Sunday, July 23, 2017

PHLOX: una cima jazz-progresiva para el año 2017


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy nos toca reportar un descubrimiento tardío de nuestra parte, el del grupo estonio PHLOX, pero se trata de una buena causa que hay en el trasfondo: la difusión de su más reciente trabajo fonográfico, el cual se titula Keri” y conforma una de las ofertas más interesantes de música progresiva ecléctica y valiente para el presente año 2017. Este grupo está conformado por el guitarrista Kristo Roots [guitarras], Raivo Prooso [bajo], Kalle Klein [saxo], Madis Zilmer [batería] y Pearu Helenurm [teclados]. Dedicado a cultivar un jazz-rock intense y versátilmente progresivo con puertas abiertas a coqueteos con estándares de la fusión moderna, el paradigma Crimsoniano de los 70s y el rock-in-opposition, PHLOX se fundó en el año 2000 en la localidad de Tallinn, y su material es publicado por el sello independiente MKDK. El disco que tenemos ahora en nuestras manos es el sexto de su carrera: poco a poco fue la gente de PHLOX cautivando a un público leal a nivel local pero fue recién a partir de su antepenúltimo disco “Talu” (del año 2010) que empezó a llamar la atención en serio de parte de blogs dedicados a la difusión y apreciación del rock progresivo, el jazz-rock y el jazz contemporáneo. El disco siguiente del año 2013, “Vali”, también tuvo buena respuesta en su momento, algo que tendrá que repetirse ahora con “Keri” porque realmente lo merece. A lo largo del repertorio de “Keri”, el quinteto en cuestión recibe las ocasionales asistencias de Liis Lutsoja [violín], Mari Kalkun [acordeón y canto], Ramo Teder [tagleharpa, instrumento étnico de cuerda y arco], además de Roomet Jakapi y Nuno Kangilaski al canto, lo cual ayuda ciertamente a ampliar su espectro sonoro aunque siempre midiendo que el bloque sonoro se mantenga dentro de unos confines estéticos refinadamente delimitados. Bueno, sin más preámbulos vamos ahora a los detalles del repertorio de “Keri”. 



‘Mahlad’ abre el repertorio con casi 8 minutos de intensidad robusta donde lo psicodélico y lo jazz-rockero se unen en un lenguaje nuevo: casi como una fusión inaudita entre los HAWKWIND de la fase 71-73, los KING CRIMSON de los dos primeros discos y el estándar definitivo de los WEATHER REPORT. Eso sí, lejos de enfilarse y plantarse en el suelo de la nostalgia retrógrada, el grupo sabe revestir de vibraciones actualizadas su ágil propuesta sonora. El hermanamiento entre la guitarra y el saxofón ostenta una vitalidad tan retorcida como exquisita, desarrollando iguales dosis de ingenio en los momentos ácidos y en los líricos. Luego sigue ‘Rotwang’, tema diseñado para bajar un poco las revoluciones y matizar una intensidad que se avizora persistente y resistente. De hecho, aunque el esquema rítmico es menos extrovertido que en la pieza inicial, el solo de guitarra que emerge en el corazón del bloque instrumental es una expresión de pura rabia neurótica. Aquí ya se conjugan los universos de NATIONAL HEALTH y PRESENT en una aguda encrucijada de sonoridades inquietantemente majestuosas.  Cuando llega el turno de la dupla de ‘Käsi’ y ‘Plindon Tulndolnd’, la banda explora inicialmente un dadaísmo salvaje (en la miniatura ‘Käsi’) para luego pasar a un tenebrismo repleto de cadencias ominosas cuyo swing cavernoso elimina la absurdidad lúdica en nombre del tenebrismo exultante. Así es como empieza ‘Plindon Tulndolnd’ para luego virar hacia un clima más sosegado que permite a la banda establecer una estrategia de crescendos donde los instrumentos partícipes se guardan sigilosamente en sus lugares asignados. Afinidades con bandas contemporáneas como SCHERZOO, ALAMAAILMAN VASARAT y FIRE! hay aquí, sin duda. ‘Itk’ comienza tomando la posta de la segunda mitad de ‘Plindon Tulndolnd’ para brindarnos otro inspirado ejercicio de remodelación del jazz-fusion de los 70s. Claras son las influencias de WEATHER REPORT y de RETURN TO FOREVER, y también hallamos algunas extravagancias mágicas a lo FRANK ZAPPA, pero como dijimos antes, la gente de PHLOX sabe dar un aura contemporánea a las enseñanzas de sus maestros.



La tríada final del disco comienza con ‘Betoonpurjed’, tema que dura poco más de 6 ½ minutos y cuya línea de trabajo se centra en una revisión enérgica y filuda del discurso jazz-progresivo, muy en sintonía con bandas italianas como ACCORDO DEI CONTRARI y DEUS EX MACHINA. El saxo de Klein dirige el desarrollo temático con precisión quirúrgica mientras la batería marca los momentos en los que la intensidad expresionista del bloque grupal debe expandirse hacia lo extrovertido y aquellos otros donde ella debe contenerse un poco. Al emerger ‘750’, el grupo se dedica a explorar a fondo matices y atmósferas contemplativas de la mano de un motivo melódico penetrado por una etérea melancolía. La guitarra irradia una serenidad amablemente solipsista mientras el saxo elabora unas comedidas florituras enormemente cautivadoras. Momento de calma, momento para observar el paisaje que nos rodea mientras la música que suena inspira nuestras preocupaciones místicas. Poniendo un broche resolutamente elegante al disco, ‘Puu Taga Ilves’ centra su espacio de 7 minutos para retomar en buena medida las sendas de las dos primeras piezas pero con el vitalismo de ‘Betoonpurjed’ y una dosis generosa de la espiritualidad contemplativa de ‘750’. Se trata, en realidad, de una síntesis del relato estético que se ha activado a lo largo del excelente repertorio de este disco, por lo que resulta lógico y natural que se encargue de darle el punto final. A propósito, hallamos aquí el mejor solo de teclado del repertorio, delicadamente intenso en sus recias florituras. 
Todo esto es “Keri”, una cima de la producción jazz-progresiva en lo que va del año 2017 – ya estamos en la segunda mitad del mismo – que nos hace apreciar a PHLOX como una banda de alto vuelo en la vanguardia musical de los últimos años. Vale la pena descubrirlos cuanto antes y este disco es un gran pretexto para ello: ¡recomendado al 100%!



Muestras de “Keri”.-

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