Hoy se da la ocasión de presentar “Ceremonia”, disco conceptual de la novel entidad progresiva chilena denominada BIZIRIK, el mismo que fue publicado a inicios del pasado mes de setiembre. Se trata de un proyecto de Cristián Larrondo (a quien conocemos de MAR DE ROBLES), quien no solo compone todo el material contenido aquí sino que también se ocupa de toda la instrumentación: Chapman Stick, sintetizadores análogos y virtuales, y percusiones programadas. En palabras del propio Larrondo, este disco “es la primera parte de una trilogía, una historia atemporal que navega por distintos paisajes compartiendo detalles en común, siendo el principal la opresión que vive el ser humano alejado del poder, desde las etnias hasta las culturas contemporáneas”, lo cual se traduce en una reflexión, desde la óptica estética, del viaje del ser humano hacia el mundo que le rodea y donde asienta sus raíces, pero que, a la vez, le hace sentir oprimido. Hay un dramatismo muy explícito en varios pasajes del disco, enfatizado como está por la presencia de samplers de voces. Las muestras de voces que aparecen en el tema #1 pertenecen al legendario Víctor Jara en Perú (año 1973), mientras que las que aparecen en el tema #4 corresponden sucesivamente a escenas de la película Blade Runner, Juan La Rivera en Radio Cooperativa (11 de septiembre de 1973) y Stafford Beer (1974). El material recogido en el repertorio de “Ceremonia” fue grabado en los estudios domésticos del maestro Larrondo en Rancagua y Santiago de Chile. A propósito, el nombre de este proyecto es la palabra libre en euskera. Bueno, vayamos ahora al repertorio en sí, ¿vale?
Con la dupla de ‘Canción De Bandidos’ y ‘Aurora Australis’ se da inicio a las cosas con un excelso e imponente despliegue de energía y otro tanto de gracilidad. ‘Canción De Bandidos’ tiene un prólogo basado en un juego de pulsaciones electrónicas que pronto abre paso a un groove ceremonioso y etéreamente misterioso. El vigor rockero es manejado con sutileza mientras revela abiertamente su potencial expresivo bajo un ropaje modernista que tiene mucho de abstracto: ello se debe a que las cortinas de teclados y los parcos fraseos del Stick son los que se encargan en exclusiva de dirigir el desarrollo temático. Por su parte, ‘Aurora Australis’ se centra en una aureola más progresivamente compleja que, a la par que preserva algo del talante espacial de la pieza de apertura, se enfila hacia un esquema rítmico más complicado. Su armazón sonoro establece un hermanamiento entre el jazz-rock, el estándar Crimsoniano de los 80s y el prog electrónico con una extroversión parca, siendo así que las ocasionales florituras del Stick son los únicos recursos de cálido colorido que entran a tallar aquí. Ante todo, la función de esta pieza consiste a a empezar a agitar un poco las cosas. Ocupando un espacio de más de 5 minutos, ‘Kénos’ resuelve una expansión de las huellas dejadas por el segundo tema para hacer que éstas se explayen en un dinamismo apropiadamente fulguroso. Se puede decir que es un tema que exuda una ambientación optimista y amable en su núcleo temático mientras desarrolla su groove fusionesco cibernéticamente reciclado. ‘Sistema Viable’ se focaliza más que nunca antes en lo electrónico para darle una aparentemente jovial sacudida psicodélica que en realidad suena a dilatación paranoica. La vehemencia estructural de la pieza, no exenta de gancho, tiene algo de urgente oscurantismo de forma perspicazmente sutil. Las capas que se superponen a las secuencias se sitúan en un punto central entre lo contemplativo y lo ominoso. El concepto específico de esta pieza merece ser detallado aquí.* Resulta que se trata de un relato sonoro de los estados sucesivos de esperanza, caos y miedo, pero el trayecto es narrado musicalmente de atrás hacia adelante. La esperanza es el proyecto en que trabajaba un equipo del Presidente Allende junto a Stafford Beer, inglés que ideó el Modelo de Sistema Viable, lo que se llamó en Chile proyecto Synco. La voz de Beer se oye en el tema, describiendo geográficamente a Chile de norte a sur. Este proyecto cibernético revolucionario murió con el golpe pinochetista, que es lo que se escucha en español a partir de los reportes noticiosos de Radio Cooperativa, cuando aviones y tanques bombardeaban La Moneda. En fin, el miedo es el objeto de la pregunta retórica que el líder de los humanoides plantea: “Es toda una experiencia vivir con miedo ¿verdad? ¡Eso es lo que significa ser esclavo!”
Cuando llega el turno de ‘Mewlen’**, el arsenal de Larrondo se enfila hacia una recuperación y repotenciación de la resolución más sofisticada del ideario de este proyecto: comenzando con un prólogo netamente cósmico, el cuerpo central pronto exhibe un vigor exquisito y absorbente que hace de la pieza un cénit definitorio del álbum. ¡Es una pena que no dure más que los cuatro minutos que se le asignó! Durando poco menos de 6 ¼ minutos, ‘Trifulkación’ se erige como la pieza más extensa del repertorio. Desde su cuerpo central se expanden recursos de grisácea majestuosidad para la maquinaria sonora ostentosamente sostenida por secuencias mientras las capas van flotando y ocultándose una y otra vez. El asunto suena a un viejo jam de GONG de la época 73-4 que se perdió y que luego fue recuperado por el KLAUS SCHULZE de la época 75-78 bajo la guía de ROBERT FRIPP y BRIAN ENO. Ocupando un total integral de poco más de 6 ¼ minutos, la dupla de ‘Bizirik Atera’ y ‘Orbital’ pone el broche final al disco.*** El primero de estos temas mencionados encarna el manifiesto más expresionista de la faceta rockera de este proyecto, dándole unos aires de algarabía jazz-progresiva al motif central para que éste se desarrolle con la debida soltura. Los cambios de ambiente que entran a tallar a lo largo del camino sirven para que el vitalismo esencial de la pieza signe su propia fastuosidad sonora desde la que la sofisticación progresiva en curso pueda exhibir su genuina polenta. Se hacen sentir los ecos de MAR DE ROBLES en cuanto al enfoque progresivo de la combinación de sonidos y ambientes del rock y el jazz-fusión: definitivamente, tenemos aquí otro pico culminante de expresión musical dentro del álbum. En fin, ‘Orbital’ es el epílogo minimalista que juega ampliamente con el poder del silencio para ahogar casi totalmente el azuzamiento del fuego vital que llena el cosmos. De todas formas, a través del muy sigiloso desarrollo breve se nota un aura de reflexivo candor.
“Ceremonia” es, en el balance general, una estupenda gozada de música progresiva ecléctica y peculiarmente vanguardista. BIZIRIK comienza con muy buen pie esta ambiciosa idea de proyectar una obra musical en tres etapas. esta primera etapa nos deja con muy buen sabor de boca y con ganas de más lo más pronto posible. Lo recomendamos al 100% porque es... ¡de lo mejor que ha ofrecido Chile al escenario progresivo internacional en el presente año 2018!
Muestras de “Ceremonia”.-
Aurora Australis: https://bizirik.bandcamp.com/track/aurora-australis
Bizirik Atera: https://bizirik.bandcamp.com/track/bizirik-atera
* Un agradecimiento infinito a Cristián Larrondo por facilitarnos las ideas que guiaron a las composiciones de los temas de este disco.
* Un agradecimiento infinito a Cristián Larrondo por facilitarnos las ideas que guiaron a las composiciones de los temas de este disco.
** Mewlen significa viento arremolinado
en mapudungun: “Este tema es muy etéreo, su significado parte de la sensación
que provoca sonoramente, el estar metido dentro de un remolino de viento
flotando.” (Larrondo)
*** “Bizirik Atera significa sobreviviente,
y es una reversión del tema ‘Sobreviviente’ del disco “Indígena” de “MAR DE
ROBLES, está aquí porque trascendió a otro estado, con otro nombre, y es en
parte el protagonista de Ceremonia. Tiene relación con todos nosotros que
sobrevivimos al stress diario, de la ciudad, de la sociedad, de un mundo cada
vez más individualista, materialista e intolerante, donde el que más tiene es
el que más vale. Es el sobreviviente mapuche, el arte, la música, el libre
pensamiento.” (Larrondo)
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