HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy presentamos el disco debut de la banda italiana QUEL CHE DISSE IL
TUONO, fundada durante los primeros meses del año 2018 por la guitarrista Francesca Zanetta tras el cisma que se produjo
entre ella y el resto de la aún activa banda UNREAL CITY. Ahora, con esta nueva misión musical que Zanetta y sus nuevos compinches se han trazado dentro de la escena progresiva italiana actual, QUEL CHE DISSE IL
TUONO ya tiene su disco “Il Velo Dei Riflessi” como una realidad concreta desde
el pasado 20 de marzo, habiendo sido publicado por el sello AMS Records. La línea de trabajo aquí plasmada es retro-progresiva con un énfasis en la faceta más aguerrida de la tradición italiana (MUSEO ROSENBACH, ALPHATAURUS, IL BALLETTO DI BRONZO), lo cual supone, a su vez, establecer algunos aires de familia con IL BACIO DELLA MEDUSA, IL TEMPIO DELLE CLESSIDRE, LE PORTE NON APERTE, UBI MAIOR, y cómo no, UNREAL CITY. Zanetta dio inicio al grupo juntándose con Roberto “Berna” Bernasconi [bajo y primera voz] y
Alessio Del Ben [batería, percusión, teclados y coros]; poco después, el ensamble se
completó con el ingreso de Niccolò
Gallani [piano, teclados, flauta y coros], procedente de CELLAR NOISE. Dentro
de la logística grupal, Zanetta también toca algo de sintetizador. Este disco
que hoy comentamos es una obra conceptual sobre la esquizofrenia emocional del
ser humano, la repulsión de sus propios lados oscuros y el arduo camino a la
aceptación de sí mismo: por ello, las imágenes metafóricas de espejos y
reflejos son recurrentes en la secuencia de las cinco piezas que completan el
repertorio del álbum. El mismo título del disco juega con esta paradoja de mostrar y ocultar el propio reflejo. Cuatro de las cinco piezas contenidas en este disco oscilan generosamente entre
los 9 ¼ minutos y los 13 ¾ minutos de duración: se nota que el grupo quiere jugar a lo grande con sus esquemas musicales desde el punto de partida. Repasemos ahora los detalles de “Il Velo Dei Riflessi”.
Comenzando con el ruido de un trueno distante, ‘Il Paradigma Dello
Specchio (Primo Specchio)’ abre el disco comenzando con el
despliegue de una aureola ceremoniosa y lánguida, para luego abrir camino a
expresiones más aguerridas y robustas, todo ello mientras se preserva
cuidadosamente el lirismo dramático que signa a todas las variantes melódicas y
ambientaciones que se van sucediendo dentro de una diversidad bien afiatada. En
su último tercio, la actitud de la canción se vuelve enfáticamente solemne,
siendo así que la atmósfera se siente grisácea e inquieta: el inteligente
empleo de capas y orquestaciones sobrias de los teclados junto al armado de un
grácil solo de guitarra de cierto talante Floydiano, ayuda bastante a crear una
sensación introspectivas en medio de la musculatura sónica. Un buen inicio de
álbum, sin duda, y que ciertamente marca a la pieza siguiente, ‘Figlio
Dell’Uomo (Secondo Specchio)’, pues ésta comienza con una parsimonia efectiva e
intrigante. A poco de pasada la frontera del segundo minuto y medio, las cosas
viran hacia un dinamismo notoriamente más luminoso, acentuado por un más que
interesante diálogo entre la guitarra y el sintetizador. Mientras las dosis de
extroversión expresionista van aumentando, también lo hace el músculo rockero,
el cual no abandona al bloque sonoro ni siquiera cuando vuelven a encauzarse
los pasajes parsimoniosos. Poco antes de llegar a la frontera del sexto minuto,
emerge un interludio de tenor manierista cuyas sutil aureola sigilosa pronto
abre campo a la expansión de otro más aguerrido. El epílogo redondea el núcleo
temático con un pulso contundente, siendo predominante el rol de los teclados
tanto en el solo central como en las bases armónicas. Un muy buen tema que conforma un clímax decisivo para el repertorio. ‘Chi Ti Cammina Accanto?
(Terzo Specchio)’ es una balada sinfónica cuyos laterales aires bucólicos son
acertadamente acentuados por las intervenciones de flauta en los momentos más
suaves. La espiritualidad
de esta canción es patentemente melancólica, mas se nota en los arreglos melódicos
y armónicos que el grupo quiere hilar un ropaje grácil y suntuoso para aquella melancólica
reinante, añadiéndole un cariz contemplativo.
Los
dos últimos temas del disco son los más extensos del mismo, y en buena medida,
cargan sobre sus espaldas la mayor parte del dramatismo cálidamente expresivo
en torno al cual gira el catálogo. ‘Il Bastone E Il Serpente (Quarto Specchio)’
comienza con un prólogo expansivo y vitalista donde se concreta un interesante
contraste entre las estilizadas intervenciones del sintetizador solista y las
recias intervenciones de la guitarra, todo ello sobre un regio groove armado por
la tríada de órgano, batería y bajo. Para la emergencia de la primera parte
cantada, todo se vuelve más lento y ceremonioso pero sin perder casi nada del
vigor precedente. En un momento así, volvemos al territorio de la segunda pieza
del disco, pero la suntuosa maraña de motivos instrumentales que se van hilando
a través de diversas atmósferas que van de lo denso a lo ágil con perfecta
fluidez, el grupo gesta un pico glorioso de ingenio progresivo dentro del álbum. Otros pasajes lentos ayudan a la pieza a realzar toda la versatilidad de su dramatismo melódico. El carácter señorial del último motivo impulsa un epílogo envolvente y
apasionado desde el cual el grupo explora a placer las dimensiones más refinadas de su magnetismo lírico. Hemos disfrutado mucho de esta pieza pero todavía nos queda ‘Loro
Sono Me (Catarsi’, la cual dura más y ostenta mayores dosis de complejidad musical.
Los bloques temáticos se van sucediendo con exquisito frenesí y la opulencia de
los compases inusuales utilizados para la mayor parte de ellos genera una
sensación de neurótica inquietud, como si se quisiera escapar de alguna fuerza
amenazante y misteriosa con el fin de llegar a un lugar de luz para que la susodicha amenaza desaparezca. Algunas secciones ostentan un aura gótica que nos recuerda a A PIEDI NUDI mientras que ciertos pasajes pesados nos remiten a enfoque más ácidos propio del prog pesado. Cuando emergen nuevas vibraciones para la
instauración de la primera sección cantada, el cuerpo melódico expone una
mezcla de cándida serenidad y arcanas vibraciones otoñales. La aureola etérea
situada entre lo palaciego y lo pastoril, la misma que emana del bloque de
mellotrones, sintetizador y clavicordio, ostenta una atmósfera introspectiva cuya calidez inherente es muy patente. Luego sigue un interludio de talante barroco, que es en realidad un puente hacia una sección ampulosa sobre un compás de 5/4 que respira una cierta tensión y, a la vez, se insinúa un fulgor casi celebratorio.
La segunda sección cantada emerge sobre un swing tribal que anuncia el pronto
arribo del majestuoso epílogo con el que habrá de terminar la canción. El último sonido es el mismo trueno distante que dio el impulso inicial a la primera canción del álbum; así pues, esta canción no solo brinda el clímax decisivo e idóneo para un disco marcado por un despliegue incombustible de grandilocuencia desde su punto de arranque, sino que también cierra su círculo temático con una adecuado efectismo.
Todo esto fue “Il Velo Dei Riflessi”, un disco que reivindica a lo grande a la guitarrista y compositora Francesca Zanetta en esta nueva etapa de su carrera en el paisaje actual del rock progresivo italiano, y por supuesto, lo principal es que pone al colectivo de QUEL CHE DISSE IL TUONO en un sitio preferente dentro de la escena progresiva del presente año 2020. El grupo ha diseñado un exquisito juego de espejos marcado por una incansable ampulosidad caleidoscópica dentro de un discurso netamente prog-sinfónico. Este disco contiene suficientes dosis de vigor y densidad dramática como para no dejar indiferente a nadie: lo recomendamos totalmente.
Muestras de “Il Velo Dei
Riflessi”.-
Loro Sono Me (Catarsi): https://quelchedisseiltuono.bandcamp.com/track/loro-sono-me-catarsi
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