HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Tenemos hoy en nuestras manos el disco homónimo del debutante grupo
francés CAILLOU. Conformado por Charles Lucas [al bajo], Matthieu
Jérome [a los teclados], Philippe Gleizes [a la batería] y Rudy Blas [a las guitarras],
este ensamble instrumental cultiva una inspirada y enigmática mezcla de Zeuhl,
jazz experimental, psicodelia y jazz-fusión de vieja escuela. En el caso del
baterista Philippe Gleizes, quien justamente gesta y dirige a CAILLOU, no
tenemos exactamente a un novato, pues él cuenta con una buena experiencia en el
universo Zeuhl como colaborador en el proyecto del teclista Paul Brousseau
KOLKHÖZE PRINTANIUM y, sobre todo, en el proyecto solista de Christian Vander
OFFERING. El sello Soleil Zeuhl ha posibilitado la edición del homónimo disco
debut de esta banda que se inserta con total naturalidad dentro del gueto
avant-progresivo francófono contemporáneo que también congrega a NEOM, SETNA,
XING-SA, ONE SHOT, SCHERZOO y ATHANOR, por decir algunos nombres. De hecho, con
varias de estas bandas que acabamos de mencionar comparte CAILLOU aires de
familia, por lo que ya tenemos presente lo que cabe esperar del cuarteto que
ahora nos ocupa: esquemas rítmicos bien armados, ataques sónicos elaborados con
exquisito refinamiento, hermanamiento de los discursos del jazz y el rock,
manejo moderado de atmósferas oscuras. “Caillou” fue grabado a fines de octubre
de 2012 en el estudio La Grande Boutique: un año después, ya es una entidad
concreta en el mundo fonográfico.
Durando poco menos de 3 ½ minutos, ‘Hum Hum’ abre el disco con una
aureola minimalista cuya actitud de letanía conjura imágenes de languidez
introspectiva. Luego sigue ‘Victor’, que con sus 7 ½ minutos instaura una
vitalidad muy a contrapelo con el tema de entrada: esta vez se muestra a
nuestros oídos un vibrante híbrido de WEATHER REPORT y ZAO post-1975, con
ciertos enlazamientos vinculantes al Zeuhl de nueva generación. Este tema
incluye una de las más alucinantes intervenciones del guitarrista Blas en todo
el disco, aunque queda claro que las bases de piano eléctrico y el imperioso
swing armado por el baterista Gleizes conforman el centro neurálgico de casi
todo el desarrollo temático de la pieza en cuestión. A continuación sigue
‘Tomahawk’, uno de los dos temas que duran más de 8 minutos: centrándose en la
alternancia de un motivo psicodélico con base rítmica tribal y otro de línea
jazz-rockera, el grupo se toma su tiempo para llevar su gusto por la
musicalidad desafiante y sofisticada hacia niveles aguerridamente monumentales
de expresividad. ‘Païens’ tiene un lirismo más pulido, a medio camino entre la
tradición fusionesca estadounidense y el Canterbury pero con una robustez
propia de los legados de HONEYELK y ZAO; la misma descripción aproximativa vale
para ‘Dancin’ Dogz’, el tema que sigue a continuación, el cual incluso realza
el aura celebratoria introducida por ‘Païens’.
Con la secuencia de ‘Goban’ y ‘Spirales’ se inicia la segunda mitad del
disco: el primero sirve como un improvisado preludio al segundo, armando un
crescendo tan mágico como inquietante (casi a lo GOBLIN) para que todo derive
finalmente en una temática articulada en torno a los paradigmas de ESKATON y
ZAO. ‘Les Carpates’ es el otro tema que dura más de 8 minutos, y de hecho, dura
casi 9: tenemos aquí otro ejemplo de cómo la banda sabe explorar los aspectos
más filudos de su esencia musical sin dejarse desbordar por ella misma, sino
por el contrario, preservando muy bien el control sobre la expresividad por vía
del armado de un groove impecable y los desarrollos de poderosos diálogos entre
guitarra y teclado. Blas se enrolla muy bien conjugando simultáneamente la
soltura virtuosa de un MCLAUGHLIN y la neurosis vitalista de un FRITH. El riff
cadencioso que signa el pasaje final es marcadamente Crimsoniano: un cierre
monumental que completa el que para nosotros resulta el momento cumbre del
álbum. La dupla de ‘200 Toiles’ y ‘Nebuleuse Part 1’ se encarga de finiquitar
la cuestión con sendas exhibiciones de sutileza: el primero de estos temas se
centra en atmósferas grisáceas relativamente afines al modelo de UNIVERS ZERO,
mientras que el segundo elabora un sencillo ejercicio de lirismo envolvente a
lo SCHERZOO. Bueno, esto no es todo, pues a dos minutos de acabado el fade-out
de ‘Nebuleuse Part 1’, se inicia otro tema (un hidden track) que establece una
retoma de los ambientes predominantes en ‘Toiles’ pero con dosis aumentadas de
musculatura y solemnidad.
Y bueno, ¿cómo se puede culminar esta reseña de “Caillou” sino vertiendo
palabras de emocionado elogio para este vibrante catálogo de música
avant-progresiva? CAILLOU se evidencia como una entidad muy interesante para
los amantes del Zeuhl y del jazz-rock, en particular, y para quienes aman la
vanguardia en el rock en general. ¡Recomendado!
Extractos de “Caillou”.-
Victor F. [extracto]: https://soundcloud.com/caillou1/victor-f
CAILLOU tocando en el festival de Cauberotte (2012): http://vimeo.com/41342670
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