HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
PARALLEL
MIND, la banda jazz-progresiva estadounidense
formada en la ciudad de Chicago a fines del pasado milenio por el
baterista Joe Babiak y el teclista Nibandh Nadkarni volvió al ruedo fonográfico
con el disco “Connections” a inicios de agosto del año pasado. A pesar de su
larga existencia (y persistencia), el grupo solo tiene un disco anterior a
éste, “Colossus ADEA”, el cual fue grabado bajo el formato de trío y ha
recibido merecidos elogios en varias redes progresivas por causa de su sabia
mezcla de jazz-rock, sinfonismo y jazz-fusion, con algunos trucos
avant-progresivos utilizados en ocasiones precisas. PARALLEL MIND aumentó su
formato a cuarteto incluyendo en sus filas al guitarrista Aaron Harris y al
bajista Tim Seisser para la grabación de este nuevo álbum, y con este factor,
el sonido grupal de PARALLEL MIND se focaliza voluntariamente en lo
jazz-rockero dentro de su convincentemente ecléctica apuesta musical. Dicho de
forma más concisa, tenemos en “Connections” un disco más filudo que su
predecesor. Cabe anotar que recientemente, Seisser ha sido reemplazado por Phil
Reiner. En cuanto a los méritos individualmente específicos de “Connections”,
se trata de un disco muy ameno e intenso: veamos los detalles del mismo ahora
mismo.
El
repertorio del disco comienza con las cuatro partes del concepto de ‘Colossus
2’, ocupando todas juntas un espacio de casi 15 minutos. La primera parte está
asentada sobre un groove llevadero, ostentando un motif de matices arábigos en
clave hard-rockera donde confluyen fluidamente el legado de LED ZEPPELIN y el
paradigma de LIQUID TENSION EXPERIMENT; la segunda parte se encarga de explorar
tales matices arábigos armando un esquema sereno donde la banda se centra en lo
etéreo, al modo de un puente de acceso hacia ese castillo de dinamismos fieros
y robustos que es la tercera parte. En efecto, la tercera escala del viaje
musical que nos brinda ‘Colossus 2’ nos lleva por senderos sonoros donde se
alternan exaltaciones propias del prog-metal y estilizaciones melódicas de raíz
prog-sinfónica. Estas dinámicas que sucesivamente se han armado en las partes
segunda y tercera son básicamente estrategias preparatorias para la ulterior
instauración de la última parte, la cual se regocija en su propia fastuosidad
sobre un esquema rítmico bastante marchoso. Lo que tenemos en este gran final
es algo emparentado con AYREON y KARMACANIC, elaborando una atmósfera épica con
una luminosidad entrañablemente pomposa. Tras esta suite llega la pieza
homónima, la cual dura poco más de 7 ½ minutos… ¡y es una joya absoluta! La
belleza de las ilaciones armónicas y desarrollos melódicos que se arman al
alimón por Harris y Nadkarni es simplemente abrumadora, pero además, hay que
resaltar la vitalidad así como la precisión con la que la dupla rítmica elabora
el swing apropiado para la ocasión. El desarrollo temático central en 7/8
agiliza las cosas para darle matices renovadores a la sobriedad reinante, algo
así como un fulgor primaveral que se complace en contemplarse a sí mismo como
motivador de vida nueva. Tenemos aquí una de las cúspides definitivas del
disco. ‘Confession Of Faust’ es una composición en la que el grupo explora su
rincón prog-metalero, y de paso, tiene la peculiaridad de contar con presencia
de canto, específicamente a cargo de Erik Martinez. La canción es amena y
ostenta una robusta arquitectura sónica, pero tal vez se siente como un injerto
dentro del flujo del repertorio del álbum: suena más a una versión de una
canción de DREAM THEATER o de SHADOW GALLERY y no a una pieza gestada desde las
entrañas creativas de PARALLEL MIND. Pero bueno, apreciémosla como una canción
buena que nos permite tomarnos unas momentáneas vacaciones del cosmos musical
del cuarteto.
Y
en eso estamos cuando nos ponemos a escuchar ‘Resyduel’, tema que vuelve un poco al talante de ‘Connections’
pero con una extroversión más pronunciada, la cual nos remite a un pasaje
intermedio entre los paradigmas de TRIBAL TECH y HAPPY THE MAN, con algunos
matices emparentados con la faceta más robusta del inolvidable power-trío
BOZZIO LEVIN STEVENS. En todo caso, queda claro que es en estos valles
jazz-progresivos donde la maquinaria de PARALLEL MIND transita con mayor
comodidad, aunque siempre hay un espacio reservado para la edificación de
momentos rockeramente robustos. Algunos de ellos están focalizados en algunos
breves interludios, mientras que otros se centran en la elaboración de grooves
notoriamente filudos que sustentan las bases para el poderoso clímax
conclusivo. Nos vamos acercando al final del álbum cuando emerge ‘Monochrome
Carousel’, una pieza que en buena medida capitaliza el dinamismo ostentoso de
la pieza anterior y trabaja más a fondo el factor prog-metalero en los arreglos
globales. Es en la labor de los teclados que se asegura una relevancia genuina
para el factor sinfónico. Sobre todo, ‘Monochrome Carousel’ se encarga de
edificar la conclusión climática del álbum junto a ‘The Great Divide’, pieza
que ocupa los últimos 9 ½ minutos del disco. En ‘The Great Divide’, el cuarteto
realmente sabe sacar provecho del poderío musical que se está imponiendo: en
muchas maneras, esta pieza final recoge el legado de majestuosa vitalidad de la
suite cuatripartita que abrió el álbum, añadiendo a la receta sónica algo de la
electricidad épica que marcó a ‘Monochrome Carousel’. Así de esplendorosa es la
finalización de nuestra experiencia con “Connections”, un muy buen disco que
nos hace recordar lo importante que es el rol que cumplen PARALLEL MIND dentro
de la actual escena progresiva estadounidense.
Muestras
de “Connections”.-
Monochrome
Carousel [vídeo-clip]: https://www.youtube.com/watch?v=f3R-eWdqY1g
Resyduel
[en vivo en Reggie’s Rock Club,
en Chicago]:
https://www.youtube.com/watch?v=LHdywR8zLQk
No comments:
Post a Comment