HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy tenemos el enorme placer de centrar nuestros
oídos y cerebros en el conjunto jazz-progresivo mexicano FILULAS JUZ, una gran
novedad. Siendo un quinteto conformado por el baterista Adriano Morales, el
guitarrista Armando Cuevas, el flautista-teclista José Javier Rodríguez y el
bajista Luigino Marín, radicado en la localidad de Querétaro, su repertorio ha
sido publicado en el hermoso disco “Astralopithecus” en una producción
compartida por Azafrán Media, La Encrucijada Records y Musea Records. El grupo
ha contado con colaboraciones adicionales del trompetista Alejandro Sierra, el
teclista Pablo Olaya y el percusionista Francisco Jiménez. Con edades que
oscilan entre los 24 y 27 años, este joven ensamble jazz-progresivo de reciente
formación escogió su nombre a partir del famoso capítulo 68 del “Rayuela” de
JULIO CORTÁZAR, donde se despliega el discurso literario en lenguaje glígico:
ya desde esta acción nominativa se nota que el grupo tiene como misión propia
aportar un impulso renovador a las fuerzas creativas de la vanguardia musical
de su país. A pesar de su relativamente corta existencia, los FILULAS JUZ han
pasado por algunos cambios de formación, pero más allá de eso, ya se instalan
como una importante fuerza musical en la vanguardia mexicana. Bueno, veamos
cómo se tradujo su impulso creativo en el repertorio de “Astralopithecus”.
Durando
solamente 2 minutos, la alegre primera pieza, titulada ‘Mariner (Skit)’ pone
sobre el tapete buena parte de los tipos de groove y colorido que cabe esperar
de la banda, y de hecho, ‘Belle Folie’ empieza a confirmar esto de forma
instantánea. La agilidad del groove básico y la sabia ingeniería con que arman
los esquemas melódicos y los sucesivos solos de flauta, guitarra y piano
eléctrico impulsan una calidez musical única. La dupla de ‘Introc’ y ‘Troc’
sigue a continuación, pasando de un inicio sigiloso y aleatorio a un despliegue
de juguetona vitalidad, bien movida por vibraciones de inspiración Latin-jazz
mientras edifica una ambientación jazz-rockera enérgica y tremendamente
atractiva. Dueño de una arquitectura temática bien definida, ‘Green Dolphin
Skit’ porta un aura grisácea que invita a una actitud contemplativa: las narraciones
a cargo del invitado José Manuel Hernández Hernández que expresan el desencanto
ante la desnaturalización del arte en la sociedad contemporánea y la necesidad
de que éste se renueve en una oposición a los esquemas imperantes actuales
recalcan este factor contemplativo. El sexto tema del disco es justamente el
que le da título, y en cierto modo absorbe los ecos del tema precedente, pero
es patente que se beneficia de un dinamismo más intenso que se explaya a través
de su talante sereno. El compás predominante es el 7/8, lo cual empuja al grupo
a asentar una estrategia sofisticada para el jam en curso; hallamos aquí uno de
los mejores solos de guitarra de todo el disco, además de varias incursiones de
la trompeta. Alrededor de la frontera del tercer minuto y medio se da un
quiebre desde el cual se abre campo para un nuevo jam, esta vez con una aureola
más metida en el lenguaje del nu-jazz. Se trata de una suerte de epílogo que
lamentamos, en lo personal, que no sea más extenso pues tiene un gancho muy
eficaz. Pero bueno, ya es hora de que emerja ‘Rebambaramba’ para devolvernos
algo de la alegría sistemática que habíamos disfrutado en la secuencia de los
tres primeros temas del álbum, aunque el desarrollo de los coloridos y
atmósferas centrales de la pieza son manejados con una bien calculada
auto-constricción. Los aires funky de la armazón rítmica y los arquitectónicos
duetos de flauta y guitarra marcan los principales rasgos del esquema temático
de esta pieza. La sección final vira hacia un frenesí en clave de free-fusion
que ostenta un atractivo sólido y atrapante, pero es una pena para nosotros que
no se prolongue más de lo que se le da en este registro.
Más
allá de estas “frustraciones” puntuales con respecto a las duracines de algunas
piezas específicas, queda claro que el repertorio de “Astralopithecus” es un
festín musical de gran calidad, y esta sensación se sigue conformando mientras
nos vamos acercando al final del disco. En efecto, cuando surge ‘Voyager’, la
banda se encarga de desplegar fehacientemente todo la vitalidad añorada que
disfrutamos en los primeros temas del álbum. Sustentado mayormente sobre un
compás de 11/8, la banda saca buen provecho del potencial de extravagante
dinamismo que tan complejo esquema rítmico exige; de hecho, hay varios momentos
de lucimiento del baterista con ingeniosos ornamentos que usa mientras se
desarrolla el solo de guitarra. Cerca del final se crea un groove más directo
en clave jazz-funky, un poco al estilo del WEATHER REPORT de la época con JACO
PASTORIUS, cosa que aprovecha la flauta para crear bellas florituras con un
infinitamente talante ágil. El disco concluye con su ítem más extenso, ‘Xena’,
el mismo que dura 8 ¾ minutos, y de hecho, se trata de la pieza en la que el
grupo y sus colaboradores de turno procuran trabajar las dimensiones más
fastuosas de su visión musical, incluso plasmando armazones experimentales en
el desarrollo multi-temático con un vigor majestuosamente exultante. El primer
periplo es en clave fusionesca que ya percibimos como típica de la banda, pero
con un punche rockero un poco más pulido, no por el empleo de riffs aguerrido
sino por el incremento de luminosidad en el groove general y la fuerte
presencia de efectos de eco en las bases de guitarra mientras la flauta
desarrolla uno de sus mejores solos del disco. Luego sigue un solo de bajo que
sirve para ahondar en las alusiones psicodélicas del primer pasaje, incluso
llevándolas a ciertos matices oscurantistas. El ensamble regresa en pleno
haciendo un breve juego de intercalaciones temáticas que deriva en un cierre
enérgico donde los fabulosos climas sintetizados y el solo de trompeta gestan
un fragor cósmico sobre un compás muy marchoso: se trata realmente de un broche
de oro, literalmente hablando.
¡Qué
grata sorpresa llega a nosotros desde México! La gente de FILULAS JUZ nos
obsequia una experiencia melómana innegablemente maravillosa desde su posición
particular en el terreno de la música jazz-progresiva. Vale la pena tomarse en
serio a este grupo y seguirle la huella en los próximos proyectos que le tenga
deparado el destino en sus horizontes astrales próximos.
Muestra
de “Astralopithecus”.-
Astralopithecus
[en vivo]: https://www.youtube.com/watch?v=_aDn0bQPqE8
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