente de silenciosa abstracción, el jam retorna con un acrecentado poderío rockero el cual provoca que las vibraciones crepusculares de antes sean reemplazadas por una densidad incendiaria. Tal vez tengamos aquí el solo de guitarra más impresionante del disco. Lo evocativo se torna intenso y, hasta podríamos decir, furioso. El epílogo es efectivamente tenue, al modo del reposo conclusivo que llega tras el apagamiento de las últimas llamaradas de furia. Así termina el disco, como un retrato sonoro del anochecer en un rincón abandonado del alma. Hay planes en el futuro para concretar la publicación de “Nace Un Ciclo” y del disco antecesor “Cae Un Mito” en formato de vinilo; mientras tanto, disfrutemos de sus obras fonográficas en las redes virtuales. La verdad que los SPATIAL MOODS saben muy bien cómo mantenerse en la primera línea de la vanguardia rockera dentro del underground peruano: como es costumbre, nos ha vuelto a sorprender gratamente con su nuevo disco.
Muestras de “Nace Un Ciclo”.-
Miedito: https://spatialmoods.bandcamp.com/track/miedito
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