HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR
INCA.
A inicios de este mes agosto se concretó un hermoso milagro
dentro del contexto de la música progresiva de la Península Ibérica: el sello
5 Lunas Producciones publicó el disco de reencarnación de la legendaria banda catalana ATILA,
titulada “Encarnació”. Con la conformación actual del sempiterno Joan Punyet [a la batería, como siempre, y además, tocando el bajo, la guitarra, algunos teclados y algo de sintetizador], Víctor Matías [teclados, piano y sintetizadores] y
Tony Castarnelas [guitarra], ATILA puso sobre el tapete una selección de asuntos
que quedaron pendientes desde su separación a inicios de los 80, además de algunas
nuevas composiciones tras un largo proceso de grabación, mezcla y masterización. El trío vigente recibió el apoyo de varios ilustres invitados a la hora de registrar el repertorio de “Encarnació”: Mike Starry (guitarra y bajo), Andrés Olaegui (guitarra), Juanma Rodríguez (teclados), José Ramón Torres (bajo), Benet Nogue (piano), mientras que al canto se alternaban César Ortiz y Txell Rebel. Vemos aquí nombres asociados a GUADALQUIVIR, OMNI, SHERISH, STORM, además del mismísimo Benet, héroe de los teclados en esos paradigmáticos discos de ATILA que fueron “Intención” (1976) y “Reviure” (1978). Por su parte, el bajista Miguel A. Blasco también se hace presente como coautor de los dos temas viejos que tienen aquí sus versiones definitivas. Pensando en ellos como los referentes inevitables para el rock progresivo español de los 70 que son, es bueno recordar que son muestras claras de cómo hacer música sofisticada y enérgica dentro de los habituales patrones de estilización melódica y expresión libre dentro del rock artístico, algo que el entonces cuarteto conformado convirtió en su voz propia. Pero bueno, al fin y al cabo, hoy es día de hablar de “Encarnació” y ahora pasamos a revisar el repertorio en él contenido.
Este camino de retorno y reencarnación comienza
con las dos partes del concepto musical ‘Encarnació’, que ocupan conjuntamente
un espacio de 18 minutos y pico. Ésta fue una composición creada en los últimos tiempos de ATILA a inicios de los 80. Un prólogo de talante expectante combina lo ensoñador y lo cósmico sobre la base de unas escalas de guitarra y unas capas flotantes de teclado, siendo así que el llanto primigenio de un bebé abre la puerta a un elegante redoble de batería para que entre en acción el ensamble entero. La intensidad grupal hace gala de una solemnidad contundente mientras los riffs y las bases armónicas van reforzando su robusto embrujo. Una vez que emerge el primer solo de guitarra, ya se nota que cada elemento de la ingeniería sónica está en su lugar dentro de un esquema temático muy bien perfilado y compactamente instalado sobre los sólidos cimientos de la base rítmica. El regreso a las ambientaciones cósmicas es el puente por donde termina la caminata de la Parte A para anunciar el pronto arribo de la Parte B. Ésta empieza con un jolgorio de niños jugando y corriendo mientras el ensamble elabora un motif evocador sobre un ágilmente versátil groove de manera tal que nos hace recordar a una cruza entre los paradigmas de CAMEL y de YES a través del filtro de los propios de ATILA de 1978, más algunas casuales confluencias con TRICANTROPUS. Las intervenciones vocales duales apuntalan eficazmente al lirismo sistemático del bloque instrumental, el mismo que abre espacios a los teclados para la gestación de electrizantes duelos y hermanamientos con la guitarra. Tras este extenso trayecto de reinicio llega el
turno de ‘Dansa Del Dàtil Daurat’, una pieza bastante vivaz que centra su motif principal en aires exóticos (cruzando lo mediterráneo con lo arábigo) mientras el entramado de los instrumentos actuantes se agita ordenadamente en torno al núcleo de su propia algarabía. Los excelentes solos y orquestaciones elaborados por los teclados engalanan adecuadamente una senda melódica que, de por sí, es bastante exuberante.
‘Retorn’ exhibe recursos de sofisticación prog-sinfónica desde el primer instante, insertando también grooves y síncopas propias de la tradición del jazz-fusion en su señorial arquitectura rítmica. La refinada contundencia de los instrumentos individuales emerge de la suprema inteligencia con la que se asocian para dar vida a la composición de turno; mientras tanto, la batería cumple virtuosamente con tender una base impecablemente compacta para que la serie de inusuales tempos vaya fluyendo con impoluta soltura. Por el modo en que esta pieza saca el jugo a los ecos del ímpetu expresionista que signaron a la precedente, parece ser el cénit decisivo del disco. Cuando llega el turno de ‘Estranya Màgia’, el grupo explora su faceta más meditabunda dentro de un esquema de trabajo bastante cálido de tenor prog-sinfónico. Los serenos arpegios de las guitarras concretan un índice melódico que se completa con elegantes virguerías de sintetizador y de guitarra, las mismas que se lucen adecuadamente como recursos de contrapunto para las partes cantadas. Cabe señalar que éstas expresan un nervio muy notorio en medio de la aureola de vulnerabilidad que destila el enclave melódico, sencillo y sugerente a la vez. Cabe también señalar que tenemos aquí una nueva y más amplia versión de esta canción, pues originalmente apareció en el lado B de un sencillo del año 1981 cuyo lado A estaba ocupado por la canción ‘Loca Fantasía’. Los últimos 4 ½ minutos del repertorio están ocupados por ‘Volada’, una hermosa sonata de piano cuyo bello embrujo está enraizado en el romanticismo. Un poco más adelante, sus radiantes fraseos se irán dejando arropar por unas diversas orquestaciones de teclados que combinan lo clasicista con lo cósmico. La concisa majestuosidad de la última nota marca el final perfecto para el álbum. Como balance final, “Encarnació” es la obra ideal para que una leyenda como ATILA tenga su gloria de resurrección en esta nueva encarnación de su trayectoria musical. Se trata de un disco realmente hermoso que es totalmente recomendable en cualquier fonoteca progresiva que presuma de ser buena.
4 comments:
Gracias César por tu reseña y detallado resumen de nuestro trabajo de el álbum Encarnació.
J.P.
J.Punyet
Muchas gracias por tus gentiles palabras, crack. Espero poder terminar una retrospectiva sobre Intención y Reviure en algún momento de setiembre, y si no, inicios de octubre.
Bendiciones a todas las mentes del ayer y el hoy de ATILA.
César Inca
Vaya sorpresa
Post a Comment