HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy tenemos en las manos un catálogo de
viajes sónicos experimentales perpetrados por el guitarrista estadounidense JAMES PLOTKIN y el baterista noruego PAAL
NILSSEN-LOVE: este catálogo se congrega bajo el título de “Death Rattle”, disco
publicado por el sello Rune Grammofon a fines de 2013. Ninguno de estos tipos es un novato.
PLOTKIN tiene una trayectoria sólida como integrante de bandas (los metaleros
industriales de OLD y los doom metaleros de KHANATE, por ejemplo) y como
solista desde la segunda mitad de los 80s, jugando con los discursos del metal,
el post-metal y el noise en contextos diversos pero haciendo gala de las mismas
dosis de solvencia e ingenio. NILSSEN-LOVE, por su parte, es un baterista
bastante curtido en la escena jazzera noruega, con algunos años de estudios
académicos en su currículum, además de varios premios a la excelencia musical.
Su amor por las áreas más desafiantes del jazz contemporáneo y el noise lo
movieron a fundar proyectos interesantes de free-jazz como ELEMENT y THE THING
(este último incluye al saxofonista MATS GUSTAFSSON, otra figura omnisciente de
la vanguardia jazzera nórdica), y lo convierte en el cómplice ideal de PLOTKIN
en esta gallarda aventura musical que es “Death Rattle”, una aventura diseñada
para que el oyente de turno la experimente como un desafío radical.
Bueno, vayamos ahora a los detalles del
disco. ‘The Skin, The Colour’ da inicio al repertorio elaborando una
extravagante armonización de instrumentos que buscan encontrarse mientras dan
vueltas en derredor de sus propias vibraciones individuales. Tras un largo
tiempo tanteando el fortalecimiento del encuentro deseado, la amalgama de
batería y guitarra se concretiza en un frenesí denso y brumoso donde el
discurso del free-jazz se alimenta crucialmente de ambientaciones neuróticas
propias de la eterna escuela de la psicodelia. La segunda pieza, titulada
‘Primateria’, expone una estrategia semejante a la del primer tema pero con un
énfasis mayor en lo psicodélico, lo cual implica un realce de las atmósferas
cósmicas: éstas se basan fundamentalmente en los fraseos filudos y múltiples
efectos de guitarra, mientras que la batería desestructura continuamente
cualquier posibilidad de esquema rítmico para hacer que los tambores y
platillos se eleven hacia un vuelo expresivo deconstructivo. Los coqueteos con
el krautrock según el modelo del primer GURU GURU son evidentes, y en líneas
generales, este tema constituye una estupenda odisea progresivo-psicodélica.
Hasta ahora tenemos 23 ½ minutos de experimentación aguerrida y nos espera otro
tanto con los dos temas que habrán de completar el repertorio del disco: ‘Cock
Circus’ y el que justamente le da título. ‘Cock Circus’ se encarga de retomar
la lógica exploratoria de ‘The Skin, The Colour’ para darle una refrescante
robustez, incluso brindarle un dinamismo más árido: se trataría, pues, de un
clímax especial del álbum. En fin, ‘Death Rattle’ ocupa los últimos 10 minutos
y pico del disco con una nueva aventura que redondea exitosamente los
parámetros de vitalismo posmoderno que el dúo se ha trazado. La primera mitad
se focaliza en un retrato de estremecimientos y arrebatos que se explayan entre
lo tanático y lo voraz; la segunda se relaja para plasmar el desvanecimiento
definitivo en los brazos de la muerte.
Esta asociación de JAMES PLOTKIN y PAAL NILSSEN-LOVE ha logrado
gestar en “Death Rattle” una obra sabiamente diseñada para usar el arte del
sonido como mecanismo para estremecer oídos y conciencias. Esto es
experimentación progresiva llevada hasta límites extremos de su genuinidad.
Muestra de “Death Rattle”.-
The Skin,The Colour: http://www.youtube.com/watch?v=n9fOXxdW96o
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