HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy prestamos atención al genial guitarrista italiano
ANTONIO SEVERI, integrante del grupo boloñés STEREOKIMONO, quien el año pasado
editó su trabajo solista “Sunday Morning” con una base fundamentalmente
predominante de guitarras acústicas. Si en el grupo STEREOKIMONO se trabaja una
propuesta progresiva innovadora y ecléctica donde se llenan espacios sonoros
con solvencia e ingenio – de hecho, se trata de una de las mejores bandas
progresivas italianas de los últimos años –, ANTONIO SEVERI ha optado en esta
aventura en solitario por investigar en sus propias inquietudes dentro de un
discurso musical más relajado. Es fácil caer en comparaciones o paralelos con
ANTHONY PHILLIPS o el lado folk de MIKE OLDFIELD cuando aborda discos
compuestos con este tipo de enfoque, pero ante todo cabe apreciar a “Sunday
Morning” como un trabajo donde se apuesta por la belleza como ideal a través de
varios recursos de serenidad y suavidad emocional. Veamos los detalles del
mismo a continuación.
Tres de los cuatro primeros temas del álbum despliegan
diversas encarnaciones de soltura refrescante y relajada: ‘Sailing’ exhibe una
actitud etérea, ‘La Grande Maraglia’ elabora una majestuosa serenidad que a
ratos porta una controlada tensión, y ‘Fra’ se manifiesta en una calidez
sobria, algo tímida, pero patente sin lugar a dudas. Dentro de este bloque, el
tercer tema, ‘Blinding Light’, nos remite a un aura de reflexiva introversión a
modo de efectivo contrapunto. Ahora que contamos con una buena perspectiva de
lo que nos aguarda en el conjunto entero del repertorio del disco es cuando se
nos ofrece la pieza homónima, la misma que nos devuelve un poco a la calidez
tímida de ‘Fra’, acercándola un poco a lo introvertido pero con una fuerza de
carácter que se hace sentir en las agitaciones de las cuerdas mientras el
núcleo melódico se desarrolla. ‘Onde’, pieza en la que Severi nos lleva a los
parajes más sofisticados de este viaje musical, transportándonos s través de
hermosas series de arpegios que emulan las olas del mar con sublime exquisitez.
Los ornamentos de guitarra eléctrica que entran a tallar en el clímax
intermedio le dan un aire casi “orquestal” al desarrollo temático. Sin duda, se
trata de un magnífico cénit del disco. La prestancia virtuosa con que SEVERI
antes nos había regalado ‘Onde’ deja paso al retorno a la extroversión etérea
que se impone en la arquitectura de ‘Il Fiume’, y acto seguido, a su variación
juguetona en ‘Slow Train To Tucson’. Estando estas dos piezas en orden
sucesivo, él músico puede explayarse a sus anchas en los matices más vitalistas
de su propuesta.
Un viraje de tenor aflamencado emerge en ‘Colors’: SEVERI
se siente cómodo explorando estos parajes tan particularmente reconocibles… y
que sin duda suponen un desafío para el músico, un desafío del cual sale bien parado
al manejarlo con una estilización sólida y bien articulada. ‘A Rainy Afternoon’
ostenta una majestuosidad otoñal que sirve como perfecto puente de tránsito
hacia la serenidad crepuscular que nos regala ‘Il Vecchio E Il Mare’, un tema
bellísimo que se focaliza en retratar meditaciones de una gesta y no tanto el
drama de la gesta misma. La amalgama de múltiple guitarras acústicas porta una
magia delicada donde cada nota y cada escala ocupan su justo lugar con la dosis
adecuada de color. Así concluye “Sunday Morning”, un trabajo donde ANTONIO
SEVERI nos muestra en su total desnudez la dimensión contemplativa de su ser,
convirtiéndola en una música donde su guitarra y su corazón son dos caras de
una misma entidad.
Muestras de “Sunday Morning”.-
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