Tuesday, July 04, 2023

La gloria avant-progresiva del ensamble estadounidense KARMIC JUGGERNAUT

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy viajamos a la localidad de Asbury Park, Nueva Jersey, y nos topamos con un colectivo conformado por Kevin Grossman [batería y percusión], Jake Hughes [teclados], James McCaffrey [guitarras], Cody McCorry [bajo y theremin], Randy Preston [guitarras] y Daimon Santa Maria [voz y flauta], el mismo que responde al nombre de KARMIC JUGGERNAUT. El nombre de su nuevo disco es “Phantasmagloria” y fue publicado el pasado 28 de abril; se trata de su segundo álbum después de “The Dreams That Stuff Are Made Of”, que data del año 2018. Haciendo un poco de historia, este grupo se fundó en el año 2004 con un interés claro por hacer música progresiva ecléctica con su buen filo vanguardista dispuesto a azuzar climas complejos. Muchos años tardó el colectivo de KARMIC JUGGERNAUT en debutar fonográficamente, y lo hizo con su EP homónimo del año 2012. En algunos pasajes del repertorio de 
“Phantasmagloria”, el grupo contó con las colaboraciones ocasionales del trompetista Joe Gullace y del trombonista Ian Gray, las mismas que ayudaron a dar un poco de incrementada profundidad al asunto. Una vez terminadas las sesiones de grabación de este disco, el propio James McCaffrey se hizo cargo de las labores de mezcla en el estudio The Hangar, mientras que la ulterior masterización fue realizada por Angel Marcloid en el estudio Angel Hair Audio. Bueno, veamos ahora los detalles del repertorio contenido en este disco. 

El repertorio de “Phantasmagloria” comienza con la dupla de la miniatura ‘WKRM Announcement’ y ‘Flat Earthlings’. La primera comienza con una secuencia sintetizada que se acelera crecientemente para abrir campo a una ceremoniosa sección centrada en soliloquios cinematográficos, y es a partir de allí que emerge ‘Flat Earthlings’ con su despliegue de férrea actitud que se enmarca muy fluidamente dentro de un intercambio entre parajes melódicamente delineados y otros un tanto más disonantes. Hallamos aquí unos aires de familia con ADVENT y BUBBLEMATH, añadiéndose una dosis extra de musculatura al estilo de THE MARS VOLTA y abiertos coqueteos con el prog-metal sin meterse realmente en ese terreno. Tras este impactante inicio de álbum, ‘Sun Puzzle’ tiene la función de llevar este dinamismo hacia una atmósfera de opulencia más fulgurosa mientras refina aún más los recursos de estilizado lirismo que a la banda se le da tan bien para orientar su vigor expresivo esencial. Hay un intermedio instrumental que nos permite ver a la banda explorar áreas space-rockeras dentro de un bien logrado engranaje de capas de teclado y florituras de flauta, pero pronto vuelve el grupo a su habitual cauce señorialmente pesado, y de allí vira hacia un saltarín motif disonante al modo RIO. Todo se va hilando con perfecta compacidad y, de paso, se incluye uno de los más notables solo de guitarra de todo el álbum. Primera cima musical del disco. ‘Psaiko’ comienza con un frenesí dionisíaco percusivo situado dentro de un tribalismo psicodélico, el mismo que se acentúa con los efectos de sirenas que emergen en el trasfondo y otros efectos rítmicos sintetizados. El final se conecta con el inicio de ‘Dream Machine’, que es la pieza más extensa del repertorio con sus poco más de 7 ¼ minutos de duración. La serie de grooves fusionescos sobre la que se arma la pieza le da una dimensión exótica al desarrollo temático, lo cual repercute en un apuntalamiento del ambicioso esplendor que empapa a su sofisticación estructural. En líneas generales, hay aires de familia con ALARMIST, los THE MARS VOLTA de la fase 2006-08 y la faceta más explosiva de BENT KNEE. Realmente tenemos aquí al cénit decisivo del álbum... Pero que conste que aún quedan más cosas buenas por degustar en este festín progresivamente kármico.  
 
‘Atomus Camera Obscura’ tiene una introducción insertada en un área jazz-progresiva signada por sutiles aires Crimsonianos mientras mantiene el formato de canción. A partir de la instauración de la primera serie de mudanzas y estribillos, el desarrollo temático se expande notablemente hasta gestar un suntuoso panal de diversos recursos progresivos que incluyen elementos del sinfonismo tradicional, el Canterbury y algunas extravagancias refinadas de corte RIO. Antes de llegar a la sección final, el grupo se aseguró de que el pasaje intermedio supusiera una especie de síntesis de la visión valientemente multívoca de la banda. Otro momento climático del disco. La secuencia final del repertorio está conformada por la miniatura de un minuto ‘Succumb to the Static’, el tema homónimo y ‘WKRM Credits’. La susodicha miniatura prosigue por la teatralidad futurista del prólogo del álbum. En cuanto a ‘Phantasmagloria’, es una canción que empieza con un talante amable para luego girar hacia una sólida mezcla de heavy prog y avant-prog. Se nota que hay mucho de la esencia de THANK YOU SCIENTIST dentro del esquema estético desarrollado por KARMIC JUGGERNAUT, pero hay más que eso: también existe una versatilidad muy propia que se manifiesta en el manejo de la electricidad rockera, la sofisticación jazzera y el surrealismo Zappiano. El cierre que trae consigo ‘WKRM Credits’ consiste en una cálida sonata de piano sobre la que una voz anuncia precisamente los créditos de los músicos partícipes y los encargados de los aspectos técnicos. Este recurso autorreferencial resulta bastante humorístico a despecho del tono serio del anunciador... Bueno, exceptuando los momentos finales, con esa tos y esos gritos histéricos de fondo que sabotean la información sobre las empresas auspiciadoras, lo cual también funciona como una declaración de principios sobre el posicionamiento independiente de la banda. En menos de 40 minutos, el personal de KARMIC JUGGERNAUT ha concretado una obra de  contundente calidad dentro de la vertiente vanguardista del rock progresivo contemporáneo. He aquí un ejemplo fehaciente de la gloria artística que se realiza hoy en día dentro de la avanzada rockera estadounidense. ¡Totalmente recomendable!


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