HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
REPTIL
es el trío argentino que presentamos hoy con bastante entusiasmo, a la luz de
lo mucho que nos ha complacido su disco homónimo de debut. Este grupo
conformado por el saxofonista Lucas Goicoechea, el guitarrista Francisco Slepoy
y el baterista Andrés Elstein despliega continuamente sus tremendas ganas de
desarrollar una propuesta traviesamente ecléctica centrada en el jazz
vanguardista, propuesta donde convergen fluidamente la psicodelia free-form, el
lado posmodernista del paradigma Crimsoniano y aventuras progresivas hermanadas
con el rock-in-opposition (pensamos particularmente en MASSACRE). La iniciativa
central para la gestación de REPTIL procede de Slepoy, quien es egresado de la Escuela de Música Contemporánea (Berklee
International Network) y de la carrera de jazz del Conservatorio Superior
Manuel de Falla, y es conocido como uno de los personajes más prolíficos e
inquietos de la nueva generación del jazz moderno argentino. En alguna
entrevista, Slepoy manifestó su deseo por formar un proyecto con Elstein y
Goicochea… y bueno, así se formó REPTIL (enlace: http://tiempo.infonews.com/nota/177093/un-viaje-sinuoso-del-jazz-y-afines
). También declaró en otra entrevista la curiosa anécdota de que un amigo
describió la música del grupo como que sonaba “viscosa, de pantano”, y de allí
provino el nombre (enlace: http://www.elbondi.com/entrevista/francisco-slepoy/siento-como-un-insulto-cuando-me-dicen-que-el-jazz-es-elitista#.Vnbg8NIvfbg). “Reptil” ha sido publicado a
fines de junio de 2015 por el sello Kuai Music.
La
pieza que da título al álbum y nombre a la banda ocupa los primeros 6 ¾ minutos
del repertorio con un aura extravagante que transita bizarramente entre lo
cálido y lo ominoso. ‘Separador I’ es una de tantas miniaturas que se
intercalan en el disco, siendo ésta en particular sobriamente nebulosa, casi
hasta siniestra en cierta medida, aunque su función principal es la de anunciar
la ingeniería osadamente deconstructiva de ‘Altura Y Duración’. Esta pieza
conjuga los paradigmas de JOHN ZORN y MASSACRE con una soltura que permite que
la imponente lógica de lo abstracto manifieste algunas vibraciones luminosas a
lo largo del camino, sin atentar en lo absoluto contra la esencia
flagrantemente misteriosa de la pieza en cuestión. ‘Separador II’ vuelve al
minimalismo sombrío de la previa miniatura para traducirla a un solipsismo
cósmico, lo cual impulsa a la emergencia y desarrollo de ‘Neptuno’ como una
pieza de exploraciones sónicas etéreas en las que los tres músicos involucrados
se retan en una hermandad tan sutil como envolvente. Parece mentira cómo se
puede retratar la inquietud en toda la oscuridad de sus pulsiones nucleares sin
apelar a una estrategia musical explícitamente agresiva. ‘Separador III’ muestra
al saxo expresando la dimensión más extrovertida de sí en preparación para el
arribo de ‘Reptil I’, la pieza más larga del álbum con sus 8 minutos y pico de
duración. En ‘Reptil I’ gozamos del aspecto más extrovertido del trío,
retomando en cierta medida el elemento cálido de la pieza de apertura pero con
un dinamismo explícitamente filudo, además de una ostentación de la
sofisticación en los instintos deconstructivos que el grupo absorbe desde su
voz genuina. El manejo de los radicales cambios de ambiente y de los crescendos
armados en constante intercomunicación es simplemente fabuloso en su impoluta
lucidez estética: sin duda, hemos llegado a un cénit expresivamente decisivo
del disco, el cual instaura una oportuna contraparte a la magia de ‘Neptuno’
que nos impactó anteriormente.
‘Separador
IV’ nos muestra 30 segundos de tensión antes de que ‘Altura X Duración VI’
exhiba un electrizante ejercicio de densidad abstracta por vía de un trío de
guitarras preparadas a cargo de Goicoechea, Slepoy y Elstein. En efecto, el
trío se convierte en un ensamble de guitarristas dispuesto a explorar cadencias
robustas, trucos cacofónicos y recovecos de musique concréte. ‘Separador V’ es
una efímera manifestación de texturas reflexivas a cargo del saxo que abre la
puerta a ‘Nuevo H’: este tema tiene un cuerpo central armado sobre una
musculatura majestuosa y amenazante, la misma que exhibe una vibración marcial,
para finalmente desembocar en un epílogo sereno y relajado. Esto de la
serenidad se explora con un aura de luminosidad en el siguiente tema, el cual
se titula ‘Stratocaster’. A pesar de portar en su título el nombre de uno de
los más emblemáticos modelos de guitarra rockera, se trata de un refinado
ejercicio de orfebrería jazz-rockera insertado en juegos deconstructivos en los
que el ingenio emanado de las pulsaciones de la mente y la retórica maquinista
de los recursos cibernéticos unen las manos a fin de gestar una nueva modalidad
de energía progresiva. Siendo la miniatura más extensa – dura 1’50” –,
‘Separador VI’ se abre campo para exhibir una tensión libre marcada por un
nervio electrizante, y así nos preparamos para disfrutar de la última pieza del
repertorio: ‘Nunca Lo Lograrás’. Ésta nos remite por última vez a las
instancias más extrovertidas y juguetonas del trío, las cuales siempre sirven
para crear tensión y densidad como si de colores de un lienzo de pintura
aleatoria se tratase, pero el oyente atento no debe perder de vista la
organización de una inteligencia tripartita que late continuamente en el núcleo
de esta ingeniería musical. Hay arrebatos de saxo y texturas de guitarra que portan
un cierto misticismo en sus traviesas expresividades.
En
suma, REPTIL y “Reptil” son nombres a ser anotados en lugares preferenciales
dentro de las agendas de interés de los melómanos rabiosamente amantes de la
vanguardia de ayer y hoy en los mundos del jazz y del rock. ¡Recomendado al
100%!
Muestras
de “Reptil”.-
Reptil [vídeo-clip]: https://www.youtube.com/watch?v=j6-U2IQCUDk
Neptuno: https://kuaimusic.bandcamp.com/track/neptuno
Nunca
Lo Lograrás: https://kuaimusic.bandcamp.com/track/nunca-lo-lograr-s
Neptuno: https://kuaimusic.bandcamp.com/track/neptuno
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