HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy es día de traer a colación a MY BROTHER THE WIND, ensamble sueco dedicado a restaurar y revitalizar los cánones de la experimentación progresiva psicodélica. Formado a mediados de 2009 tras una espontánea sesión musical de cuatro luminarias de la avanzada sueca de las últimas dos décadas, a la sazón, Nicklas Barker (antes conocido como Nicklas Berg, guitarrista de ANEKDOTEN y MORTE MACABRE), Mathias Danielson (guitarrista de MAKAJODAMA), Tomas Eriksson y Ronny Eriksson (baterista y bajista de MAGNOLIA, respectivamente), MY BROTHER THE WIND es un poderoso aquelarre de sabios brujos progresivo-psicodélicos que recibe, con descaro y orgullo, las flameantes antorchas lisérgicas de ASH RA TEMPEL, AGITATION FREE, GURU GURU, HAWKWIND, la tradición stoner de los 70s, los estándares del jam-rock, y también algunos ribetes de herencia Floydiana y Crimsoniana que ocasionalmente emergen en ciertas partes del repertorio. De hecho, su disco debut “Twilight In The Crystal Cabinet” fue grabado a través de unos jams ejecutados en vivo en un estudio ubicado en la localidad sueca de Åmål. La idea de tocar juntos dentro de un clima de improvisación y vitalismo en suma complicidad, apoyándose exclusivamente en la química que pudiera surgir entre músicos que nunca había tocado juntos (y que, en el caso de dos de ellos, ni siquiera se conocían) dio muy buenos frutos. El álbum fue completado y mezclado al día siguiente de la sesión de jams, buscando de este modo preservar el espíritu de espontaneidad. El cuarteto esperó un año para sacarlo al mercado, y ha venido recibiendo numerosos elogios de parte del público fanático del rock progresivo, rock psicodélico y stoner. En cuanto a confluencias con grupos de más reciente generación, podemos situar a MY BROTHER THE WIND en consonancia con las propuestas de XOO, RESISTOR, MY SLEEPING KARMA y ØRESUND SPACE COLLECTIVE.
Los primeros 25 minutos del álbum están ocupados por ‘Karmagrinder’ y ‘Electric Universe’, piezas cuyos esquemas y extensiones permiten al grupo articular vuelos y revuelos bastante definitorios de sus habituales estrategias de trabajo. En ‘Karmagrinder’, la sólida base rítmica de los dos Erikssons combina en proporciones iguales la sabiduría arquitectónica de lo preciso y la vitalidad propia de lo dinámica, con un Ronny que elaborar ornamentos pulcros a las líneas de su poderoso bajo, siempre atento a las filigranas excitantemente ensoñadoras que Barker y Danielsson se aprestan continuamente a desarrollar en la línea de frente. El compás es un medio tiempo, pero la amalgama generada por los cuatro músicos porta el suficiente fuego como para motivar un auténtico frenesí espiritual en el oyente. Mucho más extrovertida es la aureola de ‘Electric Universe’, cuyo ímpetu rítmico básico se erige imponente para determinar con vigor esencial el desarrollo del jam en cuestión. Si la anterior pieza se instaló dentro de climas pesados sopesados con pulso firme para que la hoguera sonora dibujada y coloreada por los guitarreos duales no se termine de desbordar, aquí en ‘Electric Universe’ es la dupla rítmica la que decide que la banda suene ahora como un rayo de luz que atraviesa el infinito en una trayectoria visceralmente contundente: las influencias de BLUE ÖYSTER CULT y HAWKWIND se hacen notar, aunque definitivamente, MY BROTHER THE WIND le añade un toque de fineza a la electrizante potencia rockera en curso. El tercer tema es el que precisamente da título al disco, y ofrece un clima muy distinto, a modo de descanso: un momento de serenidad contemplativa elaborado con guitarreos semi-jazzeados sobre un lento compás tribal, algo heredado de la faceta introspectiva de GURU GURU. Siendo tan corto como es, después de dos temas que superaban la barrera de los 10 minutos, ‘Precious Sanity’ es más breve aún: un minuto y tres cuartos de improvisaciones tensas y disonantes de fuerte tenor Crimsoniano. Los dos últimos temas regresan a la lógica de la expansión larga y la exploración incansable de índices temáticos restrictivamente definidos. ‘The Mournful Howl Of Dawn’ es un viaje psicodélico de raíz blueseada, algo así como un jam perdido de alguna sesión improvisada durante la grabación del primer álbum de BLACK SABBATH, y que luego fuese recuperado por un combo de David Gilmour, Lutz Ulbrich y la base rítmica de GURU GURU. El ambiente general de la pieza es uno de melancolía, una vulnerabilidad emocional no escondida por el evidente vigor emanado desde los fraseos de las dos guitarras.
El disco culmina con los 16 ¾ minutos de ‘Death And Beyond’, una pieza que elabora una suerte de clímax definitivo para el mismo. La pieza comienza con una actitud en buena medida similar a la de ‘The Mournful Howl Of Dawn’, pero con un filo bluesero más pronunciado, al modo de un GRATEFUL DEAD Floydiano. A poco de pasada la barrera del sexto minuto, la banda empieza a intensificar las cosas de forma gradual pero firme y convincente, llegando finalmente hasta el punto de generar una sonoridad stoner que se beneficia enormemente de la sofisticación brindada por las aristas jazz-rockeras trabajadas por la sección rítmica. Es a poco de llegar a la barrera del minuto 13 que el grupo regresa a la atmósfera inicial, con un aire crepuscular sereno, elegantemente resuelto por la mentalidad ensamblada de los músicos, una comunión impecablemente armónica. Todo esto es “Twilight In The Crystal Cabinet”, una aventura sonora que evoluciona ante nuestros oídos desde una ocurrencia casual hasta una propuesta sólida, logrando así funcionar como una cabal carta de presentación de MY BROTHER THE WIND. Pero eso no es todo, pues el grupo no tardó más de un año en perpetrar su segunda entrega fonográfica. En octubre de 2011, el cuarteto volvió a tomar por asalto las riendas de la vanguardia psicodélica progresiva de nuestros días con “I Wash My Soul In The Stream Of Infinity”, un ítem donde el grupo vuelve a lucirse en una magnífica demostración de vigor lisérgico y energía hipersónica. El grupo no varió mucho su estrategia de composición de riffs, atmósferas y cadencias rítmicas en tiempo real, pero además, se nota un trabajo más cuidadoso en los arreglos instrumentales, especialmente en lo que se refiere a la adición del mellotrón y las guitarras acústicas dentro del arsenal sónico.
La monumental pieza ‘Fire! Fire!!’ abre “I Wash My Soul In The Stream Of Infinity” con un fulgor opresivo y abrasivo que brilla imponente dentro de un clima de implacable implosión sónica. Los miembros del ensamble articulan un diálogo dinámico y contundente, bastante enraizado en la lógica de energía surrealista propia del primer GURU GURU y ASH RA TEMPEL. Aunque el vigor esencial de la pieza se mantiene en un nivel excitantemente consistente, en los últimos minutos se produce una ambientación etérea en el groove general para así permitir la crucial emergencia de las capas de mellotrón: el final resultante ostenta un claro tenor lisérgico. Después de este robusto viaje psicodélico, ‘Pagan Moonbeam’ cambia el discurso hacia una base de raga india en un espacio de 3 ¾ minutos, ostentando plácidamente los resabios de la vieja tradición acid-folk que formó parte importante de la vanguardia rockera alemana de los 70s (YATHA SIDDRA, BRÖSSELMASCHINE, los momentos pastorales de AMON DÜÜL II). De este modo, el terreno está cimentado para la instalación de ‘The Mediator Between Head And Hands Must Be The Heart’, pieza que asume con nervio y firmeza la tarea de reciclar el talante psicodélico al cual es tan afecto el grupo sobre una cadencia jazz-rockera y una densidad grisácea de corte Crimsoniano (lo cual incluye a las capas de mellotrón a lo ‘Starless And Bible Black’). A continuación siguen dos temas de largo aliento, ‘Torbjörn Abelli’ y ‘Under Crimson Skies’: en ellas, la banda explota al máximo la dinámica electrizante que emerge naturalmente de la conjunción de sus cuatro voluntades conformantes, lo cual logra que el repertorio del álbum fluya de forma consistente. ‘Torbjörn Abelli’ persiste en la inspiración kraut que se había hecho presente en el tema anterior, bajando los coqueteos jazzeros en la cadencia rítmica y aumentando el fragor de los guitarreos de forma contenida. Es en el segundo de estos temas, ‘Under Crimson Skies’, donde el fragor se pronuncia de forma más evidente: aquí la estrategia de la primera mitad es la de recuperar la esencia del stoner, apelando a una transparente confluencia de swing Zeppeliniano y aristas agresivas del GURU GURU de “KanGuru”, con algunos toques al estilo del primer disco de HAWKWIND. En la segunda mitad, el grupo explora ambientes un poco más relajados a fin de generar un clima ensoñador que se siente a la vez cálido y distante. De esta manera, se anuncia convenientemente el arribo de la pieza homónima para ocupar los últimos 6 minutos y pico del álbum. Su sencillo esquema recurrente, desarrollado sobre una lenta cadencia post-rockera en 15/8, evoca imágenes de contemplativa serenidad donde la introspección sirve como puente hacia proyecciones mentales de ensoñaciones calmadas.
En conclusión, tenemos en “I Wash My Soul In The Stream Of Infinity” un trabajo de espléndida lucidez psicodélico-kraut-stoner-space-rockera, en el cual se resume una muy lograda tarea de reivindicación, remodelación y refrescamiento de varias estrategias de inmortales de investigación progresiva. MY BROTHER THE WIND ha firmado con esta potente dupla de “Twilight In The Crystal Cabinet” y “I Wash My Soul In The Stream Of Infinity” su acta de solvencia creativa ante los ojos y oídos de los coleccionistas progresivos del nuevo milenio.
Muestras de “Twilight In The Crystal Cabinet”.-
Electric Universe: http://www.youtube.com/watch?v=6Qf9icvLS-w
Death And Beyond: http://www.youtube.com/watch?v=J7GLFa7kv9o
Muestras de “I Wash My Soul In The Stream Of Infinity”.-
Fire! Fire!!: http://www.youtube.com/watch?v=jawk_WnGsX4
I Wash My Soul In The Stream Of Infinity: http://www.youtube.com/watch?v=IUK7Wk_1hnE
[Dedico esta reseña a Ernesto Vidal, hermano progresivo y director del programa radial la Progresión, a quien debo agradecer enormemente el haberme mostrado la obra de este excelente grupo]
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