HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy es el momento de THE TANGENT, el cual hace su aporte a la escena progresiva de 2011 con un nuevo disco titulado “COMM”. Compartiendo el bajista de la alineación que grabó “Down And Out In Paris And London” y contando con un nuevo baterista y un guitarrista permanente (Tony Latham y Luke Machin, respectivamente), el grupo logra explotar una línea de continuidad respecto al susodicho disco anterior y pulir una gema retro-prog de exquisito nivel, alimentada con vigor y motivada por ambiciones musicales nada tímidas. A pesar de la inconstante disponibilidad del vientista Theo Travis, sus aportes siguen siendo vitales para el esquema grupal: de hecho, más que como invitado, él aparece acreditado como un quinto cuasi-miembro, o más específicamente, alguien que toca en la banda cada vez que tiene un hueco en su agenda, ya sea para una sesión de grabación, ya para un concierto. Lo mismo sucede con el baterista Nick Rickwood, quien aparece acreditado como baterista invitado “cada vez que Tony no está disponible”. Como anécdota agridulce, cabe señalar que Jonathan Barrett decidió abandonar las filas de THE TANGENT a poco de asegurarse la fecha de salida al mercado de este disco: comprarlo y disfrutarlo será, pues, no solo un disfrute personal sino un acto de agradecimiento por lo que él ha aportado al grupo. Disfrutemos ahora de un repaso descriptivo del repertorio de “COMM”.
‘The Wiki Man’ abre el disco con una exhibición de boato progresivo al más puro estilo ostentoso: una suite de más de 20 minutos de duración y que contiene seis secciones con sus respectivos títulos autónomos [a. Prologue - b. The Wiki Man - c. Competition Watershed - d. Edit Me Out - e. Car Boot Sale - f. The Wiki Man Reprise]. Este tipo de empresas musicales es uno dentro del cual Tillison siempre ha sentido cómodo, pues no es en lo absoluto la primera vez que él y sus compañeros de viaje del momento se explayan en ideas de largo aliento desarrolladas con un
meticuloso manejo de variaciones de motivos y ambientes. En este caso particular, el espíritu retro Yessiano se impone magníficamente tras unos breves instantes de efectos de ordenador a fin de instaurar un prólogo frontalmente llamativo sin preámbulos ni demoras de ningún tipo. La primera sección cantada se instala sobre un medio-tiempo, ocasionalmente alimentado por un groove funky, en el cual los momentos contenidos y los agresivos se suceden con impoluta fluidez: hay un aire muy a lo BEARDFISH-con-SPOCK’S BEARD en este pasaje, dos grupos con los cuales THE TANGENT siempre ha compartido confluencias estilísticas en dosis inocultables. Más adelante, el swing se intensifica en una suerte de colorida combinación entre RETURN TO FOREVER y GENTLE GIANT con retazos Canterburyanos: el viaje instrumental en curso incluye una cadena de solos de saxo, piano, sintetizador y guitarra, cadena que desemboca en un pasaje lánguido marcado por crepusculares fraseos de piano sazonados con efectivos ornamentos de bajo. Así las cosas, pasamos a una sección serena donde se respira un aire de expectativa y melancolía: una mención especial debe ir para los fraseos de la guitarra acústica, que son, de verdad, muy hermosos. El desarrollo de esta sección está arreglado con una elegancia consistente que permite a la siguiente sección, mucho más agresiva y colorida, emerger en el momento dado sin violar la naturalidad con la cual se ha venido desenvolviendo la sensibilidad musical del ensamble. En realidad, se trata de una reversión de la sección que se llama igual que la suite integral con una dosis un poco mayor de polenta rockera, algo que ayuda a crear un clímax definitivo. Tras este impactante inicio, la banda tiene que llevar sobre sus espaldas la misión de no dejar que la magia sonora decaiga, y el primer paso para ello es ‘The Mind’s Eye’. El sonido global de la primera sección de esta pieza es muy afín al ELP clásico con algunos matices extra de psicodelia: la musculatura sónica es patente e imponente. Luego llega uno de los consabidos interludios jazzeros que tanto le gustan a Tillison: es en estos pasajes donde Travis hace lucir su
fineza performativa al saxo y la flauta, y también hay un sensacional solo de guitarra shredder a cargo de un electrizante Machin, una intervención no es muy extensa pero lo suficientemente contundente como para producir un fuerte impacto a la hora de terminar de redondear el interludio jazz-rockero. El pasaje de cierre es lento y cálido, proveyendo de un aura ensoñadora a la instrumentación en un camino sostenido a través de una atmósfera calmada. El final de este tema es idóneo para abrir la puerta a ‘Shoot Them Down’ y su relajado carácter intimista: se trata, en efecto, de una balada rockera con sutiles resabios Floydianos (etapa “Wish YouWere Here”), aunque principalmente tiene parentescos con el sonido arquetípico de THE FLOWER KINGS. Nunca viene mal una ocasión para la sencillez en medio de esta aventura focalizada en la
ideología de la sofisticación en el lenguaje rockero.
El momento de ‘Tech Support Guy’ es uno de regreso a la vivacidad predominante: de hecho, su swing y articulación sonoras tienen cercanos parentescos con la suite inicial, aunque sin un boato tan pronunciado ni, obviamente, la misma intención de explorar vías sonoras épicas. En poco menos de 6 minutos, esta pieza exhibe una vibración retro que los conocedores de THE TANGENT sabemos reconocer instantáneamente. Los últimos 16 minutos y pico del álbum están ocupados por otra suite de 6 secciones: ‘Titanic Calls Carpathia’ [a. The Millpond - b. Titanic Calls Carpathia - c. Lovell Calls Houston - d. A Lost Soul Calls Antares - e. Fire In Our Fingers - f. Earth Calling Anyone]. El comienzo, marcado por las elegantes florituras de flauta del siempre impecable Travis, es sombrío y tranquilo, aunque con ese tipo de calma que parece ocultar o contener por un tiempo limitado alguna suerte de tensión, y de hecho, no tarda en emerger un
breve chispazo de luminosidad épica en los últimos instantes de la instalación del pasaje introductorio. Así las cosas, el ensamble se explaya en un ágil motivo que alterna parajes sobrios con otros más potentes: los primeros suenan a una especie de CARAVAN-con-GONG, mientras que los segundos ya cuentan con la fastuosidad prototípicamente Yessiana. Más adelante, el asunto se torna más agresivo, al modo de un estándar progresivo psicodélico alimentado con retazos de tendencia prog-metalera. Más adelante, siguen secciones inundadas de matices
Canterburyanos y jazz-prog en su mayor parte, aunque también hay algunos momentos más típicos de retro-prog muscular que THE TANGENT siempre ha cultivado bajo la sombra inicial de THE FLOWER KINGS. Posiblemente, en esta suite se hallen los mejores solos de sintetizador a cargo de Tillison en todo el álbum; y qué decir del solo Holdsworthiano que Machin elabora en algún momento sino que también es genial. Pero sobre todo, cabe destacar el groove tan imponente y pulcro que Barrett aporta a la estructura rítmica de todas las secciones – ¡simplemente brillante! La idea de concluir la suite con un tono sobrio después de una moderada explosión rockera ayuda bastante a mantener el magnetismo sereno que la ha venido caracterizando durante la mayor parte de su desarrollo temático.
Así pues, tenemos en “COMM” un imponente muestrario de rock retro-progresivo como los que viene acostumbrando a gestar de forma consistente y coherente la gente de THE TANGENT a lo largo de su muy variada historia. Al igual que con su álbum precedente “Down And Out In Paris And London”, el formato nuclear de cuarteto (aunque la presencia invitada de Theo Travis es demasiado recurrente como para decir que el grupo es simplemente un cuarteto) funciona adecuadamente a la hora de plasmar la misión progresiva de Tillison en el registro fonográfico concreto: o sea, el grupo no necesita replicar las abundantes alineaciones que ostentaba hasta los tiempos de “Not As Good As The Book”. Eso sí, se nota que este álbum goza de mucha de la inercia proveniente de la magia sonora de “Down And Out In Paris And London”, lo cual no está mal si, como es el caso, la creatividad para originar ideas compositivas efectivas y la energía para darles arreglos variados se mantienen en un buen nivel. Pero, por otra parte, está el peligro del formulismo… será una misión destinada para la gestación del siguiente disco de THE TANGENT, pues por ahora, todo sigue bien en estas huestes progresivas del nuevo milenio.
Hoy es el momento de THE TANGENT, el cual hace su aporte a la escena progresiva de 2011 con un nuevo disco titulado “COMM”. Compartiendo el bajista de la alineación que grabó “Down And Out In Paris And London” y contando con un nuevo baterista y un guitarrista permanente (Tony Latham y Luke Machin, respectivamente), el grupo logra explotar una línea de continuidad respecto al susodicho disco anterior y pulir una gema retro-prog de exquisito nivel, alimentada con vigor y motivada por ambiciones musicales nada tímidas. A pesar de la inconstante disponibilidad del vientista Theo Travis, sus aportes siguen siendo vitales para el esquema grupal: de hecho, más que como invitado, él aparece acreditado como un quinto cuasi-miembro, o más específicamente, alguien que toca en la banda cada vez que tiene un hueco en su agenda, ya sea para una sesión de grabación, ya para un concierto. Lo mismo sucede con el baterista Nick Rickwood, quien aparece acreditado como baterista invitado “cada vez que Tony no está disponible”. Como anécdota agridulce, cabe señalar que Jonathan Barrett decidió abandonar las filas de THE TANGENT a poco de asegurarse la fecha de salida al mercado de este disco: comprarlo y disfrutarlo será, pues, no solo un disfrute personal sino un acto de agradecimiento por lo que él ha aportado al grupo. Disfrutemos ahora de un repaso descriptivo del repertorio de “COMM”.
‘The Wiki Man’ abre el disco con una exhibición de boato progresivo al más puro estilo ostentoso: una suite de más de 20 minutos de duración y que contiene seis secciones con sus respectivos títulos autónomos [a. Prologue - b. The Wiki Man - c. Competition Watershed - d. Edit Me Out - e. Car Boot Sale - f. The Wiki Man Reprise]. Este tipo de empresas musicales es uno dentro del cual Tillison siempre ha sentido cómodo, pues no es en lo absoluto la primera vez que él y sus compañeros de viaje del momento se explayan en ideas de largo aliento desarrolladas con un
meticuloso manejo de variaciones de motivos y ambientes. En este caso particular, el espíritu retro Yessiano se impone magníficamente tras unos breves instantes de efectos de ordenador a fin de instaurar un prólogo frontalmente llamativo sin preámbulos ni demoras de ningún tipo. La primera sección cantada se instala sobre un medio-tiempo, ocasionalmente alimentado por un groove funky, en el cual los momentos contenidos y los agresivos se suceden con impoluta fluidez: hay un aire muy a lo BEARDFISH-con-SPOCK’S BEARD en este pasaje, dos grupos con los cuales THE TANGENT siempre ha compartido confluencias estilísticas en dosis inocultables. Más adelante, el swing se intensifica en una suerte de colorida combinación entre RETURN TO FOREVER y GENTLE GIANT con retazos Canterburyanos: el viaje instrumental en curso incluye una cadena de solos de saxo, piano, sintetizador y guitarra, cadena que desemboca en un pasaje lánguido marcado por crepusculares fraseos de piano sazonados con efectivos ornamentos de bajo. Así las cosas, pasamos a una sección serena donde se respira un aire de expectativa y melancolía: una mención especial debe ir para los fraseos de la guitarra acústica, que son, de verdad, muy hermosos. El desarrollo de esta sección está arreglado con una elegancia consistente que permite a la siguiente sección, mucho más agresiva y colorida, emerger en el momento dado sin violar la naturalidad con la cual se ha venido desenvolviendo la sensibilidad musical del ensamble. En realidad, se trata de una reversión de la sección que se llama igual que la suite integral con una dosis un poco mayor de polenta rockera, algo que ayuda a crear un clímax definitivo. Tras este impactante inicio, la banda tiene que llevar sobre sus espaldas la misión de no dejar que la magia sonora decaiga, y el primer paso para ello es ‘The Mind’s Eye’. El sonido global de la primera sección de esta pieza es muy afín al ELP clásico con algunos matices extra de psicodelia: la musculatura sónica es patente e imponente. Luego llega uno de los consabidos interludios jazzeros que tanto le gustan a Tillison: es en estos pasajes donde Travis hace lucir su
fineza performativa al saxo y la flauta, y también hay un sensacional solo de guitarra shredder a cargo de un electrizante Machin, una intervención no es muy extensa pero lo suficientemente contundente como para producir un fuerte impacto a la hora de terminar de redondear el interludio jazz-rockero. El pasaje de cierre es lento y cálido, proveyendo de un aura ensoñadora a la instrumentación en un camino sostenido a través de una atmósfera calmada. El final de este tema es idóneo para abrir la puerta a ‘Shoot Them Down’ y su relajado carácter intimista: se trata, en efecto, de una balada rockera con sutiles resabios Floydianos (etapa “Wish YouWere Here”), aunque principalmente tiene parentescos con el sonido arquetípico de THE FLOWER KINGS. Nunca viene mal una ocasión para la sencillez en medio de esta aventura focalizada en la
ideología de la sofisticación en el lenguaje rockero.
El momento de ‘Tech Support Guy’ es uno de regreso a la vivacidad predominante: de hecho, su swing y articulación sonoras tienen cercanos parentescos con la suite inicial, aunque sin un boato tan pronunciado ni, obviamente, la misma intención de explorar vías sonoras épicas. En poco menos de 6 minutos, esta pieza exhibe una vibración retro que los conocedores de THE TANGENT sabemos reconocer instantáneamente. Los últimos 16 minutos y pico del álbum están ocupados por otra suite de 6 secciones: ‘Titanic Calls Carpathia’ [a. The Millpond - b. Titanic Calls Carpathia - c. Lovell Calls Houston - d. A Lost Soul Calls Antares - e. Fire In Our Fingers - f. Earth Calling Anyone]. El comienzo, marcado por las elegantes florituras de flauta del siempre impecable Travis, es sombrío y tranquilo, aunque con ese tipo de calma que parece ocultar o contener por un tiempo limitado alguna suerte de tensión, y de hecho, no tarda en emerger un
breve chispazo de luminosidad épica en los últimos instantes de la instalación del pasaje introductorio. Así las cosas, el ensamble se explaya en un ágil motivo que alterna parajes sobrios con otros más potentes: los primeros suenan a una especie de CARAVAN-con-GONG, mientras que los segundos ya cuentan con la fastuosidad prototípicamente Yessiana. Más adelante, el asunto se torna más agresivo, al modo de un estándar progresivo psicodélico alimentado con retazos de tendencia prog-metalera. Más adelante, siguen secciones inundadas de matices
Canterburyanos y jazz-prog en su mayor parte, aunque también hay algunos momentos más típicos de retro-prog muscular que THE TANGENT siempre ha cultivado bajo la sombra inicial de THE FLOWER KINGS. Posiblemente, en esta suite se hallen los mejores solos de sintetizador a cargo de Tillison en todo el álbum; y qué decir del solo Holdsworthiano que Machin elabora en algún momento sino que también es genial. Pero sobre todo, cabe destacar el groove tan imponente y pulcro que Barrett aporta a la estructura rítmica de todas las secciones – ¡simplemente brillante! La idea de concluir la suite con un tono sobrio después de una moderada explosión rockera ayuda bastante a mantener el magnetismo sereno que la ha venido caracterizando durante la mayor parte de su desarrollo temático.
Así pues, tenemos en “COMM” un imponente muestrario de rock retro-progresivo como los que viene acostumbrando a gestar de forma consistente y coherente la gente de THE TANGENT a lo largo de su muy variada historia. Al igual que con su álbum precedente “Down And Out In Paris And London”, el formato nuclear de cuarteto (aunque la presencia invitada de Theo Travis es demasiado recurrente como para decir que el grupo es simplemente un cuarteto) funciona adecuadamente a la hora de plasmar la misión progresiva de Tillison en el registro fonográfico concreto: o sea, el grupo no necesita replicar las abundantes alineaciones que ostentaba hasta los tiempos de “Not As Good As The Book”. Eso sí, se nota que este álbum goza de mucha de la inercia proveniente de la magia sonora de “Down And Out In Paris And London”, lo cual no está mal si, como es el caso, la creatividad para originar ideas compositivas efectivas y la energía para darles arreglos variados se mantienen en un buen nivel. Pero, por otra parte, está el peligro del formulismo… será una misión destinada para la gestación del siguiente disco de THE TANGENT, pues por ahora, todo sigue bien en estas huestes progresivas del nuevo milenio.
Muestra de "COMM".-
The Wiki Man: http://www.youtube.com/watch?v=AM-HKqPisFQ
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