Monday, August 12, 2024

La perpetua euforia de GAVIN HARRISON y ANTOINE FAFARD



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA. 

Hoy es el turno de presentar la nueva obra del dúo de GAVIN HARRISON y ANTOINE FAFARD, la cual se titula “Perpetual Mutations” y fue publicada el pasado 26 de julio por el sello Harmonic Heresy, hace muy poco, en verdad. El canadiense-británico FAFARD toca el bajo eléctrico y la guitarra clásica, mientras que el británico HARRISON toca la batería, la marimba y la percusión electrónica en este disco que sucede por al muy celebrado“Chemical Reactions” por cuatro años. Como veremos poco después, hay razones para vertir mil y un elogios respecto a “Perpetual Mutations”, pero primero, indiquemso que estos dos cracks contaron con las colaboraciones de varios músicos que estuvieron muy a la altura: Jean-Pierre Zanella (saxofón soprano), Dale Devoe (trombones y trompetas), Joasia Cieslak (cello), Isadora Filipovic (cello), Ally Storch (violín), Reinaldo Ocando (marimba y vibráfono), Pier Luigi Salami (pianos acústico y eléctricoc Fender Rhodes), Roderigo Escalona (oboe) y Tadeusz Palosz (handpan y tambor de troncos). Todo el material aquí contenido fue compuesto por FAFARD, quien también se hizo cargo de ldiseño gráfico a partir del arte creado por Galina Timofeeva. Las grabaciones tuvieron lugar en el estudio Migrason de Montreal, Canadá, mientras que los ulteriores procesos de mezcla y masterización fueron llevadas a cabo por Davide Sgualdini en el Studio LaMorte de Cagliari, Italia; la particular mezcla de las partes de batería fue realizada por el propio HARRISON, Bueno, veamos ahora los detalles de “Perpetual Mutations”.


La dupla inicial de Dark Wind y Deadpan Euphoria marca los confines propicios para el esquema de trabajo del dúo. El primer tema se inserta ágilmente en un groove sofisticado que permite al desarrollo temático lucir sus colores esenciales a través de las exigentes variantes rítmicas. El saxo y la batería se erigen como las dos columnas sobre las que se sostiene el ensamble íntegro. El señorío progresivo encarnado por Dark Wind’ es simplemente imparable y desde ya se destaca como un cénit del repertorio. En cuanto a ‘Deadpan Euphoria, se trata de un refinado ejercicio de jazz-fusion donde el despliegue de vibraciones melancólicas se deja llevar plácidamente por el meditabundo enfoque melódico. Las alternancias entre el violín,  el cello y la guitarra clásica en el posicionamiento en el centro vital de la instrumentación aseguran la fluidez del lirismo reinante. ‘Viral Information’ es un tema bastante fulguroso que se enfila sesudamente en la luminosidad jovial del discurso jazz-progresivo. También hay espacio para ciertos pasajes más sutiles, los cuales articulan oportunos recursos de diversidad para la atmósfera general. ‘Objective Reality’ lleva el impacto del fulgor del tema precedente a un terreno más cadencioso, permitiendo al saxofón llevar la voz cantante en el desarrollo temático mientras la batería va gestando mil y un ornamentos. ‘Quiescent II’ regresa directamente al área del jazz-fusion que ya se exploró en el tema #2 y lo hace con un dinamismo reactivado y renovador. La batería vuela y se deshace en una furiosa sofisticación que rehace continuamente el señorío estructural sobre el que el núcleo temático va dando rienda suelta a su cándida gracilidad.* ‘Spontaneous Plan’, por su parte, restaura de manera sistemática de los grooves y atmósferas que signaron al tema de apertura, añadiendo un toque extra de garra que viene bien a la manera un poco más concisa en que se realiza la configuración melódica junto a los arreglos instrumentales. Resulta ser otro momento climático del disco.


Cuando llega el turno de ‘Pentalogic Structure’, la pieza cumple fielmente con la premisa de su título al jugar con cadencias centradas en el tempo de 5/4. Con el lirismo arquitectónico del violín y las excelsas florituras del bajo, la pieza asume una efectiva aureola aristocrática; más aún, ésta se incrementa con el arribo de un exuberante solo de guitarra clásica cuya exótica belleza añade una buena dosis de embrujo a la pieza como un todo. ‘Solus Souls II’ desciende de los cielos de la exuberancia patente para asentarse en un terreno de delicada introversión donde impera el paradigma del jazz-fusion al estilo de Corea y de Hancock. Hay un fabuloso solo de bajo que aviva un poco las cosas, pero no para romper con el aura contemplativa de la composición, sino para ornamentar astutamente los espacios vacíos que momentáneamente abre el piano, instrumento mayormente protagónico en la hoja de ruta del desarrollo temático. ‘Safety Meeting’ trae consigo el final del repertorio y comienza con un exaltado prólogo cuyas vibraciones suntuosas acercan colateralmente al jazz vanguardista, pero el cuerpo central, una vez instalado, está marcado por un lirismo bien perfilado que, en parte, se asemejan a la espiritualidad contemplativa de la pieza precedente. Eso sí, su colorido es más opulento, siendo así que el ensamble de las intervenciones de los metales operan como fuentes de ornamento y de diálogo en simultáneo. Esto facilita la gestación de un magnífico epilogo para el tema y para el disco. Como balance final, es una obra muy bien lograda, el dúo GAVIN HARRISON & ANTOINE FAFARD ha firmado una excelente exhibición de música progresiva para este año 2024: se trata de toda una eufórica celebración de la perpetuidad del rock artístico.** Recomendable al 200% (un 100% por cada crack firmante).


Muestras de “Perpetual Mutations”.-


* Hay una pieza titulada ‘Quiescent’ que es un bonus track del cuarto álbum solista de FAFARD “Sphère” (201). Más adelante, nos toparemos con ‘Solus Souls II’: también existe el antecedente de un tema titulado ‘Solus Souls’ en la obra solista de FAFARD, esta vez, como parte de su álbum debut “Solus Operandi” (2011).
 
** He aquí un vídeo sobre la realización de “Perpetual Mutations”: https://www.youtube.com/watch?v=HmgrJdb_T54&t=1s

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