Sunday, January 14, 2018

IAMTHEMORNING: un faro de música contemplativa y solidaria


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Un poco tarde llega esta reseña sobre un disco del año 2016, pero más vale tarde que nunca pues siempre vale la pena revisar, apreciar y comunicar las virtudes de la propuesta musical de IAMTHEMORNING, dúo ruso conformado por la cantante Marjana Semkina y el teclista Gleb Kolyadin (al piano de cola y los sintetizadores). El disco en cuestión se titula 
“Lighthouse”. Tratándose de un disco conceptual en torno al tema de las enfermedades mentales, el mensaje general es de solidaridad para con los que padecen de alguna de sus variantes - “to all the lost souls out there: you’re not alone, ever”. El dúo contó para esta ocasión con la estupenda dupla rítmica del baterista Gavin Harrison y el bajista Colin Edwin (los mismos de PORCUPINE TREE, efectivamente), además de lguitarrista Vlad Avy, e larpista Andres Izmailhov y el percusionista Evan Carson. No solo eso, también participan ocasionalmente músicos de vientos (Tatiana Rezetdinova a la flauta, Roman Erofeev al clarinete, Sergey Korolkov a la trompeta y Oksana Stepanova a la bombarda) y un ensamble de cuerdas conformado por cinco violinistas, dos violistas, dos cellistas y un contrabajista. Además, para la canción que da título al álbum, el dúo cuenta con un colaborador muy especial: Mariusz Duda, el frontman de RIVERSIDE. 



La dupla de ‘I Came Before The Water Pt. I’ y ‘Too Many Years’ instala una delicada dinámica de cristalino lirismo, siendo así que el ceremonioso señorío del primero de estos temas brinda la pauta certera para que el segundo agarre vuelo expresionista de forma inmediata. Remontándonos a una especie de cruza entre los primeros QUIDAM y el estándar de RICK WAKEMAN, más algunas cuotas de THE ENID, el dúo y sus compañeros de turno nos brindan un hermoso ejemplo de dramatismo preciosista en un contexto rígidamente sinfónico. El solo de sintetizador para la coda llena espacios con holgada gracilidad. Así las cosas, ‘Clear Clearer’ cumple con la función de darle un viraje diferente al preciosismo reinante, y esta vez el esquema  de trabajo es notablemente más sobrio, incorporando suaves matices fusionescos al asunto desde ciertos arreglos percusivos, lo cual permite que se muestren ciertas afinidades con XII ALFONSO. La guitarra solista suena muy a lo HACKETT… y es una pena que su solo del final quede acallada sin extenderse más por causa del fade-out que se abre para la emergencia de un breve epílogo tocado por el ensamble de maderas. No siendo particularmente extensas las dos siguientes piezas, respectivamente tituladas ‘Sleeping Pills’ y ‘Libretto Horror’, ellas aportan una fluida movilidad melódica que permite al grupo seguir ahondando en sus bien delineadas estrategias musicales. En el caso de la primera de estas piezas mencionadas, el cuerpo central se centra sólidamente en una aureola de etérea melancolía, la misma que acoge un matiz de leve extroversión para la sección final. Por su parte, ‘Libretto Horror’ nos remite al mundo de KATE BUSH pero con las maneras románticas de unos THE ENID. El tenor elegantemente farsesco del motif creado para la ocasión también añade un tono teatral satírico, como siempre, de manera suave. 

El sexto tema del álbum es justamente el homónimo: su talante introspectivo y romántico engloba al cuerpo central de manera refinadamente meticulosa, dejando que las bases melódicas y armónicas del estricto dueto de voz y piano sigan una estructura libre. Como dijimos antes, Mariusz Duda interviene aquí como colaborador, y es justamente en la frontera del cuarto minuto que se deja escuchar cuando entran a tallar la dupla rítmica y el ensamble de cuerdas. El compás en 3/4 es manejado con una tersura estupenda. Siendo así que las cuerdas ocupan el lugar protagónico del encuadre instrumental. Cuando llega el turno de la pieza instrumental ‘Harmony’, las cosas pasan a un nivel mayor de complejidad. Comenzando con un talante impresionista en su sección prologar, luego se sitúa el piano solitario para abrir paso fluidamente al cuerpo central. De esta forma, el modus operandi de los músicos involucrados elabora un equilibrio inspirado entre sinfonismo y soft jazz, aunque queda claro que el primero de estos dos factores es el predominante. Hay un bello solo de guitarra que entra a tallar a mitad de camino para que se añada un recurso eficaz de colorido al asunto, pero ciertamente es el piano quien dirige la situación mientras cuenta con la batería como su cómplice ideal. Si los temas #2 y #3 habían funcionado como sendas cimas de lirismo distinguido, ‘Harmony’ instaura un cénit de primorosa exquisitez. De esta forma, se da la ocasión perfecta para que llegue el turno de ‘Matches’, canción que en buena medida recibe el impacto estilístico de la pieza precedente mientras añade a la paleta sonora cromatismos que ya hemos percibido y disfrutado en la dupla de ‘Sleeping Pills’ y ‘Libretto Horror’. Tenemos la sensación de que el cénit continúa de la mano de esta inspirada labor de síntesis de los aspectos más coloridos del diagrama sonoro del grupo. ‘Belighted’ regresa de frente al romanticismo etéreo y a las influencias de KATE BUSH en combinación con algo de XII ALFONSO (y también algo del aspecto introspectivo del PETER GABRIEL de nuestros días). Aunque la canción dura menos de 3 ½ minutos, el gancho de su otoñal motif es innegable e irresistible. 



Nos acercamos al final del disco cuando arriba ‘Chalk And Coal’, canción diseñada para volver a sacar las aristas más sofisticadas del cosmos musical de IAMTHEMORNING, y siendo así que la letra refleja emociones tensas (“But though, you see, I’m not meant to be, / I know this disease will not set me at ease, / I am rotten inside, I’m not pure”), no es de extrañar que encima contenga los matices más rockeros de disco, aunque no por ello deja de tener el piano de cola el lugar protagónico en los enclaves instrumentales. Hay partes habladas en el trasfondo que retratan inconfundiblemente el delirio insoportable de quien oye voces en su cabeza sin poder impedirlo. Los últimos 5 ½ minutos del disco están ocupados por la dupla de ‘I Came Before The Water Pt. II’ y ‘Post Scriptum’. La primera de estas piezas retoma la melodía central de la primera canción, alargando su alcance y expandiendo su sutil magia con un poderoso arreglo de cuerdas, indicando el suicidio por ahogamiento (al estilo de VIRGINIA WOOLF); la segunda expone un sereno ejercicio de cálido sinfonismo al modo de una elegante elegía, siguiendo hasta cierto punto el paradigma de THE ALAN PARSONS PROJECT en confluencia con el de WAKEMAN.

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