Thursday, November 21, 2024

Un paseo por el templo musical de MARK COOK y STEVEN LEAK

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy presentamos el nuevo disco a dúo del multiinstrumentista estadounidense MARK COOK y el sintetista canadiense STEVEN LEAK, el cual vuelve a ser firmado con sus nombres individuales en lugar de la nominación grupal THE FOREVER MOMENT con la que comenzó su asociación. “Temple 77” es el título del disco en cuestión: este nuevo trabajo se publicó el pasado 31 de octubre, sucediendo a “Happenstance” y “Ekstasis” (de junio y agosto del 2024, respectivamente). Se trata de un álbum conceptual inspirado por un peregrinaje que hizo una amiga de LEAK por una parte de la caminata de Shikoku para lidiar con el duelo tras la muerte de su pareja sentimental de toda la vida. Este peregrinaje está trazado en el sector sur de la isla japonesa de Shikoku e incluye 88 templos; el templo no. 77 se llama Dōryū-ji y su edificación deata del año 712. En líneas generales, lo que se vierte aquí es una exploración en despliegues atmosféricos e impresiones concretas que resulta más absorbente e incisiva que en cualesquiera otros trabajos fonográficos anteriores del dúo; debido al foco conceptual que acabamos de explicar, esta pauta creativa tiene todo el sentido del mundo. Repasemos ahora los detalles estrictamente musicales del álbum. 

Todo comienza con ‘At Crossed Paths’, una pieza signada por capas minimalistas de sintetizador desde las cuales se proyecta una densidad cósmica donde lo explícitamente evocativo adquiere algunos matices que parecen amenazantes, o, como mínimo, portadores de un misterio que oculta una fuerza poderosa que el intelecto no puede encapsular. Desde poco antes de atravesar la frontera del cuarto minuto, el esquema sónico se suaviza de a pocos para abrir paso a una segunda sección donde se delinea una aureola de amable introspección tras unos golpes de tambor que anuncian el surgimiento de algo nuevo. Las tersas y dispersas escalas de guitarra y teclado que van emergiendo crean un ambiente de ensueño que se refuerza con la presencia de percusiones concretas aleatorias. El segundo tema del disco es el que justamente le da título; también es el más extenso con su espacio de más de 13 ½ minutos. Los pasajes iniciales de ‘Temple 77’ tienen la misma marca minimalista de la pieza inicial, pero esta vez se trata de algo más tirado hacia una parsimonia ceremoniosa con ciertos tintes oscurantistas. Los efectos percusivos son ahora un poco más pronunciados en medio de un minimalismo más explícitamente absorbente. Es como una neblina que se apodera pronto de todos los espacios, aunque también ella se va disipando para dejar entrever que una especie de calma surgirá en el horizonte próximo, y efectivamente, ésta llega como un pequeño puente etéreo hacia una sección de cariz étnico donde un solemne juego percusivo arma un groove místico para un índice temático relajante. Un poco más adelante, una nueva neblina entra a tallar para impulsar un dinamismo nuevo al entramado sonoro, algo un poco más agitado sin romper con la imperante solemnidad; de a pocos, todo se va tornando más suntuoso e incluso abre camino a expresiones de jovialidad, aunque ésta todavía está masivamente arropada por una ambientación mística. He aquí una perfecta mezcla de prog-ambient y electrónica posmoderna con añadidos matices fusionescos y unos envolventes retazos Crimsonianos de Warr Guitar; para decirlo de otra manera, he aquí un eslabón perdido entre los HERD OF INSTINCT de los dos últimos discos y los TANGERINE DREAM de la etapa 1973-76. 

‘Orphan Sparrow . Sunday Song’ cierra el repertorio con unas refrescantes variaciones en el modus operandi del dúo. La primera sección se explaya liberalmente por senderos electroacústicos marcados por misteriosas agitaciones étnicas, estando ellas dispuestas bajo un manto crepuscular. Los efectos de pasos se asocian con los aleatorios ornamentos percusivos. Una vez que entra a tallar un pequeño  batallón de tambores, se anuncie el arribo de la última sección, la cual emergerá alrededor de la frontera del sexto minuto y  medio. En este momento, se instaura un bien definido jam prog-psicodélico signado por un refinamiento meticuloso y señorial. Mientras avanzan los segundos, su etéreo embrujo se deja llevar sobre los hombros de un swing firme que algo tiene de sensual. Un final de álbum bastante llamativo. Los nombres del ensamble MARC COOK AND STEVEN LEAK y del disco “Temple 77” deben, a fin de cuentas, anotarse como referentes importantes para la experimentación prog-ambient del año 2024. Estos últimos meses han sido bastante prolíficos para esta asociación estadounidense-canadiense que, una vez más, da amplias muestras de infatigable creatividad dentro de la avanzada progresiva de los países de América del Norte.  


Muestra de “Temple 77”.-

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