HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
En
este momento se da el turno de prestar toda nuestra atención al trío
estadounidense POINTS NORTH, particularmente a su segundo álbum, el cual se
titula como el trío en cuestión y fue publicado por el sello Magna Carta el año
pasado. La propuesta musical brindada por este ensamble formado en San
Francisco a fines del decenio pasado se orienta hacia un híbrido de jazz-rock
sólido y rock duro melódico, dándole claros tintes progresivos a dicho híbrido,
además de algunas ocasionales incursiones en las aristas más metaleras del
estándar rockero universal. Su alineación consta del guitarrista Eric Barnett,
el baterista Kevin Aiello y el bajista Uriah Duffy. Contando con un primer
álbum en su currículum que data del año 2012, titulado “Road Less Traveled”, el
trío grabó su segundo disco en el año pasado 2015 y decidió darle un título
epónimo. Repasemos el repertorio del mismo ahora, ¿vale?
Durando
poco menos de 4 minutos, ‘Ignition’ abre el repertorio del álbum en un
ejercicio de dinámica ignición rockera diseñado para motivar sentimientos de
instantáneo entusiasmo en el oyente. Los despliegues de vitalidad y solvencia
técnica a cargo de los tres músicos están al servicio del ágil e
inocultadamente sofisticado esquema sonoro que nos remite a dos bandas: LED
ZEPPELIN y TRIBAL TECH. Luego sigue la dupla de ‘Northstar’ y ‘Child’s Play’
para que el grupo siga mostrando diversas facetas de su ideario musical. La
primera de estas piezas porta un swing relativamente sencillo, orientado más
ciertamente a los estándares del rock furo melódico con sobrios ribetes
jazzeros (al modo de la faceta más asequible del paradigma de STEVE VAI); vale
destacar el espacio que se otorga al bajo para que se luzca en ciertos momentos
estratégicos, sin distraernos del foco temático. Por su parte, la segunda de
estas piezas nos muestra el lado reflexivo e intimista de POINT NORTH,
apoyándose en un desarrollo temático seductor y evocativo sobre un compás
lento. En ‘Child’s Play’ hay momentos que nos recuerdan a BOZZIO LEVIN STEVENS
así como a lo que hace el maestro STEVE MORSE en los álbumes de THE STEVE MORSE
BAND: hay un lirismo bien dibujado que no tiene miedo a meterse en esquemas
expresivos filudos, y tal vez sea éste el secreto de que se imponga como uno
los picos máximos del disco. Con la siguiente dupla, conformada por ‘Sky Punch’
y ‘Rites Of Passage’, el trío se pone a reforzar su línea de trabajo ahondando
en varios estándares que ya se revelan con total claridad al oído del oyente
empático. Así pues, tenemos en ‘Sky Punch’ un retorno al filo vibrante y
electrizante que antes gozamos en ‘Ignition’, así como a la misma aura de
robusta sofisticación; en lo que respecta a ‘Rites Of Passage’, nos topamos con
otro paraje de miradas introspectivas, y más aún, tenemos un caso prístino de
ahondamiento en el lirimo reflexivo que antes se nos había brindado en ‘Child’s
Play’. ‘Colorblind’ cierra la primera mitad del álbum con una llamativa actitud
hard-rockera, mayormente asentada sobre un compás de 7/8: es bastante cañera y
con alusiones equitativas al estándar del prog-metal y al jazz-rock robusto de
un JEFF BECK. ¡Y además tiene algo de letra!
‘Harlequin’
emerge para darnos una nueva dosis de dulce sobriedad desde las coordenadas
musicales donde se sitúan POINTS NORTH. En este caso específico, cabe resaltar
el empuje del dinamismo jazzero que utiliza el dúo de Aiello y Duffy a la hora
de asentar el groove general del tema; también podría decirse que aquí
encontramos algunos de los fraseos más elegantes de la guitarra de Barnett.
Para un grupo que no esconde su gusto por la fuerza pura del rock, se les
siente igualmente cómodos en estas composiciones más concentradas en una
espiritualidad intimista. La octava pieza del álbum se titula ‘Turning Point
(La Villa De Villers)’ y es la más extensa del disco con sus casi 7 ¼ minutos
de duración. Mostrando un ingenioso balance de rock pesado y jazz-rock, además
de algunas paráfrasis inspiradas en el clásico instrumental de RUSH ‘La Villa
Strangiato’, el grupo construye la edificación más netamente progresiva de sus
instintos rockeros mientras se deja llevar sólidamente por sus impulsos
musicales más ambiciosos. El resultado se traduce en otro cénit decisivo del
disco. Nos acercamos al final del álbum cuando surge ‘Redeye’, y la misión de
este tema consiste en reincidir en las vibraciones progresivas de la pieza
anterior dentro de un encuadre menos amplio. Las variantes de compás son
manejadas con perfecta fluidez y las expansiones performativas son manejadas
con buen gusto: virtuosismo al servicio del desarrollo temático y con miras a
plantear una luminosidad permanente. Con el simpático título de ‘Foxes &
Cougars’ – que ostenta claras connotaciones picarescas – el trío nos regala un
ameno jam blues-rockero que se sitúa cómodamente en las tradiciones de JEFF
BECK, JOE SATRIANI y GARY MOORE. En estos dos temas hay espacios para el
lucimiento del bajo, instrumento que se da maña para erigirse en desafiante
cómplice de la habitualmente protagónica guitarra. En fin, el cierre del disco
viene con ‘Killer Pounder’, pieza que recapitula las máximas expresiones de
vigor cañero que se instauraron en muchas de las piezas precedentes, y por qué
no, volviendo a acentuar la influencia de RUSH: es un broche muy coherente para
el disco.
Bueno,
no nos queda sino exponer un balance general muy positivo sobre “Points North” tras
todo este deleite que nos ha brindado el trío de Eric Barnett, Kevin Aiello y Uriah
Duffy. POINTS NORTH han hecho un trabajo bordado en el pasado año 2015 y es
justo decir que nunca es tarde para descubrir a este grupo en cuestión.
Muestras
de “Points North”.-
Child’s
Play [en vivo en BrickByBrick]: https://www.youtube.com/watch?v=xhd95-Fy2KA
Sky
Punch [en vivo en Vinnie’s Bar]: https://www.youtube.com/watch?v=QgMO-4OwzaY
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