HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy tenemos un disco muy especial que presentar: el cuarto trabajo del ensamble avant-jazz-progresivo británico DAS RAD, el primero como cuarteto. El disco en cuestión se titula “Veer” y fue publicado – como es habitual – por el sello Discus Music el pasado 26 de mayo. Los integrantes de la aumentada alineación de DAS RAD son Nick Robinson [guitarras y teclados], Martin Archer [vientos, armónica y teclados], Jon Short [bajo] y Steve Dinsdale [batería y teclados]. Tras dos discos producidos durante la época de pandemia (“Adios Al Futuro” y “Laik Tors”, de los años 2020 y 2021, respectivamente) en los que los músicos trabajaron en sus propios estudios individuales, el grupo volvió a trabajar como en su álbum homónimo de debut del año 2018: trabajando con una buena cantidad de pistas tocadas en vivo en el estudio y creando piezas adicionales a lo largo del camino. El ingreso de Short ayudó al grupo a remodelar su musculatura expresiva, lo cual dio buenos resultados para la refrescante interacción que tenía planificada para este nuevo álbum. Peter Rophone aporta voces ocasionalmente.
La sexta pieza se llama justamente ‘Veer’ y se caracteriza por retomar parcialmente la jovialidad del tema que abrió el álbum y permutarla en algo más tenso por vía de dos estrategias sucesivas: una aspereza más pronunciada en los riffs de guitarra y la inserción de arreglos majestuosos de teclados. También hay un electrizante solo de saxofón que ayuda crucialmente a la concreción de este vigor renovador. ‘Kingdom Fall’ es como un reggae psicodélico filtrado a través de aires krautrockeros bajo un ropaje elaborado en el telar del nu-jazz. Las líneas de los vientos flotan por ahí mientras los gentiles fraseos de la guitarra acústica brindan recursos de contemplativa sobriedad. ‘Expergefactor’
es el título de la suite de poco más de 25 ¼ minutos de duración que cierra el disco,
siendo sus seis partes respectivamente tituladas ‘Meadow Hell’, ‘The Void Above’,
‘Brabble’, ‘Evian’, ‘Island Of Stability’ y ‘Expergefactor’. Todo comienza con un caos entusiastamente neurótico que, de alguna manera, se da maña para mostrar más alegría que angustia, pero que se complace en regodearse en sus propias vibraciones chocantes. Lo siguiente que emerge es un ejercicio de matices impresionistas revestidos de chamber-rock bajo la dirección de una estrategia avant-jazzera que se focaliza en tonalidades expandidas de forma libre, con total serenidad, como una luz mesuradamente encendida que se interna en un bosque otoñal para encontrar algo valioso que no quiere seguir escondido. En las últimas instancias, se nota un comedido aumento de exuberancia en las intervenciones de los vientos y la batería, lo cual anuncia el arribo de una tercera sección tremendamente ceremoniosa. Ésta juega con un tempo lento para sustentar una musculatura contenida donde reina el jazz-rock con orientación progresivamente psicodélica. La soltura descontrolada de la primera sección es ya una memoria distante; ahora opera aquí una maraña ceremoniosamente ingenieril absorta en sus propias agitaciones brotadas bajo una vigilancia marcial. Una nueva sección centrada en un minimalismo sereno nos trae de vuelta lo ensoñador, esta vez, bajo un atavío bucólico. El sosiego evocador es un oasis anticipatorio de la vitalista gentileza transmitida por buena parte de la siguiente sección: su augusto preludio al estilo de una cruza entre los KING CRIMSON de la fase 1969-70 y los TANGERINE DREAM de la fase 1973-75 no permite adivinar el despliegue de jovial agilidad que se instaura como núcleo central de la nueva sección. Eso sí, hay un extenso intermedio marcado por una enigmática nebulosidad que marca un amplio contraste frente al cuerpo central. La sección final homónima se centra en una capitalización sintetizada de los aspectos más misteriosos de la suite, la cual se activa con una arquitectura señorial que hace que la densidad patente no se desborde mientras impone la pauta sónica. Una mención especial va para el magnífico (aunque breve) solo de guitarra del final.
Todo esto fue “Veer”, uno de los aportes más notables para la producción avant-progresiva del año 2023 desde Gran Bretaña. La gente de DAS RAD se ha lucido una barbaridad con esta nueva configuración de su logística instrumental: ha hecho muy bien en continuar con su trayecto de peculiar creatividad en un vehículo 4X4. ¡¡Recomendado al 400%!!
Lutraphobia: https://discusmusic.bandcamp.com/track/lutraphobia
Bergen Cross:
Expergefactor: https://discusmusic.bandcamp.com/track/expergefactor-parts-1-to-6-no-track-breaks
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