HOLA
AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy
es la ocasión de hablara del grupo franco-canadiense KARCIUS, el cual vuelve al
ruedo fonográfico tras pasar por una notoria fase de transformación en su línea
de trabajo. No solo cuenta con un nuevo bajista llamado Sylvain Auclair en su
alineación, sino que éste aporta un rol vocal al esquema grupal, y por sobre
todas las cosas, el grupo ha forjado un nuevo cimiento sonoro basado en un
reciclamiento neo-psicodélico de prog-metal, heavy prog y jazz-rock con
tonalidades contemporáneas que lo emparentan con el PORCUPINE TREE post-“In
Absentia”, RIVERSIDE y el QUIDAM post-Emila. Será imposible repasar el repertorio
del grupo sin mencionar a estos referentes más de una vez. Vamos a ver qué
nuevo impulso significará este disco para la banda, pero los tiempos de
“Episodes” y “Kaleidoscope” se han ido para siempre: el esquema sonoro del
grupo ha mudado de piel, de las llamas del viejo KARCIUS ha emergido uno nuevo
que mira muy poco para atrás y se proyecta hacia nuevos cielos musicales por
donde volar. Los tres miembros constantes de la banda, Thomas Brodeur (batería
y percusión), Simon L’Esperance (guitarras) y Mingan Sauriol (teclados) suenan
bastante entusiastas bajo la protección de estos vientos de cambio.
La pieza homónima abre el disco con una dimensionalidad ecléctica donde los lenguajes del jazz-rock y la psicodelia pesada contemporánea confluyen muy armónicamente; algunos interludios tirados hacia el estándar prog-metalero refuerzan la patente muscularidad de la banda. Luego sigue ‘Hypnotic’, tema más reposado que se concentra en recrear atmósferas jazz-fusionescas dentro de un esquema sónico muy amigable con el estándar del sinfonismo moderno. El rol del piano es crucial para enfocar el desarrollo temático central, mientras que la dupla rítmica sostiene con pulcra solvencia las variantes de ambiente que tienen lugar (especialmente en la sección final). Con la dupla de ‘Rest My Head’ y ‘The Word’, el grupo afianza y completa la renovada dirección sonora de su propuesta musical: el primero de estos temas nos devuelve un poco a la magia magnética de ‘The First Day’ con un aumento de los aires de familia con el RIVERSIDE 2003-2005 y PHI, con miras a darle una ostentosa fastuosidad al asunto; por su parte, el segundo establece nexos con patrones del PORCUPINE TREE 2007-2011 años así como con el lado melódico del prog-metal, y de hecho, se puede decir que es la canción emblemática de las aspiraciones sónicas desarrolladas en los primeros 25 minutos del álbum. ‘Number Ten’, en fluida consonancia con la atmósfera conclusiva de ‘The Word’, es un misterioso solo de piano arropado bajo capas industriales de sintetizador, al modo de una ceremoniosa sucesión de reflexiones arrojadas en medio de la expansiva estructura cósmica de la realidad. A partir de aquí, ‘Why’ emerge como la aseveración más filuda hasta el momento de la renovación estilística de KARCIUS: empezando con un aura parsimoniosa al modo de una cruza entre PORTISHEAD y NO-MAN, la climática segunda mitad se deriva hacia una expresión de aguerridas aventuras progresivas inspiradas tanto en el PT de “Fear Of A Blank Planet” como en el estándar Wilsoniano de “Insurgentes”.
‘Brother’ asume en la mayor parte de su esquema
unos aires jazz-progresivos que nos recuerdan en cierta medida al viejo KARCIUS
de “Episodes” y “Kaleidoscope”, aunque es cierto que algunos matices del
guitarreo y la permanente intensidad de la dupla rítmica hacen que esta canción
se acomode totalmente a la línea de trabajo reflejada en el repertorio. De
hecho, el clímax que ocupa buena parte del momentum final nos muestra a la
banda regresando de lleno a los modelos de RIVERSIDE y PT. La secuencia de
‘Djoko’ y ‘Water’ cierra el álbum con la adición de nuevos aspectos que se integran dentro del
espíritu general del disco: ‘Djoko’ es un dinámico ritual de percusiones
tribales que se proyecta celebratoriamente a través de una levemente marcada
atmósfera industrial, mientras que ‘Water’ se focaliza en un espíritu de
talante neo-progresivo (al modo de la faceta más etérea del QUIDAM actual),
pertinentemente ornamentado con vuelos sonoros robustos afines a lo que hemos
escuchado anteriormente de forma consistente (además de un abierto coqueteo con
cadencias dub-reggae en algunos pasajes de su estructura rítmica).
Éste es el nuevo KARCIUS, “The First Day” es su testimonio vital; puede resultar chocante para muchos de nosotros que conocimos y apreciamos sus anteriores trabajos el tener que empezar a familiarizarnos con esta nueva línea de trabajo, y de hecho, la primera o primeras dos escuchas de “The First Day” puede generar ideas y sensaciones confusas y/o decepcionadas. Pero, a fin de cuentas, una vez que uno se anime a darle nuevas oportunidades a este nuevo material podrá disfrutarse de él como lo que es, un recurso de frescura y nuevo vigor para la vigencia contemporánea de la escena progresiva.
Éste es el nuevo KARCIUS, “The First Day” es su testimonio vital; puede resultar chocante para muchos de nosotros que conocimos y apreciamos sus anteriores trabajos el tener que empezar a familiarizarnos con esta nueva línea de trabajo, y de hecho, la primera o primeras dos escuchas de “The First Day” puede generar ideas y sensaciones confusas y/o decepcionadas. Pero, a fin de cuentas, una vez que uno se anime a darle nuevas oportunidades a este nuevo material podrá disfrutarse de él como lo que es, un recurso de frescura y nuevo vigor para la vigencia contemporánea de la escena progresiva.
Muestras de “The First Day”.-
The First Day: http://www.myspace.com/karcius/music/songs/first-day-87812082
Water: http://www.myspace.com/music/player?sid=88003471&ac=now
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