HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
SHADOW
GALLERY es el nombre de una de las bandas norteamericanas más celebradas dentro
del ayer y el hoy del escenario prog-metalero a nivel mundial. Sus inicios se
remontan a inicios de los 80s, en el estado de Pennsylvania, bajo el nombre de
SORCERER, enfocándose en hacer versiones de clásicos del heavy metal y el prog:
por aquel entonces, el grupo estaba conformado por Mike Baker, Carl
Cadden-James, Ron Evans y John Coonie. Fue a mediados fines de los 80s que el
grupo comenzó a forjar su camino de madurez estilística, mientras Evans salía
el grupo y entraban en escena los guitarristas Brendt Allman y Chris Ingles; en
una situación que resultó crucial, este último pronto pasó al rol de teclista,
aprovechando además que estaba estudiando piano en el ámbito académico. Con el
inicio de la década de los 90s, el grupo pasó a llamarse SHADOW GALLERY y
asumió la decisión de combinar las influencias de las entonces novedosas
propuestas de DREAM THEATER y FATES WARNING con los legados prog-sinfónicos de
unos YES, GENESIS, KANSAS y EMERSON, LAKE & PALMER, más los vigorosos
paradigmas de RUSH, IRON MAIDEN y JUDAS PRIEST. En lo referente al departamento
vocal, QUEEN, QUEENSRŸCHE y YES son las influencias más patentes. A inicios de
1991, el grupo grabó una maqueta con 8 canciones, y esa maqueta llamó la
atención de la gente del entonces nuevo sello Magna Carta: con prontitud y
decisión, los jefes de dicho sello propusieron un contrato de grabación, siendo
el primer paso el de publicar 7 de esas 8 canciones en un disco homónimo, el
mismo que se hizo realidad en abril de 1992. La alineación de SHADOW GALLERY
consistía entonces en Mike Baker [voz y coros], Carl Cadden-James [bajos con y
sin trastes, flauta y coros], Brendt Allman [guitarras eléctricas y acústicas,
y coros], Chris Ingles [piano y sintetizadores] y Ben Timely [batería y
percusión]. Ben Timely no era una persona real, sino el bromista apodo que le
puso el grupo a la caja de ritmos Alesis HR-16, la cual fue utilizada para la
maqueta mencionada anteriormente. Como la gente de Magna Carta decidió publicar
la maqueta misma, el baterista real del grupo John Croonie quedó relegado a
mero percusionista adicional en algunas secciones del material publicado en
“Shadow Gallery”: esto le incomodó mucho, lo suficiente como para que decidiera
irse del grupo. Yendo a algo más agradable, la imagen central de la portada es muy ilustrativa: Ícaro está listo para despegar de noche, y eso puede muy bien simbolizar a este momento que vive SHADOW GALLERY, el momento del despegue de su propuesta musical en medio de una noche incierta sin saber qué le traerá el nuevo día que llegará en unas cuantas horas.
Pasamos
ahora directamente a la apreciación del repertorio de “Shadow Gallery”, y nos
complacemos instantáneamente con ese magnífico despliegue de barroquismos y
esquemas románticos que marcan la esencia dominante de ‘The Dance Of Fools’,
hermosa pieza de entrada que se inserta más profundamente en los estándares del
viejo sinfonismo británico que en el modelo prog-metalero propiamente dicho.
Los arreglos de teclados ocupan un intenso protagonismo en la arquitectura
instrumental global, aunque sin cerrar espacios para el lucimiento de robustos
riffs y solos de guitarra: YES, EMERSON, LAKE & PALMER y KANSAS son los
referentes nucleares. Luego sigue la dupla de ‘Darktown’ y ‘Mystified’,
diseñada para aumentar el rol del factor prog-metalero dentro de los encuadres
instrumentales en curso, y también para impulsar desarrollos temáticos más
multicoloridos. ‘Darktown’ comienza con oscuros ornamentos de teclado que
parecen apuntar a envolventes atmósferas góticas, pero en realidad se trata de
un solemne ritual de iniciación a un furioso viaje metálico: en el centro de
esta introducción instrumental vemos que es posible hacer convivir los
guitarreos del estilo de FATES WARNING con saltarines efluvios de flauta a lo
JETHRO TULL. El primer pasaje cantado se instaura sobre un compás lento muy a
lo GENESIS, el cual sirve idóneamente para que el grupo coquetee igualmente con
el sinfonismo clásico y con el neo-prog; el canto de Baker es evocativo y
elegante, y así se mantiene en los momentos más frenéticos, los mismos que
sirven para que el grupo exorcice su devoción por la aparatosa frescura del
modelo prog-metalero. Tras aprovechar bien la expansión temática, la cual
incluye un gran duelo entre Allman e Ingles, el grupo vuelve a la sección lenta
para el fade-out instrumental. ‘Mystified’, por su parte, establece una
modalidad sonora bien enraizada en el hard rock clásico (a medio camino entre
DEEP PURPLE y DIO) y el paradigma del primer QUEENSRŸCHE: esto tiene lugar
dentro de un desarrollo temático suntuosamente instalado sobre un compás lento
y envuelto en un ejercicio de elegante autoconstricción en las labores de las
guitarras y los teclados.
‘Questions
At Hand’ comienza en plan genuinamente metálico, creando riffs y esquemas
rítmicos fieros bajo la inspiración de los modelos de DREAM THEATER y
METALLICA. El gancho del primer núcleo melódico ingeniado para esta canción se
impone sin atenuantes, mas luego vira hacia unas vibraciones más reflexivas cuando
unos interludios más reposados entran a tallar con la finalidad de organizar
recursos de variedad temática. Tras volver a las iniciales atmósferas fieras
para el pasaje final, el tic-tac de un reloj de salón abre la puerta a la
emergencia de ‘The Final Hour’. Siendo ésta la canción más breve del álbum con
sus poco más de 5 minutos de duración, comienza como una balada serena y luego
instaura su motif central bajo las pautas del metal neo-clásico con las
estilizaciones pomposas propias del prog-metal. Con ‘Say Goodbye To The
Morning’, la banda regresa plenamente al predominio del aspecto sinfónico: hay
un pasaje iniciado por la tríada de piano-guitarra acústica- flauta que porta
fuertes aires de familia con el modelo de GENESIS, aunque no tarda mucho en tallar
el factor rockero bajo las influencias de KANSAS y STYX, además de contar con
algunos solos de guitarra a lo YNGWIE MALSTEEM.Los últimos 17 minutos y pico
del disco están ocupados por la suite ‘The Queen Of The City Of Ice’. Los
pasajes pastorales gozan de una inmensa presencia a lo largo del ambicioso
desarrollo musical de esta suite, siendo así que el tenor renacentista de las
líneas vocales y arreglos corales producen una sensación de majestuosa calidez
(al modo del GENESIS clásico con algunos matices de URIAH HEEP y el RAINBOW de
los primeros discos).En algunas intervenciones corales se añade la intervención
de la invitada Lianne Himmelwright. A poco de pasada la barrera del octavo
minuto y medio, las cosas se intensifican al nivel de un híbrido de RUSH y YES,
pasando luego a territorio prog-metalero: el interludio instrumental se siente
robusto, aunque su vuelo no es muy extenso. Tras un momento teatral en el que
se desarrolla un breve diálogo, volvemos a la cálida belleza del motivo
central, haciendo que el oyente empático se deje seducir por el bello
estribillo con el que se arma el fade-out. El balance general de “Shadow
Gallery” es que se trata de un disco que contiene un catálogo pensado con
sorprendente madurez musical pero que carece de una apropiada producción de
sonido; bueno, no olvidemos que se trata de una maqueta.
Si
bien este primer disco no fue precisamente un éxito de ventas, sí logró llamar
la atención de buena parte del público receptivo a la nueva movida
prog-metalera de ese momento. Más aún, el sello Magna Carta aprovechó la buena
onda que había en las redes virtuales progresivas para con esta y otras bandas
de su catálogo (MAGELLAN, ENCHANT, CAIRO, TRADE WORLD, TEMPEST) para organizar
diversos discos de tributo a YES, PINK FLOYD, GENESIS, RUSH, JETHRO TULL, etc., con
las participaciones de dichas bandas. La gente de SHADOW GALLERY formó parte de
casi todas estas actividades de homenaje, y en el camino, incorporó a sus filas
al baterista-percusionista Kevin Soffera y al guitarrista-teclista Gary
Wehrkamp: el rol de este último resultó vital para darle un enfoque más redondo
al sello personal del grupo, pues no solo es un instrumentista que pueda ampliar
las presencias de las guitarras o los teclados según la ocasión, sino que
también es un prolífico compositor. Es sintomático que una de sus primeras
intervenciones como integrante de SHADOW GALLERY haya sido tocando casi todos
los instrumentos (salvo uno de los solos de guitarra) en una versión del
clásico de PINK FLOYD ‘Time’ dentro del disco de tributo “The Moon Revisited”.
Ahora, como sexteto, el grupo estaba preparado para idear, gestar y registrar
una de sus obras maestras definitivas: “Carved In Stone”. Grabado en marzo y
abril de 1995, fue publicado en julio del mismo año y hasta el día de hoy es
considerado como una de las piedras angulares del revival progresivo
estadounidense de los 90s. Es que es un disco donde el grupo funciona más como
un grupo… es una orquesta de rock que se mueve por una diversidad de códigos
musicales y maneja todos ellos con una solvencia tan vibrante como imponente.
El grupo pasó por una etapa no precisamente libre de problemas mientras gestaba
esta joya. El apoyo económico y logístico de parte del sello era intermitente,
por lo que el grupo no podía agenciarse una gira nacional ni tampoco
participaciones en festivales de rock, lo cual les hubiera permitido foguearse.
Además, en medio de esta determinada frustración, Ingles dejó por unos meses al
grupo para dedicarse en exclusiva a su formación académica; algunas partes de
piano escritas por él tuvieron que ser ensayadas y grabadas por Wehrkamp a fin
de sacar provecho a la temporada de grabaciones y a la inspiración del momento.
De todas maneras, este último impasse se resolvió positivamente con el regreso
de Ingles y el reasentamiento del sexteto. La portada de este segundo disco es también muy ilustrativa: un inmenso reloj de sol tiene una antorcha encendida en su centro mientras el amanecer se anuncia en medio del cielo rojizo. Atrás quedó la noche de la portada del primer disco y ahora es el turno de mirar al nuevo día con optimismo y prestancia. Pasemos ahora a los detalles de
“Carved In Stone”: valgan verdades, ya no nos aguantamos las ganas de hacerlo.
La
canción de entrada ‘Cliffhanger’ comienza con un ambiente misterioso, masivamente
marcado por ambientaciones góticas e impresionistas en las que la comunión de
piano y sintetizador comandan la vía de emergencia para el cuerpo central.
Majestuoso y cadencioso, éste se proyecta hacia un hermanamiento de los
paradigmas de FATES WARNING y DREAM THEATER, con trazos del BLACK SABBATH de la
época de Dio. Cuando el pasaje instrumental explota con todo su furioso
esplendor, toda la tensión antes contenida se suelta con solvencia y gancho,
derivando finalmente hacia un reprise del cuerpo central para el fade-out. ¡8 ¾
minutos de pura gloria prog-metalera! El ‘Interlude #1’ perpetúa por unos
instantes la aureola amenazante que constituyó la temática de ‘Cliffhanger’
antes de que ‘Crystalline Dream’ – una de las canciones inmortalmente
emblemáticas de SHADOW GALLERY – instaure un espíritu extrovertido y autoafirmativo.
Las bellas líneas corales y los sucesivos solos de guitarra y sintetizador son
simplemente increíbles. Es justo decir que estas dos primeras canciones de
“Carved In Stone” exponen de forma clara y definitiva las pautas y las
coordenadas para la esencia definitiva del grupo. El ‘Interlude #2’ no es tanto
un interludio strictu sensu como un
puente de mágica ceremoniosidad entre el fulgor épico de ‘Crystalline Dream’ y
la mística solemnidad de ‘Don’t Ever Cry, Just Remember’, una de las baladas
progresivas más bellas que se hayan compuesto en los 90s. Con unas
irresistiblemente manieristas bases de piano, unos enormes arreglos orquestales
de teclado, sucesivos solos de flauta y guitarra que van desde lo melancólico a lo rabioso, y sobre todo, las bellísimas
líneas vocales idóneas para la temática apocalíptica de la letra, esta canción
se erige en la perfecta culminación de la serie séxtuple inicial del álbum.
Esta serie se cierra con ‘Interlude #3’, miniatura que recoge los ecos de la
majestuosa melancolía de ‘Don’t Ever Cry, Just Remember’ para darle un
concluyente reposo sostenido. No podemos realmente descansar de la regia musicalidad
que ha exhibido la banda pues acto seguido surge ‘Warcry’, otra canción
masivamente épica que nos remite a los legados de YES, KANSAS, GENESIS y IRON
MAIDEN. A través de su espacio de 6 minutos, la banda transita a través de los
bien hilados desarrollos multi-temáticos con una fluidez absolutamente pulcra.
El vigor viril del pasaje final no desparece tras el fin del fade-out, deja una
huella perenne en el espíritu del oyente empático. la trilogía de ‘Crystalline Dream’, ‘Don’t Ever Cry, Just Remember’ y ‘Warcry’ es simplemente monumental. El momento de verdadero reposo surge
con el bello instrumental ‘Celtic Princess’, ejecutado a dúo de piano y
guitarra acústica. Como su título bien lo señala, el cuerpo central ostenta un
colorido céltico, aunque el esquema performativo escogido nos hace pensar más
en los tiempos de Chopin y Liszt.
La
canción más corta del disco es también la más directamente estandarizada bajo
las coordenadas del prog-metal: se titula ‘Deeper Than Life’ y ostenta
guitarreos poderosos por todas partes, esquemas rítmicos complejos y gancho
melódico ineludible. Es una canción hecha con grandes instintos artísticos a
pesar de que se nota que no aspira a las mismas pretensiones estéticas de
cualquiera de las anteriores. ‘Alaska’, por el contrario, es una balada
acústica respetuosa de los legados pastorales de YES y GENESIS: Baker y sus
colegas exploran matices angelicales de sus aportes vocales. Esta balada que
expresa una alegre melancolía incluye un refinado solo de flauta además de
sobrios pasajes de piano que se amoldan muy bien a los fundamentos establecidos
por las guitarras acústicas de 6 y 12 cuerdas. Los efímeros interludios que
respectivamente anteceden y suceden a ‘Alaska’ consisten en efectos de sonido
que emulan un viento helado; en el caso del segundo de ellos, la noción se
realza eficazmente al anunciar la suite de casi 22 minutos de duración titulada
‘Ghostship’. Con esta maratón musical, el grupo nos revela el plato fuerte del
álbum. Las secciones responden sucesivamente a los títulos autónomos de ‘The
Gathering The Night Before’, ‘Voyage’, ‘Dead Calm’, ‘Approaching Storm’,
‘Storm’, ‘Enchantment’ y ‘Legend’. La secuencia de las dos primeras secciones es
una celebratoria manifestación de climas célticos en clave metalera, muy en
línea con las épocas más gloriosas de IRON MAIDEN, siendo así que los
ornamentos de teclado (a lo EMERSON-con-WAKEMAN) añaden un oportuno aire de
estilización fastuosa al asunto. Los efectos cósmicos de sintetizador en las
instancias finales de ‘Voyage’ abren la puerta a las ambientaciones etéreas de
‘Dead Calm’, cuya aureola de tensa expectativa resulta bien expresada en las
espartanas armonizaciones de la guitarra acústica de 12 cuerdas: se anuncia
algo que parece tenebroso sin que suene chocante o apabullador. Con la dupla de
‘Approaching Storm’ y ‘Storm’, la banda nos obsequia los momentos más pesados
del disco: ampulosos, amenazantes y robustos, los riffs y solos se desarrollan
dentro de una ingeniería progresiva muy sólida, indudablemente deudora del
DREAM THEATER de la época 89-95. La inclusión de un pasaje en clave
thrash-metal nos remite de lleno al paradigma de SLAYER, y de inmediato se
clausura con un puente ceremonioso que abre campo a un maravilloso solo de
piano. Éste se titula ‘Enchantment’ y recoge, dentro de su solitaria elegancia,
una combinación de temeroso respeto a los misterios del más allá con el
colorido propio del florecimiento de lo que renace; de este modo, el terreno
está preparado para la sección final, la misma que exhibe una musculatura
solemne, propia de lo épico en el sentido más esplendoroso de la palabra.
El
final de la suite ‘Ghostship’ no firma todavía el final de “Carved In Stone”,
pues tras unos momentos de silencio, suenan los continuos golpes de unos
nudillos sobre una puerta de madera. Esos golpes suenan con insistente
paciencia por un par de minutos. ¿Qué es lo que está pasando? Se está
aguardando el arribo del epílogo del álbum, una hermosa pieza sinfónica
compuesta por Wehrkamp que se titula ‘T.G. 1994’, en alusión el Día de Acción
de Gracias del año 1994. La ambientación general de este epílogo, generosamente
orquestado y elegantemente conducido por las bases de piano, nos recuerda al
prototipo de THE ENID, y posiblemente también a la faceta más propiamente
académica de RICK WAKEMAN. Lo que más se hace notar de ‘T.G. 1994’ es la amable
placidez con la que se desarrolla su espiritualidad épica. En agosto de 2015,
el sello Magna Carta – aún vigente pero sin contar en su catálogo actual con
las bandas que lo iniciaron – publicó un double
feature con estos dos primeros de SHADOW GALLERY. Es un ítem interesante,
no nos cabe duda al respecto, pero no cancela la importancia que tiene el
retener los ítems individuales originales para quien los tenga. Es que esta
doble reedición tiene información muy parca tanto en el arte gráfica como en la
información escrita; de hecho, ni siquiera trae las letras de las canciones.
Pero bueno, es una buena compra para quien no adquirió los dos discos en su
momento y guarda al grupo en lugares muy importantes de su mente y corazón
progresivos.
La
vida siguió para adelante en la evolución creativa de SHADOW GALLERY, gestando
dos discos conceptuales, “Tyranny” y su secuela “Room V”, y un álbum en el
ínterin titulado “Legacy”: éste fue el último disco del grupo para el sello
Magna Carta, y de paso, también el último con la alineación de sexteto, pues
Ingles abandonó definitivamente a la banda en el año 2005, poco antes del
inicio de las sesiones de grabación para “Room V”, con lo cual dejaba a
Wehrkamp como el único a cargo de los teclados. Hoy por hoy, desde inicios del
2009, el grupo cuenta con un frontman llamado Brian Ashland, ocupando el lugar
antes poseído por Mike Baker, quien lamentable y prematuramente falleció el día
29 de octubre del año 2008: tenía solo 45 años. Dedicamos esta retrospectiva de “Shadow Gallery” y
“Carved In Stone” a su memoria.
Muestras de SHADOW GALLERY.-
Mystified: https://www.youtube.com/watch?v=-JKNKah660E
Questions At Hand: https://www.youtube.com/watch?v=AKiaITWQbNY
Bridge 1 + Crystalline Dream: https://www.youtube.com/watch?v=t9I3GUfIrW8
Don’t Ever Cry, Just Remember + Bridge 3: https://www.youtube.com/watch?v=ziJ564I6ZWE
Ghostship: https://www.youtube.com/watch?v=gK8h26zWxIo
[Esta
reseña incluye información originalmente publicada en el siguiente enlace de la
página web La Caja De Música:http://www.dlsi.ua.es/~inesta/LCDM/Discos/shadowgallery_carvedinstone.html]
[Dedico
esta retrospectiva a mis amigos Christian Díaz y Rodrigo González Zegarra, quienes me
introdujeron en el maravilloso mundo musical de SHADOW GALLERY.]
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