Thursday, September 05, 2024

Segundo éxtasis musical de la fraternidad de MARK COOK y STEVEN LEAK



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA. 

Hoy volvemos a toparnos con el proyecto a dúo del estadounidense MARK COOK y el canadiense STEVEN LEAK: se trata del disco “Ekstasis”, el cual fue publicado el último 21 de agosto. COOK toca las Warr Guitars con y sin trastes, los sintetizadores, la batería y las percusiones, mientras que LEAK se hace cargo de las manipulaciones electrónicas y el diseño sonoro. En esta asociación de creación y organización ingenieril, las ideas musicales surgen para ser reinventadas a través de la logística del estudio de grabación: es el modus operandi del dúo para la concreción de su proyecto. Es la segunda vez en lo que va del año 2024 que esta fraternidad estadounidense-canadiense realiza una nueva serie de aventuras musicales encuadrada dentro del ambient con proyecciones progresivas y space-rockeras. El modus operandi fue el mismo que en “Happenstance”, publicado en en el mes de junio: COOK grabó una serie de motifs y soundscapes a los cuales LEAK, con carta blanca, procedió a procesar, unir y enriquecer con capas y demás intervenciones sintetizadas, efectivamente juntando las labores de mezcla y adiciones instrumentales en un solo acto de creación estética. Repasemos ahora los detalles de “Ekstasis”.

Durando cerca de 8 minutos, ‘The Dark, The Flowered Way’ abre el repertorio con una flotante aura cósmica, la cual se explaya a lo largo de varios recovecos ambientales que transitan de lo arcano a lo siniestro, y de aquí a una densidad inquietante que parece tener una predisposición a la inquietud grisácea. Lo siniestro regresa al frente para el último cuarto, añadiéndole una dosis extra de vitalismo. Realmente deja una fuerte huella este inicio del álbum, tan centrado en la cruza entre lo neurótico y lo espectral. La segunda pieza es ‘Fire-chased Shadows’ y su misión principal es la de dejarse envolver bajo un manto sobriamente crepuscular, el mismo que deja entrever matices intrigantemente nerviosos; así las cosas, el groove lánguido de la batería realza eficazmente ese latente desasosiego. Es como si se hubiese realizado una cruza entre los PINK FLOYD de 1971 y el estándar post-rockero bajo la batuta de los DJAM KARET de 
“Suspension & Displacement”. ‘Star Gossamer’ es la pieza más extensa del disco con su espacio de poco más de 10 ¾ minutos. Su misión consiste básicamente en impulsar las vibraciones crepusculares de la pieza precedente hacia una instancia más épica mientras reintroduce factores de la perturbadora fluidez cósmica heredados de la pieza de apertura. Un detalle particular es que aquí se ha matizado un poco los ecos siniestros heredados de ‘The Dark, The Flowered Way’ en nombre del encumbramiento de atmósferas misteriosas. Éstas tienen cierta conexión con lo que hicieron CLUSTER en su tercer álbum y los TANGERINE DREAM en su etapa 1980-82. El ingreso de la batería poco antes de llegar a la frontera del segundo minuto y medio permite al enclave sonoro, como un todo, explayarse en una arquitectura evocadora: he aquí el cimiento de ese elemento épico que mencionamos más arriba. En el pasaje epilogar, una vez apartada la batería, las predominantes e imponentes vibraciones evocadoras se dejan llevar por un enclave minimalista que apela a una espiritualidad modernista: es algo muy eficaz para la conexión con las alusiones estelares del título de la pieza misma. 

‘Aether Pearls’ le da un nuevo giro al patrón de densidad etérea marcado por el primer tema del repertorio al incluir una secuencia de percusiones tonales sintetizadas sobre una envolvente serie de capas sintetizadas. La manera en que éstas marcan la pauta de las expansiones de la ingeniería sónica central es suficientemente eficaz como para hacer notar su grosor impresionista como impulso primigenio de las atmósferas que van ocupando espacios por doquier. Poco a poco, mientras se acerca a su momento final, las atmósferas ensoñadoras de la pieza se van tornando más calmadas. Los últimos 8 ½ minutos del repertorio están ocupados por ‘Blossoms Steal The Moonlight’, pieza encargada de enfatizar los recursos de ambient minimalistas que han sido tan predominantes a lo largo del disco (con las obvias referencias al krautrock electrónico de la legendaria Escuela de Berlín). En este caso, es el aura de un misterioso ensueño y no tanto el de una densidad tenebrista lo que define a la esencia expresiva de la pieza en cuestión. No es hermana de la primera pieza del álbum, sino su contraparte, y posiblemente es eso mismo lo que la convierte en el cierre perfecto para el mismo. En conclusión, todo lo que se contiene en “Ekstasis” nos causa una muy agradable impresión melómana. Esta fraternidad de MARK COOK y STEVEN LEAK, por su manera de hacer confluir prog-ambient, psicodelia y minimalismo electrónico, conforma un indicio de lo mejor que se está haciendo dentro de la vanguardia rockera de los países de América del Norte. En comparación con el disco precedente sólo por un par de meses, “Ekstasis” se explaya más en ambientaciones oscuras e inquietantes; en continuidad con aquél, nos muestra un cuadro completo de la muy interesante propuesta musical del dúo. 
 
 
Muestras de “Ekstasis”.-

The Dark, The Flowered Way: https://www.youtube.com/watch?v=uh0S_OFrpoM

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