HOLA AMIGOS DE
AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Ahora se da la ocasión de
hablar de AHLEUCHATISTAS y su nueva aventura fonográfica “Heads Full Of Poison”,
la segunda con el formato de dúo – Shane Perlowin a las guitarras y el bajo, Ryan
Oslance a la batería y las percusiones – tras su electrizante “Location
Location” del año pasado. Desde 2003 que fue cuando se publicó su disco debut
“On The Culture Industry”, AHLEUCHATISTAS ha venido elaborando sendas muy
interesantes a la hora de instaurar recursos de gran vigor y grandiosa lucidez
en las tórridas áreas del math-rock. Yendo por sendas semejantes a las de GIRAFFES?
GIRAFFES! en cuanto a rudeza y a las de HELLA en cuanto a neurosis
impredecible, el grupo se forjó un camino de creatividad bastante respetable,
el cual no se torció ni quebrantó cuando el bajista Derek Poteat dejó la banda
a fines de 2010. “Head Full Of Poison” es la confirmación reafirmada del tipo
de coherencia artística que el ahora dúo sigue perfilando como su más robusta
esencia.
‘Vanished’ abre el disco
con poco menos de 3 minutos de delirio arábigo en clave juguetonamente
psicodélica, dejando así una primera impresión de remezones lúdicos. La cosa se
pone tensa e inescrutable cuando emerge ‘Future Trauma’, una maquinaria de
continuas deconstrucciones abstractas de elementos del space-rock y el noise en
la que Perlowin y Olsance dialogan en discordancia y reformulan el concepto de
orden para convertirlo en una extensión del caos en una de sus manifestaciones
más eufóricas. La pieza homónima, que dura poco más de 16 minutos, y el dúo
sabe aprovechar esta circunstancia de ambiciosas expansiones y variantes
temáticas muy bien. Comenzando con un preludio áridamente cósmico que se arma
en torno a un crescendo, el primer motivo refleja una sólida cadencia donde el
grupo explora su capacidad para regodearse en festines sónicos de fuerte marca
pulsátil; luego, un segundo motivo se esmera en desarrollar un simulacro de
ritmos y atmósferas extremo-orientales, aterrizando en un bloque minimalista de
corte industrial. Luego siguen dos motivos que, a la par que reciben el impacto
del segundo antes mencionado, capitalizan el dinamismo osado y bizarro propio
de la banda a la hora de desarrollar polirritmos y otras travesuras diversas
propias del math-rock. El último extrapola la extroversión neurótica imperante
para añadirle un toque cuasi-tribal en la armazón rítmica y un afilamiento
atroz a los atormentados riffs de la guitarra. ‘Lighted Stairs’ entra a tallar
acto seguido para aligerar notoriamente las cosas: con su recurrente esquema
rítmico en 5/4, esta pieza viene marcada por una actitud saltarina y vigorosa que
se deja arropar por el aura cálida propia de las recurrentes escalas y capas
que sobresalen desde el trasfondo. Oslance es el principal héroe de este
momento mientras Perlowin se encarga de dirigir la permanente reconstrucción de
la orquesta actualmente operante. ‘Wisps’ reitera en parte el talante
deconstructivo antes manifiesto en ‘Future Trauma’, pero lo hace valiéndose de
una revalidación de algunos recursos de neurosis frontal que nos recuerdan a la
maratónica pieza homónima.
Haciendo honor a su nombre,
‘Requiem For The Sea’ presenta inicialmente una ambientación elegíaca a través
de la meticulosamente perfilada arquitectura de las armonías de guitarra y el
eficaz manejo de cadencias jazz-rockeras de la guitarra. Luego, el desarrollo
temático redefine el motivo central para darle un dramatismo etéreo donde se
conjugan estereotipos del post-rock y el noise con una fluidez notable. Ésta es
la música de la decadencia mortal, de la desintegración de la vida, pero hay un
escape de ella a través de ‘A Way Out’, pieza que reconstruye la combinación de
impetuoso vitalismo y delirante exotismo que anteriormente había brillado en
‘Vanished’. Esta clave de math-rock arábigo persiste en buena medida en el
siguiente tema, ‘A Trap Has Been Set’, pero esta vez la expansión de casi 7 ½
minutos que se otorga el dúo es debidamente aprovechada para desarrollar una
ilación de estrategias y atmósferas articuladas por la lógica de la
extravagancia dadaísta, especialmente en lo que se refiere a los elementos de
inspiración garaje-rock. ‘Starved March’
cierra el álbum con un tenor melancólico diseñado para envolver los contornos
del corazón del oyente: si el dúo había explorado su faceta etérea en ‘Requiem
For The Sea’ para armar un epitafio musical, ahora en ‘Starved March’ lo hace
para crear un fondo apropiado para nuestras más profundas añoranzas. Así
termina “Heads Full Of Poison”, un testimonio claro y distinto de cómo AHLEUCHATISTAS
ha ido más allá de simplemente sobrevivir como dúo para imponer renovados
criterios estéticos dentro de su propuesta de siempre. Este disco es veneno
puro, pero un veneno que en vez de aniquilar la respiración, impulsa un nuevo
aliento para el actual desarrollo de la vanguardia math-rockera estadounidense.
Muestras de “Heads Full Of Poison”.-
Lighted Stairs: http://www.youtube.com/watch?v=aVocVCfls1E
Future Trauma [en vivo]: http://www.youtube.com/watch?v=jru0Duub0UA
Wisps [en vivo]: http://www.youtube.com/watch?v=AE9PHJwpGjU
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