HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR MENDOZA.
Francesco Di Giacomo,
inmenso trovador de la música progresiva italiana e inapelable frontman de
BANCO DEL MUTUO SOCCORSO, falleció en un accidente de tráfico el pasado mes de
febrero. Nuestro homenaje póstumo a esta figura tendrá lugar al modo de un repaso
de los tres primeros discos de la susodicha banda BANCO DEL MUTUO SOCCORSO, la
cual puede presumir de haber iniciado su currículum fonográfico con tres obras
maestras sucesivas… así, sin anestesia ni paliativos, tres obras maestras
sucesivas: “Banco Del Mutuo Soccorso”, “Darwin!” e “Io Sono nato Libero”. Nada
mal para un grupo formado en 1969 por los hermanos Gianni y Vittorio Nocenzi,
ambos teclistas, dentro de una línea de rock melódico con ciertos elementos
beat. Comenzando como quinteto completado por un guitarrista (Gianfranco
Coletta, luego Claudio Falco), un baterista (Franco Pontecorvi, luego Mario
Acchilli) y un bajista (Fabrizio Falco), finalmente el grupo llegó a su formato
definitivo con las ulteriores membrecías del guitarrista Marcello Todaro, el
bajista Renato D’Angelo (también aportando al contrabajo y la guitarra
acústica), el baterista-percusionista Pierluigi Calderoni y el vocalista
Francesco Di Giacomo. Gianni y Vittorio terminaron repartiendo
responsabilidades con el primero tocando pianos, clarinete y pícolo, y el
segundo encargándose del órgano, los sintetizadores, el clavicordio, el clarín
y el vibráfono. Adicionalmente, Vittorio resultó ser el compositor más
prolífico de la banda. La esencia estilística del sexteto en esta gloriosa juventud
consistía en una amalgama perfecta de exquisita elegancia y aventurera
extravagancia: se podía advertir, de forma relativa, las conexiones con
referentes foráneos como EMERSON, LAKE & PALMER, GENTLE GIANT y GENESIS,
pero sin duda que este grupo enarbolaba orgullosamente la bandera de la
sensibilidad mediterránea y las diversas tradiciones académicas de su madre
patria, además de un prototipo muy personal en lo que se refiere a su
posicionamiento específico dentro de la escena progresiva del momento.
A inicios de 1972
salió a la venta el homónimo disco debut de BANCO DEL MUTUO SOCCORSO, cuya
cubierta tenía forma de hucha, la misma que aparecía dibujada. La actitud tan
original de presentar el formato físico de este disco se corresponde
idóneamente con las continuas explosiones de creatividad que se vierten a lo
largo de su repertorio, desplegando mil formas de luminosidad musical desde la
primera nota de la primera canción hasta el último hálito de la última pieza.
‘In Volo’ es un preludio palaciego un tanto picaresco donde Vittorio y
Francesco intercambian saludos, abriendo así la puerta a la vitalidad rotunda
de ‘R.I.P.’, una canción de temática pacifista arropada bajo un punche rockero
vibrante que se despliega fluidamente a través de su cuerpo central. La última
sección de ‘R.I.P.’ consta de un lamento reflexivo redondeado con una efímera
coda rockera que nos golpea de una forma concisa y poderosa. ‘Passaggio’ es un
bello solo de clavicordio al estilo barroco, el mismo que está ornamentado con
ruido de pasos y tarareos. Tras este interludio, emergen las dos canciones
monumentales del álbum: ‘Metamorfosi’ e ‘Il Giardino Del Mago’. Ambos tema
exhiben ambiciosos juegos de énfasis y expansión de ciertos motivos definidos,
además de fastuosas ingenierías donde los instrumentistas arman impecables
ilaciones de atmósferas diversas. Coincidiendo ambas piezas en dar espacios
preferentes a la expresividad dramática, ‘Metamorfosi’ se orienta más hacia un
colorido envolvente mientras que ‘Il Giardino Del Mago’ se inclina más hacia lo
misterioso y lo oscuro. ‘Traccia’ cierra el disco con un tenor festivalero,
manifestado con una melodía patentemente celebratoria sostenida sobre las
cadencias de batería y piano mientras el grupo entero corea la melodía central.
Sin terminar todavía
el año 1972, BMS volvió a la carga con su disco conceptual “Darwin!”, el cual
se centraba en la teoría darwinista de la evolución del hombre. Si los niveles
de intensidad creativa seguían intactos respecto al disco debut, el esquema
sónico mostró una mayor amplitud con la introducción del sintetizador Moog y
una mayor presencia de maderas y percusiones tonales en las armazones de varios
de los temas que conformaban el disco. Allí seguían la grandiosidad del canto
de Di Giacomo, las amalgamas de los teclados de los hermanos Nocenzi como base
de la instrumentación general, las sofisticadas armazones rítmicas y el
impoluto manejo de diferentes atmósferas y climas emocionales. El tema de
apertura, ‘L’Evoluzione’, es para dejarnos con la boca abierta desde las capas
iniciales de órgano hasta el último instante del fade-out del sintetizador. En
medio, tenemos una ilación de hermosos motivos que van de lo ceremonioso a lo
aguerrido y de lo sutil a lo pomposo, una ilación desarrollada con el más excelso
sentido de arquitectura progresiva que se puede esperar de una obra maestra. Y
eso que recién estamos hablando de la primera canción del álbum, pues cuando
pasamos al jam jazz-psicodélico basado en las interacdiones de los teclados en
‘La Conquista Della Posizione Eretta’, y de allí al ejercicio de jazz relejante
de salón que es ‘Danza dei Grandi Rettili’, seguimos complaciéndonos con esa
particular forma de belleza extravagante que anteriormente mencionamos como
marca de fábrica de BMS. ‘Cento Mani E Cento Occhi’ nos devuelve a la vitalidad
magnífica e inteligentemente tortuosa que previamente había marcado a ‘L’Evoluzione’,
pero esta vez con un espacio de expansión más conciso. A medio camino entre la
prestancia majestuosa de ‘L’Evoluzione’ y la forma moderadamente libre de ‘La
Conquista Della Posizione Eretta’ se sitúa ‘Miserere Alla Storia', tema que
incluye un imperdible soliloquio un tanto burlón a cargo de Di Giacomo. Entre
estos dos temas ostentosamente expresionistas se sitúa la entrañable balada
‘750,000 Anni Fa ... L'Amore?’, centrada en el piano y cuya temática poética
refleja la ruptura entre el ser humano y el eslabón perdido dentro de un
contexto amoroso trágico – parece mentira cómo un argumento aparentemente tan
absurdo puede, en manos de estos genios del prog italiano, convertirse en una
reflexión sobre la inaccesibilidad de las cosas que se perdieron para siempre.
Esta canción, con justa razón, se ha convertido en una de las más emblemáticas
de la trayectoria del grupo. “Darwin!” se cierra con ‘Ed Ora Io Domando Tempo
Al Tempo Ed Egli Mi Risponde ... Non Ne Ho!’, una serenata folclórica en ¾ que
mezcla colores circenses y cadencias de vodevil, mostrando así actitudes
simultáneas de resignación e ironía ante el prospecto del fin definitivo de una
época.
Publicado en 1973, “Io
Sono Nato Libero” fue el LP diseñado para cumplir con la difícil misión de
suceder a “Darwin!”… y vaya si cumplió cabalmente con tan titánicamente
exigente misión. De hecho, para nosotros se trata del mejor disco de toda la
historia de BMS. También es justo señalar que BMS se encontraba en un momento
especial de su carrera, pues fue justamente durante la grabación de este disco
que el guitarrista original Marcello Todaro desempeñó sus últimas funciones
como integrante del grupo, entrando Rodolfo Maltese en su reemplazo no solo
para tocar guitarras, sino también para aportar labores a la trompeta y al
corno en sucesivos trabajos. Atestiguamos, pues, el surgimiento del sexteto
clásico de BMS. Y además… también nos topamos con una portada de antología: la
parte superior de la cubierta tiene forma redonda como si se tratara de una
cúpula enrejada. ¡Genial!
Yendo al repertorio de
“Io Sono Nato Libero” en sí, el balance general es que este disco cosecha la
siembra musical de los dos antecesores, enriqueciendo aún más la vitalidad
sonora inherente a la banda con una aumentada presencia de los sintetizadores y
una apertura a más campos de acción para la instalación de recursos
experimentales cuando el grupo los considere necesarios. Esto último se
capitaliza de forma espectacular en la pieza de entrada ‘Canto Nomade Per Un
Prigioniero Politico’, la cual dura 15 ¾ minutos y encapsula en muchos aspectos
la máxima expresión de la magia grandiosa que caracteriza a BMS como figura
señera de la primera generación progresiva italiana. Las coloridas
orquestaciones a través de las cuales dialogan y se retan los instrumentos
(guitarra, bajo, piano, órgano, sintetizadores, vibráfono), las delicadas
variantes temáticas que nos recuerdan tanto a los paradigmas de ELP como de
GENTLE GIANT, pasajes de predominio percusivo que ostentan aires de fusión
tribal, extraños duetos de guitarras acústicas (a veces pastorales, a veces
blueseras), efectos cósmicos de sintetizador, todo ello conectándose en un
flujo sonoro que finalmente deriva en una coda sinfónica espectacular bien
encuadrada ente las bases de piano y las fanfarrias duales de sintetizador y
guitarra. Toda esta vitalidad tan incendiaria y juguetona surrealista de ‘Canto
Nomade Per Un Prigioniero Politico’ necesita de una contraparte, y ésta viene
de la mano de la cálida balada folclórica ‘Non Mi Rompete’, otra canción
innegablemente clásica dentro del repertorio global de BMS. Aunque esta canción
está inmersa en una ambientación serenamente reflexiva, tanto el canto de Di
Giacomo como la estructura de la instrumentación revelan un aire de optimismo
cándido, la cual se realza en los últimos parajes merced a un hermoso solo de
sintetizador que parece emular el canto de aves en un bosque. La segunda mitad
del disco está principalmente ocupada por dos composiciones de largo aliento,
‘La Città Sottile’ y ‘Dopo… Niente È Più Lo Stesso’. La primera de éstas
ostenta un aura romántica con ocasionales vistazos a dimensiones oscuras del
corazón: nada siniestro cuando no predomina la expresividad romántica,
solamente misterioso con una delicada actitud sombría. Por su parte, la
segunda de estas canciones se arma en torno a un vitalismo más sofisticado,
extravagante sin dejar de mostrar una sempiterna exquisitez. Esta canción puede
muy bien definirse como el enlace entre la sección cantada de ‘Canto Nomade Per
Un Prigioniero Politico’ y los elementos más fastuosos del disco precedente
“Darwin!”. Casi como volviendo por un rato al espíritu central de ‘La Città
Sottile’, el breve instrumental ‘Traccia II’ aporta un broche de oro
ceremonioso al disco.
Éste ha sido nuestro
repaso general a la magistral trilogía inicial de BANCO DEL MUTUO SOCCORSO. Es
una terrible pena que nuestro motivo para hacer aquí este repaso haya sido la
partida definitiva de Francesco Di Giacomo, pero… los testimonios de su genio
creativo y de quienes fueron sus compañeros de aventuras progresivas en BMS
quedan sempiternamente registrados en la leyenda perpetua del rock progresivo
italiano.
Muestras de BANCO DEL
MUTUO SOCCORSO.-
La Città Sottile: https://www.youtube.com/watch?v=8JCFpZ5yFto